NUMAX: El cine vuelve a Santiago
626 días después, el cine ha vuelto al centro de Santiago. El 30 de junio de 2013 echaban e cierre los históricos cines Valle Inclán y, con su final, Compostela entraba en el club de ciudades en las que el cine es sinónimo de periferia, centro comercial y, con contadas excepciones, menú cinematográfico de grandes distribuidoras. Este miércoles, 18 de marzo, se ha convertido en la fecha antónima a aquel 30 de junio. A las once y media de la mañana en el número 9 de la céntrica calle de Concepción Arenal han bajado las luces y ha comenzado a funcionar un proyector para, con la última tecnología digital, ofrecer Nubes pasajeras (Aki Kaurismäki, 1996) subtitulada en gallego. Ha sido una sesión especial, inaugural y gratis con la que echado a andar oficialmente el proyecto NUMAX.
A diferencia de otras proyecciones de este tipo que, efectivamente, se han realizado en la capital gallega en los últimos años de manera puntual o enmarcadas en los festivales Cineuropa y Curtocircuíto, es que hay programado otro pase del film a las cuatro, a las ocho y cuarto y a las diez y cuarto. A las seis el turno está reservado para Numax presenta (Joaquín Jordà, 1980), el film del que el proyecto toma el nombre. Y lo mejor es que al día siguiente habrá más cine, y al siguiente más. Y así será cuatro veces cada jornada excepto los lunes, con un pase por la mañana y tres por la tarde. Para que la gente “vuelva a disfrutar del cine quedándose en la ciudad”, dicen.
Este regreso del cine a pie de calle es el resultado de más de un año de trabajo de cinco profesionales: Ramilo Ledo, Irma Amado, Antonio Doñate, Xosé Carlos Hidalgo y Pablo Cayuela. Ellos, junto a la profesora y académica Margarita Contento Andión, son la base de NUMAX, la cooperativa de trabajo asociado en la que se sustenta esta sala de cine de 70 butacas, en la que la luz se puede encender y apagar cuando corresponde gracias al apoyo de 182 avalistas que han hecho posible la obtención de un préstamo de 300.000 euros a través de una cooperativa de crédito.
En las horas previas al estreno oficial del proyecto el equipo de NUMAX recibió a la prensa en la propia sala. Mientras los operarios que han trabajado en las obras apuraban su labor ofrecieron los detalles de una apuesta que va mucho más allá de las proyecciones cinematográficas al uso. NUMAX es una sala de cine pero también una librería con obras de literatura, arte y pensamiento que, explica su coordinadora, Irma Amado, abre las puertas “con alrededor de 3.000 títulos” seleccionados por el propio personal. En el semisótano del local funcionan ya también las divisiones de diseño gráfico y producción audiovisual de NUMAX, otras vías de negocio a las que, casi de manera imprevista, se suma la de distribución de películas, una “oportunidad de distribuir filmes que no había quien distribuyera”, señala Ledo, que comenzará en los próximos meses con Los Hongos.
El equipo de NUMAX no está sólo en el camino que ahora inicia. Va de la mano de una docena de salas independientes de otros puntos del Estado que, a través de la incipiente red CineArte, apuestan por consolidar una alianza de salas independientes. Y busca, además, rodearse de personas abonadas que por 30, 120 o 500 euros anuales, podrán acceder a las entradas de precio reducido (4,80 euros), entre otras ventajas. Tras Nubes pasajeras y Numax presenta el menú inaugural de NUMAX continuará en las próximas semanas con Maps to the stars (David Cronenberg, 2014), La bestia humana (Jean Renoir, 1938), Costa da Morte (Lois Patiño, 2013), Pasolini (Abel Ferrara, 2014) y Puro Vicio (Paul Thomas Anderson, 2014).
