El PSOE denuncia varios casos de acarreo de votos de ancianos en Galicia
El PSdeG-PSOE ha denunciado, en las primeras horas de esta jornada electoral, un posible caso de acarreo de votos de personas de edad avanzada en Pontedeume (A Coruña), del que acusan directamente al Partido Popular. Los socialistas responsabilizan a la formación conservadora de prácticas “irregulares y caciquiles” y afirman que desde la apertura de las urnas militantes populares han realizado “acarreos de votos” desde un asilo de la localidad hasta el colegio electoral, situado a escasos 100 metros de la residencia.
Los socialistas documentaron con fotografías y vídeos varios de estos “acarreos”, en los que los ancianos del asilo acuden a votar “acompañados y supervisados” por monjas y por militantes del PP eumés, entre ellos -señalan- la esposa del número 2 del PP local y actual teniente de alcalde, Javier Crespo. El PSdeG-PSOE de Pontedeume denuncia el “juego sucio” del PP eumés y afirma que presentará la correspondiente denuncia ante la Junta Electoral por si estos hechos fueran constitutivos de delito.
Además, los socialistas denunciaron episodios similares en la provincia de Ourense, por ejemplo en O Carballiño, donde el PSdeG-PSOE ha acusado al PP de repartir propaganda en plena jornada electoral, o en Nogueira de Ramuín y en Rairo, donde los socialistas señalan que militantes populares acompañaron a ancianos a votar. También se señalan dos casos más de acarreo en la ciudad de Lugo.
La mancha del acarreo de votos
En cada convocatoria electoral se reproducen las acusaciones de acarreo de votos, sobre todo de personas mayores, realizadas por algún partido político en su favor. En esta campaña, de hecho, fueron muy comentados los casos de Amoeiro, donde ancianos eran presionados por miembros de la candidatura popular y personas afines para tramitar el voto por correo, y Riotorto, donde el PP fue denunciado por “acarrear” ancianos con demencia para votar por correo.
Pero, por desgracia no son los únicos episodios. En el día de las elecciones autonómicas de 2012, un dirigente local del PP, José Luis Iravedra y varios militantes más empujaron sillas de ruedas de ancianos con sus facultades mermadas hasta un céntrico colegio electoral. El hecho fue denunciado ante la justicia y consiguió romper -algo- el silencio sobre estas prácticas. En esas mismas elecciones, se denunciaron otros casos semejantes. Como el de las monjas de un asilo de Cambados que llevaban a los ancianos a votar mientras ellas mismas cargaban con las papeletas. Igual habría ocurrido en una residencia de Rairo, en Ourense, cuando segundo denunció AGE se acarreaba “gente con alzheimer avanzado”. El “vino y empanada” que repartían los populares junto a un local electoral en Teo (A Coruña) fue otro de los casos denunciados, un clásico habitual en numerosas localidades.
