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La exigencia de más personal en las urgencias del hospital de Santiago se echa a la calle con una masiva manifestación

Cabecera de la manifestación del personal de Urgencias del CHUS

David Lombao

Santiago de Compostela —

Llevan dos meses en huelga con unos servicios mínimos del 100% que, a su juicio, son la primera evidencia de que sus reivindicaciones están en lo cierto: falta personal en el servicio de Urgencias del Hospital Clínico de Santiago, que da servicio a gran parte del centro de Galicia. Ante la imposibilidad de hacer visible su reivindicación mediante paros efectivos, el personal de Urgencias del CHUS ha echado mano en las últimas semanas de la creatividad; desde concentraciones al uso hasta composiciones musicales y, este 9 de enero, de una masiva manifestación que ha llevado sus reivindicaciones al centro de la capital gallega.

Entre una presión creciente por parte de la Xunta y de jefes de otros servicios del propio hospital para que la huelga indefinida finalice y a menos de una semana del día fijado para la votación de las propuestas de mejora que formule el Servizo Galego de Saúde -el lunes 14-, el personal movilizado ha hecho una demostración de fuerza en las calles compostelanas. “No pedimos dinero”, reiteró la comitiva.

Lo que quieren, afirman, es más personal y medios. Si continúa la escasez de manos y los equipos siguen siendo “obsoletos”, advierten, de nada servirá que el espacio del hospital destinado a las urgencias sea “cada día más grande”, subrayan, en referencia a las continuas referencias a la ampliación del servicio por parte de diferentes cargos de la Xunta, comenzando por el propio presidente, Alberto Núñez Feijóo.

El presidente, el consejero Vázquez Almuíña y la gerente del área sanitaria de Santiago, Eloína Núñez, fueron el blanco de buena gran de las consignas de una manifestación que fue secundada también por el alcalde de la ciudad, Martiño Noriega, así como por los líderes de PSdeG y BNG, Gonzalo Caballero y Ana Pontón, y miembros del grupo parlamentario de En Marea como Antón Sánchez o Eva Solla. Con el aval de todos los sindicatos con representación en el Clínico (CIG, CCOO, UGT, Sagap, CSIF, SAE, CESM y O'Mega), la manifestación finalizó en la Praza das Praterías con el atleta Pedro Nimo poniendo voz a las reivindicaciones.

“La sanidad pública fue uno de los grandes logros” de la sociedad hasta llegar “al más alto nivel”, subrayó Nimo, si bien en los últimos años, “lejos de facilitar el trabajo, respetar y valorar” al personal, las restricciones en el Sergas han provocado “una presión asistencial que puede causar errores y puede costar vidas”. Esa presión, advierte, es la que está por de rás de que en momentos de colapso “tengan que llegar a atender pacientes en los pasillos”.

Él, afirma, pone voz a esta protesta porque el personal no está pidiendo “privilegios”, sino “ejercer su trabajo de una manera digna y segura”. Ni siquiera piden “incrementos salariales”, sino “el mínimo necesario para estar al servicio de los demás con garantías”. “Hablamos de salud y de vidas”, concluyó entre aplausos.

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