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Más de 90.000 hogares gallegos tienen a todos sus miembros activos en paro

La cifra de parados en Andalucía baja en 18.430 personas en abril hasta 1.108.022 desempleados

Miguel Pardo

Dos indicadores más que revelan la gravedad de una crisis que afecta a todos y que está dejando huella en la inmensa mayoría de las familias. Según los últimos datos hechos públicos por el Instituto Galego de Estatística (IGE), y a raíz del último informe de la EPA, en Galicia hay cerca de 300.000 hogares en los que ninguno de sus miembros es activo. Al mismo tiempo, y también a partir de esas mismas cifras publicadas por el INE, se esconden datos como los que descubren que el salario medio de los españoles bajó en 2012 por primera vez desde que se tienen registros.

Así, y según los datos del IGE, en Galicia hay un total de 299.200 hogares donde no hay ningún miembro activo, lo que supone el 28,8% del total viviendas habitadas en el país y que supone más de 18.000 familias más en esta situación que hace tres años, cuando el número de casas sin miembros en activo era de 281.500, lo que suponía un 27,8% del total.

Pero hay cifras aun más duras para resumir la situación que provoca la crisis entre las familias. Según estos datos del segundo trimestre de 2013, más de 90.000 hogares gallegos tienen en paro a todos sus miembros activos. En concreto, son 91.200 familias, lo que supone el 8,9% del conjunto de viviendas, 30.000 más en esta situación de las que había en el mismo trimestre de hace tres años, cuando eran poco más de 60.000 (el 5,9%) las que tenían todos sus miembros en desempleo.

Derivado de estas cifras se comprueba también como ha descendido el número de hogares en los que todos sus miembros activos están ocupados, pasando del 55% (558.000 familias) de hace tres años al 48,2% de este segundo trimestre de 2013 (501.300).

Los datos del paro han vuelto a dejar en evidencia el diferencial positivo de Galicia con el conjunto del Estado. El país fue una de las tres únicas comunidades en las que no descendió el desempleo, según los últimos datos de la EPA hechos públicos el pasado jueves. Así, y mientras en España se crearon unos 150.000 puestos de trabajo en el segundo trimestre del año y el paro descendió en más de 200.000, en la autonomía no sólo no creció la ocupación, sino que el desempleo aumentó en 800 personas, con lo que la cifra total se sitúa ya en las 288.200 y la tasa se eleva al 22,4% por el 26,26% del Estado. Una caída de la actividad que parece no tener fin.

Los salarios bajan por primera vez

Y mientras sufren el desempleo, las familias tienen que soportar también con la pérdida de poder adquisitivo derivado del paro, pero también de las bajadas de salario que están sufriendo aquellos que aún mantienen su puesto de trabajo. Según los datos del INE, el coste total por trabajador en el Estado para un empresario, en términos brutos, ascendió en 2012 a 30.905,55 euros, lo que supone un 0,8% menos que en 2011. El 73,2% de ese coste total se destinó a salarios: 22.635,56 euros, lo que supone que los empleados cobraron de media 140 euros menos que un año antes (entonces, 22.775,76 euros).

Desde que el INE realiza esta encuesta en 2001, el salario de los trabajadores siempre había crecido, año a año, una tendencia que la crisis también rompió. Para los sindicatos, estas cifras no son más que una consecuencia de una reforma laboral “lesiva” y del hecho de que mucho empleados sufrieran modificaciones en sus condiciones de trabajo, ya fuera en el salario, en la jornada o en la calificación profesional.

Según esta misma encuesta, el 4,1% de los centros, que representan al 11,2% de los trabajadores, vieron modificadas sus condiciones de trabajo durante 2012, al tiempo que se produjo otro descenso, el de las indemnizaciones por despido. En 2012 supusieron un coste medio para el empresario de 466,65 euros, frente a los 530,37 euros de 2011. También disminuyó el porcentaje de trabajadores que regularon sus relaciones laborales mediante convenio colectivo, desde el 95,7% que lo hacía en 2011 al 95,5% de 2012.

Por el contrario, el salario medio del sector financiero, excluidos seguros y fondos de pensiones, se elevó hasta los 51.963 euros al año, 2,584 más que en 2011. Así, la banca subió los salarios un 10,6% de media desde el inicio de la crisis en 2008, frente al 4,6% del sueldo medio en el Estado. Al tiempo, los salarios en el sector de la sanidad y de la educación también descendieron en 2012.

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