La investigación reclama su lugar en la sociedad
“Salvemos la investigación”, “Con I+D+i hay futuro”, “El investigador predoctoral no es un estudiante, es un trabajador”, estas y otras pancartas y consignas centraron el mensaje que en este 14 de junio miles de investigadoras e investigadores quisieron lanzarle a la sociedad. La ciencia importa y su desarrollo en España está en grave riesgo por culpa de los recortes que lleva años sufriendo. La convocatoria, lanzada por el colectivo Carta por la Ciencia, llegó seis meses después de las primeras movilizaciones de científicos y constató que en el último año los hechos sólo “agravaron el penoso escenario que denunciábamos”.
Así lo recoge el propio texto leído en las concentraciones y actos que se repitieron en casi todos los centros universitarios de España y que en Galicia tuvieron en la compostelana plaza del Obradoiro su acto central. Más de 300 personas se reunieron para denunciar, por ejemplo, que el presupuesto total para investigación este año es de 5.932 millones de euros, mientras que el dinero público destinados a Bankia asciende a 22.424 millones de euros. O las enormes dificultades para desarrollar en España una carrera investigadora, con los sucesivos recortes de los programas FPU/FPI o de los contratos Ramón y Cajal y Juan de la Cierva (reducidos en un 30% en la última convocatoria), o con la prohibición de realizar nuevos contratos en las universidades.
“Esperemos que esto sirva para algo, que los políticos escuchen nuestras reivindicaciones y traten de rectificar sus políticas nefastas en materia de investigación”, dice Blanca, investigadora en el área de Biología Celular. “En un momento de crisis entendemos que puede no haber dinero para todo, pero creemos que el sector de la investigación y del desarrollo tecnológico debe ser la base sobre la que asentar la economía si de verdad queremos tener futuro. No nos podemos permitir tener una economía basada en el ladrillo, y que la tecnología se desarrolle en otros países para tener que comprársela nosotros. Se invierte mucho dinero en la formación de los científicos, porque tenemos unas carreras muy largas. Y no se puede perder todo eso”, dice.
Julio, investigador en el área de salud, señala a este respeto que “no es que no haya dinero. Lo más importante es que los políticos crean en la ciencia y en su importancia. No hay voluntad de que España sea una potencia científica, se tiene una visión cortoplacista. Y la ciencia es algo que da resultados a largo plazo, y por si fuera poco los beneficios más importantes no son económicos, sino que se centran en mejoras del nivel de vida de la gente o de su salud. Es un problema ideológico”, concluye y añade que la clave está en la falta de conciencia que existe en la sociedad sobre la importancia de la ciencia y de la investigación: “Es fácil recortar en esto, porque somos pocos y la sociedad no es consciente de la importancia de la investigación. El investigador predoctoral no es un estudiante, es un trabajador. Yo estuve trabajando en el Reino Unido y la conciencia que tiene la sociedad es muchisimo mayor, respeta mucho más lo que hacemos”.
Pedro, físico experimental, pone el énfasis en los acuerdos políticos para llegar a un consenso sobre la importancia de la I+D+i: “Sería fundamental que todos los partidos políticos se sentaran a debatir y firmar una Ley de Ciencia o un plan con lo que se quiere hacer de aquí a 20 años, para que no cambie el modelo con cada cambio de gobierno. En Galicia acaban de aprobar una Ley de innovación que es un desastre, y además se aprueba sin consenso político”. Para Pedro la clave está en que “en ciencia no se gasta, se invierte. Y lo importante es que los Gobiernos tengan claro eso”. Señala también que “es importante invertir en investigación básica, porque a medio y largo plazo es la que va a ir posibilitando avances en el conocimiento y en la técnica. Por ejemplo el proyecto del LHC comenzó hace más de 20 años y es ahora cuando está dando sus frutos en múltiples aplicaciones en la tecnología y en otras áreas”.