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Beatriz Figueroa: Dos años de lucha por los derechos de las enfermas de cáncer

Beatriz Figueroa en una manifestación para reclamar mayor protección a los enfermos de cáncer.

Miguel Pardo

Hace ahora dos años, Beatriz Figueroa comenzó su batalla. En solitario, sin apenas apoyo, esta enferma de cáncer peleó -y pelea- para que se reconozca una mayor protección para los enfermos de esta dolencia que estén en tratamiento. Aquel 21 de mayo de 2013 inició una huelga de hambre. Recogió firmas y presentó medio millón en el Congreso de los Diputados, donde tan solo el PP votó en contra de la toma en consideración de su propuesta -presentada por el BNG- en la que solicitaba la incapacidad permanente, no definitiva, para los enfermos de cáncer sometidos a un tratamiento y mientras no se produzca su curación a través de una modificación legislativa.

"Estoy igual de sola que hace dos años y ya no puedo más; no tuve el apoyo que necesitaba", dice Beatriz Figueroa

Afectada particularmente, insistió en el juzgado número 3 de lo social de Vigo en su causa contra el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), que no le reconocía la invalidez. Una reclamación que le había sido negada en tres ocasiones, aunque la justicia acabó dándole la razón. Pero después de mucho tiempo y solo para su caso. Ahora, dice estar “igual de sola que hace dos años”. “Físicamente esto me costó mucho, mi salud se deterioró y ya no puedo más; no tuve el apoyo que necesitaba”, asegura.

Ganó su batalla personal y vio aumentados sus ingresos en unos 120 euros al conseguir una pensión del 55% de su base regulativa de los últimos años en los que trabajó. Antes cobraba 426 euros a través de un subsidios y después de agotar su prestación por desempleo, una cantidad con la que también hacía frente al 40% de los gastos en medicamentos. “Empecé con esto porque la situación no tenía mucho sentido; mientras una administración intentaba salvame la vida, la otra me privaba de los medios suficientes para sobrevivir; me parecía una ironía terrible”, dice quien en su situación acudía cada tres meses a sellar la tarjeta del paro. “Tenías que repartir tus fuerzas, sin medios y haciendo frente a la muerte; no había manera de salir de eso; busqué todas las vías, solicitando la incapacidad, el reconocimiento de una situación que afectaba a miles de personas, pero al tiempo formaba parte de esos 5 millones de parados que tenía que visitar cada poco la oficina de empleo”, recuerda.

"Empecé con esto porque la situación no tenía sentido; una administración trataba de salvarme la vida y otra me privaba de los medios suficientes para sobrevivir"

En el mes de marzo de 2011, le diagnosticaban cáncer de mama. Después de perder su trabajo y de una depresión, pasa dos veces por el quirófano, mayo de 2011 y mayo de 2012, y por un proceso de quimioterapia. Al agotar la prestación por desempleo, solicitó el pago directo al INSS por incapacidad temporal, pero a pesar de haber cotizado más de 20 años, y una vez acabada la prestación, recibía únicamente esos 426 euros que, según la propia Administración decía, son de sobra para las “necesidades de vivienda, alimentación y vestido”, por lo que eran incompatibles otras ayudas económicas complementarias.

Mientras luchaba en varios ámbitos de su vida, peleó también por un cambio de ley para que estas incapacidades no tengan que ser reconocidas en los juzgados y tras meses de pelea, sino que se haga a través de una valoración médica. La abogada y periodista insistió en que el motivo por el que el PP se niega a tan siquiera debatir un cambio normativo es económico. Los populares votaron en contra de una proposición apoyada por miles de firmas y toda la oposición. “Sabía que mi situación era la de muchos enfermos que la sufrían por la coyuntura económica y por la legislación vigente”, cuenta ahora. “La Administración dificultaba el reconocimiento a los enfermos... Tenía que haber una protección especial y logramos un consenso que no fue fácil, pero el PP aplicó el rodillo de su mayoría y lo echó abajo”, dice.

“No hubo compromiso de los partidos; no hay voluntad”

Ahora se siente decepcionada. “Los partidos votaron a favor en el Congreso, pero yo sigo estando igual de sola que hace dos años; no tengo infraestructura detrás, me gustaría haber tenido una asociación, financiación y colaboración de gente, pero no puedo más”, quien reconoce el apoyo del BNG y de su diputada Olaia Fernández Davila. “Pero el Bloque es minoritario en la Cámara y no puede hacer mucho más”, cuenta.

“No se trasladó un compromiso fuera de aquel voto puntual”, añade Figueroa, que pide “la ayuda” de partidos más grandes como el PSOE. “Intenté trasladarles mis peticiones pero no tuve respuesta; tienen una materia pendiente que tienen que abordar, pero parece que no hay voluntad”, insiste quien sabe de lo “ambicioso” de esa ley integral de protección de los enfermos de cáncer, semejante a la existente en Francia, pero que también sabe que hay muchas opciones. La Generalitat catalana acaba de aprobar un plan anti-cáncer que “no es todo lo que se puede hacer, pero que es algo”. “Por algo hay que comenzar, pero desde la Xunta, a nivel autonómico, tampoco se hizo nada”, asegura.

Figueroa echa en falta el apoyo de los grandes partidos o de la Xunta que, recuerda, "no hizo nada tampoco a nivel autonómico"

Beatriz Figueroa se reunió con el Defensor del Pueblo, al que puso sobre la mesa a posibilidad de unas prestaciones autonómicas para paliar la situación de los enfermos mientras no hubiera una regulación general. Pero nada. Ahora tiene cita con el Defensor en Madrid el próximo 16 de junio. Que una persona, sin formar parte de una asociación, sea recibida ya es una buen señal. “Quizás considera que son la voz de muchos ciudadanos con el incluso problema”, dice.

"Ni la AECC ni el GEPAC se mojaron; no es lo mismo concienciar que denunciar porque denunciar es ir contra el sistema al que están vinculados"

La abogada y periodista tampoco está muy contenta con la reacción de colectivos como la Asociación Española contra él Cáncer (AECC). “Pocos días después de que yo lanzara mi petición decían que la situación económica era difícil y no se posicionaron públicamente a mi lado porque hay muchos intereses creados y tienen convenios de colaboración con las administraciones”, asegura. La GEPAC (Grupo Español de Pacientes con Cáncer), dice, “tampoco se mojó”. Figueroa llegó a desmentir unas declaraciones en la que esta entidad aseguraba haberle dado su apoyo. En cuanto a personajes públicos y relevantes, Beatriz cree que “no es lo mismo hacer una campaña de concienciación, que es importante, que denunciar esta situación... Porque denunciar es ir contra el sistema y hay mucha vinculación con este sistema”, finaliza. 

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