Una ola de incendios quema docenas de hectáreas en Galicia en pleno noviembre
Una ola de incendios en pleno temporal, a finales de noviembre y con las primeras -pero escasas- lluvias de los últimos días. La sequía que lleva meses afectando Galicia y los fuertes vientos registrados este miércoles facilitaron la expansión del fuego que se registró en algunas zonas poco acostumbradas a las llamas como A Mariña, en el norte de la provincia de Lugo.
Allí, un incendio se declaró a las cuatro de la tarde de este miércoles en los montes de Noceda, en Ribadeo, para extenderse por la parroquia de Devesa y quedar controlado alrededor de las once de la noche después de quemar más de 20 hectáreas. En este fuego trabajan tres agentes, siete brigadas, cinco motobombas y una pala, según la Xunta de Galicia, además de bomberos comarcales, Guardia Civil, Protección Civil y policía local del ayuntamiento.
La lluvia, que apareció sobre las ocho de la tarde, facilitó que quedase controlado el fuego. Con todo, el fuerte viento complicó y complica las labores de extinción, al igual que ocurre en otro incendio registrado en el ayuntamiento ourensano de O Bolo. Allí, la superficie quemada supera ya las 20 hectáreas según la Xunta, afecta a la parroquia de Celavente y ha quedado controlado desde las 5 de la madrugada de este jueves. Trabajan siete agentes, 16 brigadas, ocho motobombas y una pala y la superficie afectada podría ser mayor, según aseguran varios vecinos y a espera de que quede extinguido.
A pesar de que la Xunta sólo ha informado de estos dos incendios, por superar ambos las 20 hectáreas de superficie quemada, no han sido los únicos que se declararon este miércoles en Galicia. Las llamas fueron importantes también en Pantón, en la Ribeira Sacra, acercándose a la N-120 en la zona de Os Peares. En Xermade (Lugo), otro foco ha quedado controlado por la tarde después de quemar nueve hectáreas de superficie rasa en la parroquia de Lousada. En el municipio lucense de Friol, fueron cuatro las hectáreas ardidas en la parroquia de Vilafiz, mientras que en el ayuntamiento coruñés de Cerdido las llamas quemaron 2,5 hectáreas de monte arbolado.
Los vientos del sur y las fuertes rachas (de hasta 127 km/hora en Cedeira o 113 en Viveiro) fueron claves para la expansión del fuego, controlado o extinguido en muchos casos por las lluvias que cayeron durante últimas horas de la tarde en muchas comarcas gallegas. En el conjunto del país, se registraron este miércoles cientos de rayos, varios vuelos no pudieron aterrizar ni en Compostela ni en A Coruña y el transporte de ría entre Vigo, Cangas y Moaña fue suspendido. Los servicios de emregencias atendieron 77 incidentes en el que fue el primer temporal del otoño y que coincidió con varios incendios a pocos días de entrar en el mes de diciembre.
