Feijóo abronca a la oposición gallega por sus preguntas en el Parlamento
En Marea es responsable de meter la lengua gallega en la “lucha partidista”, el PSdeG no puede preguntar a la Xunta por el paro porque durante sus gobiernos este subió y el BNG no puede criticar la corrupción en el PP porque su exconselleiro de Industria durante el bipartito (2005-2009), Fernando Blanco, está imputado. Este es el resultado de la sesión de control al Gobierno de la Xunta celebrada este miércoles en el Parlamento de Galicia, que el presidente, Alberto Núñez Feijóo, ha convertido una vez más en sesión de control a la oposición.
Comenzó la sesión con la portavoz del BNG, Ana Pontón, echando en cara a Feijóo que la corrupción del PP contribuye al incremento del paro a través de la mala gestión de los recursos públicos o los “favores” a empresas afines como Ferrovial. La nacionalista destacó la “inestabilidad que está generando en todo el Estado un partido [el PP] que está trufado por la corrupción” y en el que Feijóo es “miembro de la dirección estatal”. La respuesta de Feijóo, junto con la habitual apelación a los mejores datos económicos de Galicia con respecto al resto de España, fue que la corrupción afecta a todos los partidos, incluido el BNG, y le preguntó a Pontón “donde está” el exconselleiro nacionalista del bipartito Fernando Blanco, imputado en una de las causas derivadas de la operación Campeón. “No se toma en serio la corrupción”, llegó a decirle el presidente a la portavoz nacionalista.
La siguiente pregunta al Gobierno fue la que el portavoz del PSdeG, Xoaquín Fernández Leiceaga, formuló sobre los malos datos de empleo en Gailcia ofrecidos por la última encuesta de población activa (EPA). La respuesta de Feijóo incluyó su reproche al PSOE por el incremento del desempleo durante sus gobiernos y su pregunta sobre “cuáles son las recetas” y “las propuestas” del PSOE. El presidente y Leiceaga se enzarzaron echándose en cara los datos de la EPA o del paro registrado según fueran mejores o peores para sus argumentarios. Feijóo llegó a echar mano de la caída de la población para justificar el descenso del número de empleados -136.000 menos que en 2009, según destacó Leiceaga-, y el socialista le echó en cara que ese retroceso demográfico también “funciona a favor de la reducción de las tasas de desempleo”. El presidente también insistió en que mantiene su promesa de crear “80.000, 100.000 nuevos empleos” a lo largo de la legislatura.
La última pregunta de la sesión correspondió al portavoz de En Marea, Luís Villares, que inquirió a la Xunta por el efecto de sus políticas en el retroceso del uso del gallego. Feijóo comenzó su respuesta echándole en cara que preguntara por la cuestión justo unos días antes de la celebración del Día das Letras Galegas -que situó inicialmente en el “15 de mayo”, para después rectificar, ya que se celebra el día 17- y le reprochó también que la diputada de En Marea en Madrid Yolanda Díaz hable ahora “en español” y que el programa de televisión La Tuerka, realizado en Madrid con Pablo Iglesias cómo uno de sus presentadores, no emplee el gallego.
El presidente sugirió a Villares que lea al escritor Carlos Casares, homenajeado este año en el Día das Letras, y al que presentó cómo “constructor de puentes”. Feijóo también reclamó a Villares “excluir la lengua de la lucha partidista”, obviando las campañas de ataque al gallego que el PP apoyó durante la campaña electoral de 2009 que lo llevó de vuelta a la Xunta. Feijóo admitió que los principales problemas del gallego se registran “en el campo económico y en la juventud”, y en ese ámbito anunció, a pocos días del Día das Letras, la presentación de un plan de impulso de la lengua entre los más jóvenes.
