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La UE tendrá aviones propios para apagar incendios fuera de temporada como los de Galicia y Portugal

El comisario de Gestión de Crisis, Christos Stylianides, en el Centro de Coordinación de Emergencias de Bruselas

David Reinero

“Las catástrofes naturales se han convertido en la nueva normalidad”, dijo hace unos días el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, al anunciar la decisión de su ejecutivo de dotarse de medios propios, al margen de los que voluntariamente venían ofreciendo los estados miembros, para actuar en cualquier gran emergencia europea. Una decisión que el departamento europeo de Ayuda Humanitaria y Gestión de Crisis, con el comisario Christos Stylianides al frente, vincula también con la tendencia a que determinadas catástrofes naturales se produzcan fuera de las temporadas en las que hasta ahora venían siendo habituales, con el cambio climático como telón de fondo. Los incendios forestales del pasado octubre en Galicia y Portugal, admiten fuentes de ese departamento, los refuerza en su decisión de crear una “reserva de medios propios” disponibles en cualquier momento, como aviones de lucha contra el fuego.

“Nuestro sistema de respuesta en caso de catástrofe alcanzó sus límites en su formato actual, de carácter voluntario”, decía Stylianides hace unos días, al anunciar la denominada rescEU. Esta semana el propio comisario ha informado de las líneas maestras de su proyecto a un grupo de periodistas gallegos y portugueses desplazados a Bruselas por la Comisión Europea y el Eje Atlántico de ciudades de Galicia y el Norte de Portugal, entidad que ha fijado en la gestión transfronteriza de las emergencias una de sus prioridades. En su comparecencia ante los medios, en el Centro Europeo de Coordinación de la Respuesta a Emergencias, Stylianides explicó que esa “reserva europea” de dispositivos de protección civil que proyecta tendrá capacidad de actuar de manera inmediata en cualquier país que lo solicite sin tener que depender de que, como hasta ahora, los estados a título particular ofrezcan ayuda.

La denominada rescEU sería “una reserva a nivel europeo de capacidades de protección civil tales como aviones de extinción de incendios forestales, bombas de agua especiales, equipos de busca y rescate urbano y hospitales de campaña y equipos médicos de emergencia”. Sin embargo, a pesar de que la constitución de esa fuerza de intervención en emergencias sería permanente y obligatoria en el caso de la oferta, no sería así en el caso de la demanda. Esto es, el estado que la precise tendrá que solicitar la ayuda, lo que suelen demorar porque supone una evidencia de sus incapacidades propias.

El comisario Stylianides presentó su proyecto como “una red de seguridad que nos permitiría actuar cuando las capacidades estatales no sean suficientes” de manera que “ningún estado europeo va a estar sólo enfrentado a una crisis”. Sin embargo, el comisario insistió en que el dispositivo rescEU “no reemplaza las responsabilidades locales o estatales”, que deben tener capacidad para enfrentarse por sí mismos a las emergencias. En esa misma línea, para que el dispositivo rescEU se ponga en práctica, la Comisión requiere de la implicación de los estados miembros, que deberán convalidar su propuesta a lo largo de los próximos meses. De salir adelante, implicaría la inversión de unos 280 millones de euros hasta 2020 para dotarse de esos medios de respuesta de ámbito europeo.

La Comisión Europea destaca que las diversas catástrofes naturales ocurridas este año son uno de los motivos para acelerar la creación de rescEU. “Sólo en 2017, más de 200 personas murieron como consecuencia de catástrofes naturales en Europa y más de un millón de hectáreas de bosque quedaron destruidas”, destaca la Comisión, con unas cifras en las que Galicia, aunque sólo en una pequeña parte, también está presente, con los cuatro fallecidos y 50.000 hectáreas quemadas sólo en la ola de incendios del 15 de octubre. Es la propia Comisión la que pone el foco en los incendios, de los que destaca que “sólo en Portugal, los daños económicos directos de los incendios forestales que se produjeron entre junio y septiembre se estiman en cerca de 600 millones de euros, lo que representa el 0,34% de la renta nacional bruta de Portugal”.

El denominado rescEU supondrá por una parte la creación de esa “reserva de equipos de respuesta” y, por otra, la ayuda de la Comisión a los estados miembros “a impulsar sus capacidades nacionales mediante la financiación de los costes de adaptación, reparación, transporte y funcionamiento de los recursos de que disponen”. La propuesta comunitaria, dice la Comisión, “racionalizará y simplificará los procedimientos administrativos a fin de reducir el tiempo necesario para movilizar la ayuda de salvamento y rescate”.

La Comisión Europea también hace balance de lo hecho hasta ahora por el denominado Mecanismo de Protección Civil de la UE que ahora quiere llevar más allá. Según sus datos, en estos tres lustros en funcionamiento, el mecanismo comunitario de emergencias “realizó un seguimiento de más de 400 catástrofes y recibió más de 250 peticiones de ayuda”, lo que supone un promedio de más de una al mes.

La propuesta del dispositivo rescEU que lanza la Comisión Europea viene acompañada, para el caso peninsular, de la petición lanzada hace unas semanas por la Red Ibérica de Entidades Transfronterizas ( RIET), que agrupa organismos de toda la Península y de la que forman parte cinco entidades con presencia en Galicia, de que España y Portugal creen un ente coordinador de las emergencias “con mando sobre los recursos de los dos países para la lucha contra el fuego y con capacidad de respuesta inmediata”. La idea se concretaría, según divulgó hace unas semanas el Eje Atlántico, miembro destacado de la RIET, en la creación de una “cooperativa europea coparticipada por los gobiernos de los dos países, las comunidades autónomas y entidades asimilables de Portugal, los ayuntamientos y las redes representativas de cooperación, que gestionarían directamente la prevención y combate contra los incendios”.

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