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La Xunta aumenta hasta 900.000 euros al año los beneficios de la concesionaria del mayor albergue del Camino de Santiago

Vista aérea del gran albergue de peregrinos del Monte do Gozo, en Santiago

David Reinero

Más beneficios para quien lo quiera gestionar. Esa es la decisión tomada por la Xunta para que alguna empresa privada asuma la explotación del mayor albergue de peregrinos del Camino de Santiago, el del Monte do Gozo, creado por Manuel Fraga en los 90 y con capacidad para 620 personas, después de que en el último año quedasen desiertos los dos concursos que convocó para tal fin. En la tercera licitación abierta ahora el Gobierno gallego contempla que los beneficios anuales de la adjudicataria lleguen hasta los 900.000 euros al año en los últimos ejercicios de la concesión, unos 100.000 euros más que lo que preveía en el primer concurso.

La Xunta, a través de su entidad de gestión del Xacobeo, no sólo no aspira a mejorar sus propios ingresos a través del canon que la empresa le debe pagar, que permanecerá en solo 85.000 euros anuales, sino que ahora también aportará inicialmente de las arcas públicas 2 millones de euros para las obras de reforma necesarias en el complejo antes de su reapertura, inversión inicial que antes se dejaba en manos del adjudicatario.

El macroalbergue de peregrinos del Monte do Gozo, que en los últimos años había caído en un notable abandono, fue licitado sin éxito por primera vez en julio del año pasado para que una empresa privada lo repare y gestione y, a cambio de los beneficios que obtenga, le entregue un canon anual a la Xunta. Según aquellos primeros pliegos de condiciones, ese canon debería ser de por lo menos 85.000 euros al año, cifra que podía ser incrementada en las ofertas que realizasen las empresas, mientras que los beneficios anuales del complejo para el operador privado oscilarían entre los 350.000 euros previstos para 2019 y los 800.000 para 2027, último año de la concesión.

A pesar de esas cifras, la Xunta no consiguió que ninguna empresa mostrase interés por la concesión ni en el primer concurso ni en un posterior procedimiento negociado y, según admitió ante el Parlamento de Galicia, decidió hacer “más atractivo para el sector” el contrato. Eso es lo que hace con el tercer procedimiento de adjudicación ahora en marcha, al que las empresas interesadas pueden presentarse hasta el 11 de septiembre.

Las nuevas condiciones fijadas por la Xunta aumentan de 10 a 15 años el período concesional, hasta 2033, incluyendo así un año santo más, el de 2032, a añadir a los de 2021 y 2027 ya incluidos en el período previsto anteriormente, lo que debiera suponer un incremento de los usuarios del complejo asociado al incremento general de peregrinos en esos eventos. Antes, la empresa adjudicataria deberá realizar obras de reforma del complejo, pero mientras que en el primer concurso esas actuaciones debían correr exclusivamente por su cuenta, ahora la Xunta está dispuesta a aportar 2 millones de euros, cifra que las empresas pueden rebajar en las ofertas que realicen.

La aportación económica de la Xunta para arreglar el complejo (no es la única en el entorno, en la que ya está realizando otras actuaciones de mejora por más de un millón) así como el aumento del período concesional modifican las previsiones de beneficios de la concesionaria incluidos en los pliegos de condiciones de este tercer concurso con respecto al primero. En aquel se preveían dos primeros años de pérdidas para, en el tercero, obtener un beneficio neto de explotación de unos 350.000 euros, cifra que iría aumentando hasta los 800.000 euros del décimo año, el 2027. En el nuevo concurso sólo se prevén pérdidas en el primer año mientras que los beneficios comenzarían ya en el segundo, con cerca de 250.000 euros y superarían los 900.000 euros tanto en 2032 cómo 2033.

Por el contrario, a pesar de ese incremento del beneficio y de su aportación económica inicial para reformar el complejo, la Xunta no aspira a incrementar el canon anual que la adjudicataria le tiene que pagar. Sigue siendo de 70.000 euros más IVA, unos 85.000 euros, misma cifra que en el concurso de hace un año y que sólo se vería incrementada si alguna empresa así lo propone en su oferta.

Si el primer concurso preveía que el complejo comenzase a funcionar el pasado 1 de julio de este 2018, la demora en encontrar una empresa interesada hace que ahora la Xunta fije como fecha máxima de reapertura del Monte do Gozo el 1 de mayo de 2019.

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