La Xunta empezó a ordenar el uso de mascarillas en una de sus residencias la semana pasada

El Gobierno gallego ha tardado más de dos semanas en ordenar el uso de material de protección para los trabajadores en alguna de las residencias que gestiona directamente. Es el caso de la residencia Volta do Castro en Santiago de Compostela, un centro gestionado por la administración pública y en el que hasta la semana pasada no se dio la orden de proteger a personal y usuarios distribuyendo entre los primeros mascarillas para su uso durante la jornada laboral. 

La orden del Gobierno gallego se ha dado por escrito y tras las denuncias de los trabajadores que acusaron a la dirección de este centro de esconderles “bajo llave” los suministros de protección. eldiario.es ha tenido acceso a la nota de régimen interno enviada por la dirección de este centro de la capital gallega a su personal. El documento tiene fecha del 2 de abril, aunque su recepción se produjo un día después; el pasado viernes a las 09:10 de la mañana. La Consellería de Política Social, de la que dependen las residencias de mayores, asegura que la comunicación interna es la respuesta a las “reticencias de una parte mínima del personal a usar” el material de protección personal y que, una vez tuvieron disponibles equipos, se “recomendó” su uso. 

Según los datos oficiales en esta residencia no se ha producido ningún contagio por coronavirus, algo imposible de contrastar ya que hasta el momento ni usuarios ni trabajadores han sido sometidos en este centro a ninguna prueba diagnóstica hasta el día de hoy, en el que se citó a trabajadores y residentes para hacer el test.

La Xunta admite que “en los primeros momentos de la emergencia sanitaria, cuando los equipos de protección eran muy escasos” la dirección de la residencia de Volta do Castro “decidió dosificarlos para cuando la situación fuese más acuciante”, según asegura a eldiario.es un portavoz oficial de la Consellería de Política Social: “Cuando se recibió más material, se comenzó a recomendar su uso para los trabajadores de la residencia”.

La reclamación por parte de los empleados de esta residencia pública para que la dirección les facilitase los medios de protección adecuados fue respondido hasta hace una semana con el cierre “bajo llave” de las mascarillas de las que dispone el centro. “La dirección fue, planta por planta, departamento por departamento recogiendo las mascarillas que había y hasta se recriminaba a las trabajadoras que se las llevaban de sus casas”, explica la presidenta del comité de empresa en la residencia de Volta do Castro, Mar Peteira.

La trabajadora confirma que hasta que se recibió la orden del 2 de abril los equipos de protección “no se usaban”. “No nos los dejaban utilizar”, puntualiza, “más que en los casos habituales, cuando hay alguna persona residente que tenga una infección hospitalaria o una enfermedad contagiosa”. Peteira asegura que estuvieron casi tres semanas “peleándose” con la dirección del centro para que liberar los materiales de protección y se cumpliesen con los protocolos mientras que, cuando la UME acudió a desinfectar, “la directora posó con mascarilla”.

Peteira confirma que, desde hace una semana, se aplican los protocolos y la residencia cuenta con un circuito limpio (sin contaminación del exterior) y otro sucio diferenciados, cuentan con guantes y mascarillas y se hace un control diario de fiebre a todo el personal.

Los casos de coronavirus en residencias de mayores en Galicia suman 1.232, de los que 867 son residentes y 365 personal. En total, han fallecido 125 personas mayores que vivían en estos centros (65 en las propias residencias y 60 en hospitales), lo que supone un 40% del total de fallecimientos por coronavirus.