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La presión del 'lobby' taurino y las facilidades del Ayuntamiento salvan las corridas de toros en A Coruña

Las corridas de toros que se organizan cada verano en A Coruña tienen una pobre asistencia de público

Miguel Pardo

El próximo martes el Ayuntamiento de A Coruña desvelará la incógnita y comunicará si finalmente hay corridas de toros en la ciudad coincidiendo con las fiestas del Rosario y después de que la administración local fracasara en su intento de que se celebrara la feria en el mes de agosto, como venía siendo habitual en los últimos años. A pesar de que en un principio todo parecía indicar que ninguna empresa se había presentado al concurso, como había ocurrido en verano, parece que será el empresario Tomás Entero, de Tauro Siglo XXI, quien asumirá el evento, tal y como él mismo reconoce en una entrevista.

Ni la falta de afición taurina, ni el rechazo mayoritario –todas las encuestas entre la ciudadanía coruñesa muestran la disconformidad con las corridas y con la subvención pública de las mismas–, ni la posición contraria de toda la oposición, ni el fracaso de asistencia de los últimos años pueden con la manía del Ayuntamiento con los toros. De hecho, según asegura la Concejalía de Cultura, la idea ahora es que este polémico espectáculo se desarrolle de aquí en adelante en otoño y no durante las fiestas de María Pita.

Las facilidades concedidas por la administración local a la celebración de las corridas permitirán, excepto sorpresa final, que los toros vuelvan a aparecer por el Coliseum. El Ayuntamiento de A Coruña, tras el fracaso de agosto, licitó de nuevo el concurso en un intento de atraer alguna oferta, rebajó en un 60% (de 2.500 a 1.000 euros) la tasa que la empresa beneficiaria debería abonar en concepto de canon por el uso del recinto municipal y fijó la posibilidad de que, además de la corrida de octubre, la empresa adjudicataria pudiera organizar la feria taurina durante los dos próximos años, en los meses de julio y agosto, en un contrato que incluso se podría prorrogar otros dos años.

El Ayuntamiento, para facilitar el interés de las empresas gestoras de espectáculos taurinos, había reducido este año (en la primera licitación, que quedó desierta) las dimensiones de la feria, que se celebraría únicamente en dos días (en vez de tres). De igual manera, prometió seguir subvencionando parcialmente su celebración, aportando dinero público para el alquiler del Coliseum y el coste del montaje de la plaza de toros, además de ceder gratuitamente las actuaciones de la banda de música municipal. En total, esta subvención pública indirecta suma 95.000 euros, una cantidad casi tan alta como los 104.000 euros recaudados el pasado año por Eventauro a través de la venta de entradas, una cifra de la que se excluye, obviamente, el elevado número de invitaciones que ayudan a disimular la escasa afluencia de público.

Pero no solo las facilidades del Ayuntamiento han facilitado la vuelta de las corridas. La presión del lobby taurino ha sido intensa. El conocido periodista Manuel Molés lleva tiempo pidiendo ayuda y “pelear” para “salvar” este espectáculo en Galicia y solicitó que “figuras y ganaderos” apoyaran los toros en A Coruña para “evitar otra Cataluña”. Además, Iván Fandiño, torero con orígenes gallegos, aseguró en su cuenta de Twitter que aplazaría el fin de su temporada para acudir a A Coruña, mientras que otros como Serafín Marín se ofrecieron gratis para actuar en el Coliseum, “vistas las dificultades por las que pasa últimamente la fiesta nacional”.

Se celebre la feria o no, Galicia Mellor sen Touradas (GMST) convocará una manifestación antitaurina en las fechas previstas para la organización del espectáculo. El acto servirá bien para celebrar la desaparición de las corridas de la ciudad, o bien para criticar la crueldad de este evento, los perjuicios que provocan para la imagen de la ciudad y la “insistencia” del Gobierno municipal en mantener viva esta práctica. Asimismo, Mocidade pola Abolición, colectivo integrado por los chicos y chicas abolicionistas y adscrito a GMST, acaba de apelar a la “desobediencia cívica contra la pervivencia de las corridas mediante el modelo de subvenciones que promueve el Ayuntamiento de A Coruña”, y que en el nuevo contrato costará casi 100.000 euros anuales.

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