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Greenpeace es una organización ecologista y pacifista, económica y políticamente independiente, no acepta donaciones ni presiones de gobiernos o empresas

Destrucción a toda costa: cuando el Gobierno falla en la protección del litoral

Pilar Marcos, responsable de la campaña de Costas de Greenpeace España

  • Hoy en Greenpeace hemos presentado la decimotercera edición de nuestro informe Destrucción a Toda Costainforme Destrucción a Toda Costa. En este documento hacemos un exhaustivo análisis de los casi 500 municipios del litoral y cómo han protegido, o no, su costa durante los años de boom inmobiliario.

Los datos del análisis de las imágenes de satélite no dejan lugar a dudas, en la franja de los primeros 500 metros de costa, hemos destruído dos hectáreas de costa al día. Una franja que sólo ocupa el 0,55 % de nuestro territorio. Nos hemos comido literalmente la costa y con ella sus recursos naturales. A la cabeza de la costa desnaturalizada está la Comunidad Valenciana con un 51% de la franja de los 50 metros ocupada, después Cataluña con el 44% de su costa destruida y Andalucía con el 36%. Al contrario, la comunidad que porcentualmente menos ocupa su franja costera es Asturias, con un 9%.

El estudio hace un zoom a también a las provincias, a las que más y menos han construído. A la cabeza de están Málaga, Alicante, Barcelona y Valencia. A Málaga sólo le queda sin urbanizar un 30% de su costa. Y también señalamos los diez municipios que más han maltratado su litoral, son el “Top 10” de la destrucción son, por orden alfabético: Calp (Alicante), Calvià (Mallorca), Chiclana de la frontera (Cádiz), Cubelles (Barcelona),Oliva (Valencia), Orpesa (Castellón), San Bartolomé de Tirajana (Gran Canaria), Sant Josep de sa Talaia (Ibiza), Vera (Almería) y Zierbena (Bizkaia).

¿Y qué se puede hacer para parar el ladrillazo en la costa?

Al analizar el informe vemos la responsabilidad absoluta que tienen los ayuntamientos en la gestión de su litoral. A pesar del parón urbanístico, debido a la crisis del sector de la construcción, la gran amenaza del litoral es la cantidad de suelo que ya está rotulado como urbanizable. Tan sólo en Cádiz se estima la construcción de 30.000 nuevas viviendas. La locura no ha terminado. Y el Estado en vez de blindar la costa a nuevas construcciones ha optado por la peor de las soluciones, reformar la Ley de Costas para reducir la protección del litoral, en algunos casos, a tan solo los primeros 20 metros.

Los datos de este informe nos sirven para reflexionar sobre lo sucedido hasta el momento, y de cara al futuro, decidir si es necesario implementar políticas preventivas más eficaces en lugar de políticas correctoras como la nueva Ley de Costas. No debe olvidarse además que, en determinados casos, la batuta que ha dirigido el desarrollo urbanístico en la costa española ha sido la corrupción asociada a ayuntamientos y administraciones públicas. Hoy a algunos de esos municipios se les da una palmada en la espalda gracias a la nueva Ley del Ministro Arias Cañete y gracias a que en esta norma se amnistían barbaridades urbanísticas.

Por tanto, fallada la tutela del Estado en la protección de la costa, en Greenpeace llamamos a los alcaldes y alcaldesas a que se declaren insumisos en la aplicación de la nueva Ley. Además, en otoño entregaremos a la UE las casi 150.000 firmas que hemos y seguimos recogiendo junto con Avaaz para pedir que se pare esta Ley.

Las políticas actuales nos están devolviendo a las normas ambientales que existían en los años 60. Precisamente a los años que comenzamos a construir a toda costa.

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