Perseguidos por defender el Ártico

Esto pasó con el Gobierno francés, en Muroroa (Océano Pacífico) en el año 72, contra las pruebas nucleares, y la semana pasada ha vuelto a pasar con el Gobierno ruso, protegiendo a la empresa petrolera Gazprom que está intentando perforar el Ártico.

El pasado miércoles, a las 2:34 h, dos activistas de Greenpeace (Sini y Marco) intentaban trepar a la plataforma petrolera de Gazprom, llegaron en lanchas desde el Arctic Sunrise, el barco rompehielos de Greenpeace. El motivo era protestar pacíficamente contra la fiebre del petróleo del Ártico, que es una gravísima amenaza para el medio ambiente del Ártico y además del planeta, porque la humanidad no puede permitirse el lujo de quemar más combustibles fósiles.

El buque guardacostas ruso que estaba allí respondió rápidamente y envió sus lanchas tripuladas por agentes enmascarados. Golpearon y rompieron las lanchas de Greenpeace, amenazaron con pistolas y cuchillos, y realizaron disparos de advertencia con fusiles de asalto. Se llevaron a Sini y Marco detenidos yl os demás activistas volvieron al Arctic Sunrise.

Al día siguiente, comunicaron que Sini y Marcos eran “invitados”, pero no les permitían hablar con nadie, tampoco les decían los cargos de los que se les acusaba. A las 16:35 h desde el Arctic Sunrise nos comunicaban que había un helicóptero sobrevolando el barco, agentes de FSB descendían mediante cuerdas. El abordaje sucedió fuera de las aguas territoriales rusas. A las 17.43 h recibíamos una llamada diciendo que los activistas y la tripulación estaban agrupados en el comedor por los agentes de FSB. Sini y Marco estaban ya con ellos.

Esa misma noche en Washington se llevaba a cabo la primera protesta, de las 30 que han sucedido en estos días, frente a laa embajadas de rusas de decenas de países del mundo, y los 400.000 mails que han llegado apoyando la petición de libertad para el Arctic Sunrise. Menos de 24 horas después, los Científicos del Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo de EE.UU. (NSIDC en sus siglas en inglés) anunciaban que la extensión del hielo que cubre las aguas del Ártico había alcanzado su mínimo anual (el sexto menor registro desde que se comenzaron a hacer estas mediciones mediciones en 1979), y que parece haberse reducido hasta alcanzar 5,10 millones de kilómetros cuadrados. Parecía que el Ártico “hablaba” para dar la razón a Greenpeace.

Hoy el Arctic Sunrise ha llegado al fiordo de Murmansk alrededor de las 10:00 h, acompañado de un remolcador y del barco Ladoga de la Guardia costera rusa.

Seguimos sin saber si Rusia tiene la intención de presentar cargos, y seguimos sin que los abogados de Greenpeace Internacional hayan podido hablar con los 30 activistas que llevan casi 5 días, sin asistencia legal o consular. Aunque muchas publicaciones hablan de acusaciones de piratería contra Greenpeace, los expertos jurídicos hablan de que el abordaje puede constituir una violación de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar.

Estamos a la espera, y no sólo de nuestros activistas, sino también de los resultados de la reunión del grupo de expertos de Naciones Unidas (Panel Intergubernamental de Naciones Unidas sobre Cambio Climático - IPCC), que se está celebrando, no muy lejos de Murmansk, en Estocolmo (Suecia), y que culminará con la presentación de un nuevo informe científico -el quinto- sobre los avances del cambio climático. Previsiblemente, será una nueva confirmación de la gravedad del problema, de su origen humano derivado de nuestra adicción a los combustibles fósiles y de la urgencia de actuar.

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