Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
La confesión de la pareja de Ayuso desmonta las mentiras de la Comunidad de Madrid
El plan del Gobierno para indemnizar a las víctimas de abusos agita la Iglesia
Opinión - El pueblo es quien más ordena todavía. Por Rosa María Artal
Sobre este blog

En este espacio se asoman historias y testimonios sobre cómo se vive la crisis del coronavirus, tanto en casa como en el trabajo. Si tienes algo que compartir, escríbenos a historiasdelcoronavirus@eldiario.es.

Cuatro personas en un bajo de 65 metros, un ERTE y un casero sin escrúpulos: “Mis hijos deben comer antes que vosotros”

alquiler

Juan

23

Mi madre, mi abuela, mi tía y yo vivimos en un piso bajo de 65 metros cuadrados de dos habitaciones y un baño, en el distrito de Barajas (Madrid). Empezamos a residir en esta vivienda en marzo del 2019. En septiembre, el piso fue vendido y, por contrato, fuimos subrogados al nuevo propietario. El contrato está firmado por mi madre (44) y mi tía (49), que son las únicas que tienen ingresos en el domicilio y ambas trabajan en el aeropuerto. Desde el primer día, tanto con el antiguo propietario como con el nuevo, han cumplido escrupulosamente sus obligaciones ingresando el dinero el día 1 de cada mes sin falta (creo que es uno de los pocos propietarios que recibe su dinero el mismo día 1). 

Dada la situación sanitaria, social y económica, ambas han sufrido un ERTE y, a día de hoy, todavía no saben cuánto y cuándo recibirán el dinero del SEPE. Al conocerse esta situación, mi madre y mi tía, de buena fe, decidieron informarle al casero que probablemente se retrasarían en el pago del alquiler (jamás dijeron que no lo pagarían, solo que se retrasarían unos días, como le está pasando a una gran mayoría). Ante esta notificación, el casero respondió literalmente “que no le contemos nuestras penas” y que hiciésemos lo que sea para pagarle. 

Ahora que se ha aprobado la moratoria de alquileres en el BOE del 1 de abril, decidieron acogerse a ella ya que él quiere su dinero en su totalidad. Como esa línea de crédito no está habilitada, preguntamos en nuestro banco y nos dijeron que la semana próxima llamemos. Se le volvió a notificar esto, ya que no podemos llegar a un acuerdo de pago con él al no saber con cuánto dinero vamos a contar al mes hasta que el SEPE envíe una notificación o avise cuánto van a recibir. Al parecer, al haber tanta demanda en curso, aparece en la página web del SEPE que, de momento, no tienen ninguna prestación. 

El día 4 de abril las dos recibieron un correo a las 2 de la madrugada, en el cual el casero exige (sin ningún tipo de educación, empatía o solidaridad) que se le abone, aunque sea la mitad del alquiler, ya que él asegura que debemos tener ahorros, cosa que para nada es así. Con el sueldo de mi madre y tía nos da para vivir al día y no podemos tener ahorros, que ya nos gustaría. Nos dijo, y cito palabra por palabra, que “sus hijos deben comer antes que nosotros”. Este señor es un particular que vive en Barcelona y tiene dos negocios de fisioterapia a su nombre. Entendemos que él también está en una situación complicada como la mayoría de las personas en este país, pero consideramos que no está siendo nada flexible siquiera de esperar unos cuantos días hasta saber los ingresos con los que contaremos este mes y los que vienen. 

Si esta situación de la pandemia y posterior crisis económica nos tiene a todos en un estado de nervios gigante, la insistencia y presión psicológica de este señor hace que la estancia en un lugar cerrado y pequeño sea insostenible, y más aún teniendo a una persona mayor y en situación de riesgo (hipertensa) a nuestro cargo.

Las personas deben saber la explotación y la falta de humanidad de ciertos individuos en estos momentos en los que tanto se dice que hay que ir todos a una y “que no se dejará a nadie atrás”.

Sobre este blog

En este espacio se asoman historias y testimonios sobre cómo se vive la crisis del coronavirus, tanto en casa como en el trabajo. Si tienes algo que compartir, escríbenos a historiasdelcoronavirus@eldiario.es.

Etiquetas
stats