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Europa contra Google: una lucha de titanes con muchos frentes abiertos

La Unión Europea tiene abiertos varios frentes contra Google

Cristina Sánchez

Google controla el 90% de las búsquedas en Europa, más que en su país natal, EE.UU., en el que ronda el 75%.  A nivel mundial, Google controla el pastel publicitario digital, llevándose el 31% de los beneficios, una cifra muy alejada del 7,7% de Facebook. Los gigantes no siempre se llevan bien: aunque la compañía de Mountain View es todo un éxito en el Viejo Continente, las autoridades europeas llevan años librando una intensa guerra contra Google con varios frentes abiertos.

ABUSO DE POSICIÓN DOMINANTE

La Comisión Europea abrió una investigación a Google por abuso de posición dominante en el mercado de los buscadores ya en 2010, tras las quejas del comparador de precios Foundem (Reino Unido), el buscador francés ejustice.fr y la empresa Ciao de Microsoft. En 2012, la Comisión exigió a Google cuatro cambios en su buscador (entre ellos, la forma de presentar hoteles o restaurantes, al considerar que favorecía a sus propios servicios) y la multinacional se comprometió a adoptar medidas.

Después de tres propuestas diferentes de la compañía y lo que parecía un principio de acuerdo, la investigación se reabrió el año pasado. Y no solo eso: Joaquín Almunia, el entonces comisario europeo de Competencia, anunció la apertura de otra investigación sobre AndroidAndroid, y señaló haber recibido quejas por otros servicios de la compañía, como Google Maps, Google + o Youtube

El Parlamento Europeo votó en noviembre a favor de trocear Googletrocear Google, separando el motor de búsqueda del resto de sus negocios para procurar búsquedas más imparciales. Aunque no se mencionaba claramente a Google en la votación y esta resolución no es vinculante, sirvió a la Unión Europea para mostrar su desacuerdo con el dominio del motor de búsqueda y sus numerosos tentáculos.

“No le estamos pidiendo que facilite sus algoritmos, como tampoco reclamamos los secretos de Coca-Cola, pero Google tiene en Estados Unidos una competencia que no existe en Europa. Hay pymes europeas que están siendo expulsadas del mercado”, señalaba Ramón Tremosa (CiU), uno de los eurodiputados que ha impulsado esta resolución. 

Mientras tanto, la actual comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager, ha señalado que necesita tiempo para estudiar el culebrón Google y decidir qué medidas tomará después.

La Organización Europea de Consumidores (BEUC), que presentó una queja formal contra la compañía de 'la gran G' en marzo del año pasado, considera que “la Comisión Europea tiene suficientes razones para mostrar que Google ha infringido la normativa de competencia por la forma en que presenta los resultados de búsqueda. Esto tiene el efecto inmediato de restringir la elección del consumidor, y tiene la implicación a largo plazo de dificultar que las pequeñas empresas puedan competir”, ha explicado John Phelan, portavoz de la organización, a HojaDeRouter.com.

Open Internet Project, impulsado por dos grandes grupos editoriales de Francia y Alemania, Lagardère y Axel Springer, es otro de los proyectos que reclama a los gobiernos europeos, y en especial a la Comisión Europea, que obligue a Google a salvaguardar la ecuanimidad en las búsquedas. Decenas de compañías de toda Europa, como ShopAlike, han firmado el manifiesto de la organización.

DERECHO AL OLVIDO

El Tribunal de Justicia de la Unión Europea dictó una histórica sentencia hace unos meses por la que cualquier buscador en internet es responsable del tratamiento que aplique a los datos de carácter personaldatos de carácter personal que aparecen en las webs publicadas por terceros si son lesivas para el ciudadano y carecen de relevancia. Todo comenzó gracias al español Mario Costeja, que había iniciado en 2009 los trámites legales necesarios para que su nombre desapareciera de Google, harto de que el buscador le presentara como un moroso.

Desde entonces, la compañía (que creó un comité internacional para aplicar la sentencia) ha recibido más de 200.000 solicitudes de retirada de enlaces a través de su formulario, referentes a un total de 760.000 direcciones, según su último informe de Transparencia, y ha retirado el 59,7%.

Para ejercer ese derecho, el solicitante “tiene que dirigirse al buscador y acreditar que el resultado de la búsqueda es por nombre”, puntualiza Ricard Martínez, presidente de la Asociación Profesional Española de Privacidad. “La información no se elimina del buscador, lo que se elimina es la información de las búsquedas por personas”, añade.  ¿Y qué pasa si Google decide no eliminar el enlace? “Si la resolución no es favorable, el ciudadano tiene el derecho de invocar la tutela de la Agencia Española de Protección de Datos”, nos cuenta este abogado.

La Unión Europea no quiere que el derecho al olvido se limite a las fronteras europeas. El grupo Europeo de Protección de Datos del Artículo 29 ha instado a Google a que el derecho al olvido se aplique también a google.com.google.com

¿Qué significa esto? “Lo que quiere decir es que cuando yo ejerzo mi derecho a la oposición, para mí es irrelevante dónde está esa información, es decir, no es un derecho que ejerzo sobre búsquedas que se refieren a dominios web que están solo en Europa. Si la información que me perjudica está en Singapur, mi derecho a la oposición se entenderá exactamente igual que si está en Majadahonda”, nos explica Martínez.

“Hemos decidido un enfoque básico, lo hemos seguido, hemos retirado enlaces en toda Europa, pero no más allá”, respondía David Drummond, responsable de los asuntos legales de Google. El consejo asesor de la compañía opina como Drummond: acaba de publicar un informe en el que concluye que el derecho al olvido no se aplicará de forma global, sino que se limitará a las webs europeas. En este informe señalan, además, que se han de requerir las máximas exigencias para la retirada de enlaces en caso de que su protagonista sea una figura pública. 

A VUELTAS CON LA POLÍTICA DE PRIVACIDAD

En 2012, Google decidió cambiar su política de privacidad y unificar más de 60 políticas en una sola, Es decir, Google puede utilizar los datos de un usuario para otro de sus servicios. La Agencia Española de Protección de Datos ya multó a Google con 900.000 euros por vulnerar la privacidad por tres infracciones graves en 2013. España no es la única preocupada por este tema: en Francia y Holanda Google se ha enfrentado a sanciones similares.  

La situación es diferente en Reino Unido. Después de tres años de investigación, la Oficina del Comisionado de Información ha determinado que la política de privacidad de la compañía es demasiado difusa, y Google acaba de comprometerse a mejorar su política de privacidad en el país.política de privacidad en el país

Alemania es otra de las naciones europeas que ha cuestionado las políticas de la 'gran G'. Un buen ejemplo es Street View: primero, Google tuvo que esperar para poder lanzar este servicio en 2010 por la presión gubernamental, y después el país germano multó con 145.000 euros a la compañía por recoger información de las redes inalámbricas privadas a través de las cámaras de sus vehículos.

LOS EDITORES EUROPEOS CONTRA LA MULTINACIONAL

España se convirtió recientemente en el primer país del mundo en que Google News echaba el cierre, antes incluso de que entrara en vigor la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual que recogía el canon AEDE, por el que los medios de comunicación pueden cobrar una compensación a los agregadores de noticias por enlazar sus contenidos. La Comisión Europea confirmó que el gobierno español había respetado la normativa comunitaria.

En Alemania ya se había aprobado en 2013 una legislación para que los buscadores de internet tuvieran que pagar una compensación a los editores, sin demasiado éxito. La mayoría de grupos editoriales dieron autorización para seguir usando sus contenidos de forma gratuita: el todopoderoso Axel Springer decidió abandonar Google News, pero se vio obligado a volver tras la pérdida del 80% de sus visitas.

El país galo negoció de otra forma con el gigante tecnológico. François Hollande y Eric Schmidt llegaron a un acuerdo en 2013 para que la firma de Mountain View compensase a la prensa francesa por usar sus contenidos con 60 millones de euroscontenidos con 60 millones de euros.

Ahora, el comisario de Economía Digital, Günther Oettinger, se ha mostrado partidario de unificar criterios en toda Europa, e incluso ha propuesto introducir una nueva tasa sobre la propiedad intelectual. “Cuando Google utiliza los trabajos intelectuales de la Unión Europea y trabaja con ellos, la Unión Europea podría proteger esos trabajos y demandar a Google un pago”, ha señalado Oettinger.  

LA INGENIERÍA FISCAL DE GOOGLE

Google también ha tenido problemas con el fisco en varios países, entre ellos España, donde la Agencia Tributaria abrió una investigación en 2011, aunque finalmente Google logró salvar la inspección con solo 1,9 millones de euros más en impuestos. Google Spain es en realidad una intermediaria de otras compañías domiciliadas en Irlanda, lo que ha llevado a que la compañía declare pérdidas en nuestro país en los últimos años (a excepción de 2014) pese a sus ingresos millonarios.  

Las autoridades francesas también sospechaban que la multinacional no había pagado sus impuestos durante 2008 y 2010 por la venta de publicidad y reclaman a Google 1.000 millones de euros por su estrategia fiscal.  

¿El problema? Que Google practica una “planificación fiscal agresiva”, pero no ilegal, para pagar menos impuestos fuera de Estados Unidos. Google reduce la cantidad de impuestos que paga al canalizar sus ingresos a través de un intermediario holandés y de Google Ireland Holding, domiciliada en las islas Bermudas, todo un paraíso fiscal.

Reino Unido ha tomado la delantera para evitar estas técnicas y el ministro de Finanzas, George Osborne, ha anunciado la creación de lo que se ha llamado 'impuesto Google': una tasa del 25% sobre los beneficios generados por multinacionalesuna tasa del 25% sobre los beneficios generados (Osborne apuntó directamente a las tecnológicas) que desvíen su facturación a otros países.  

Así que el cuento protagonizado por la compañía de Sergey Brin y Larry Page, por un lado, y Europa por otro, no tiene un desenlace feliz a la vista. Los tira y afloja son la rutina desde que el gigante norteamericano conquistó el Viejo Continente.

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Las imágenes de este reportaje son propiedad, por orden de aparición, de Kristina Alexanderson, News Oresund , Danny Sullivan, brionv, Wikimedia Commons y Spencer E Holtaway

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