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Arranca la ovación del usuario diseñando tu web como si fuera un club de fútbol

Lo fundamental es que en la grada se lo estén pasando bien (Foto: adriagarcia en Flickr)

David G. Ortiz

Si eres de los que sigue al milímetro al actualidad deportiva, ya habrás leído por ahí que el Bayern Munich ha ganado la Champions de las webs y que el Atlético de Madrid ha sido el club español mejor clasificado. También sabrás que el Barça ha quedado cuarto, la Real Sociedad décima y que el Real Madrid ha caído a las primeras de cambio y está en la parte baja de la tabla.

¿Que no te habías enterado? Pues sí, son las conclusiones de un peculiar estudio elaborado por la empresa Departamento de Internet, que ha analizado las páginas de los 32 equipos con presencia en la máxima competición europea. Curioso, ¿no? Es una de esas ideas innovadoras que colocan por un día en la portada de los diarios (al menos de los deportivos) aspectos que normalmente alcanzan escasa repercusión mediática, como es el caso del diseño web.

Eso de mezclar la tecnología con realidades cotidianas es algo que en HojadeRouter.com nos encanta, así que hemos decidido sumarnos a la causa con nuestra propia métafora. ¿Qué sistema de juego debe poner en práctica un diseñador para que su web enamore a los aficionados?

Evita las jugadas complejas

Se trata de encontrar “el equilibrio perfecto entre sencillo y profesional”, resumen los autores del estudio. La web del Atlético de Madrid es, a su juicio, la que mejor encarna esta filosofía, mientras que la del Barça, por ejemplo, puede resultar “demasiado mastodóntica”. La idea es sencilla: no te pases con los fichajes galácticos si la guerra de egos va a echar por tierra la sencillez de un buen equipo. Procura que la navegación de tu página sea simple, que no peque ni por exceso ni por defecto. En el término medio está la virtud.

Por ejemplo, es muy importante que todas las partes estén bien conectadas, que se pueda llegar de un punto a otro de la web a través de enlaces sin perderse y sin demasiados clics. Que el balón circule. 'Tiki-taka'. Lo mismo sucede con los menús, especialmente el principal. No lo llenes de secciones, categorías, páginas... Por encima de siete elementos, con un máximo de dos o tres términos cada uno, empieza a ser una exageración.

En lo que respecta a los hipervínculos, hay varias cuestiones fundamentales: los enlaces tienen que parecer enlaces (en otro color y subrayados), deben conducir a algún sitio (comprueba que no haya 'links' rotos) y tiene que estar claro de antemano a dónde conducen (mediante el rótulo del enlace, la barra del navegador, globos de texto, información contextual...). Además, si una imagen contiene un enlace, el usuario debería poder reconocerlo a simple vista.

Y, muy importante, evita que el lector se pierda. Emplea recursos como los 'breadcrumbs', enlaces a la página de inicio y botones para volver atrás para que en todo momento sepa donde está y pueda regresar al punto de partida si se desorienta.

Que el público se divierta

Todos dicen que es su prioridad, pero a menudo los grandes clubes multimillonarios la acaban relegando para centrarse en cuestiones más empresariales. No debería ser así. La principal misión de un equipo de fútbol debería ser que los aficionados disfruten viendo jugar a sus ídolos. Con las webs pasa algo muy parecido. No tiene ningún sentido montar una página que ofrece la información que interesa a la empresa y no la que interesa al usuario.

¿Y qué es lo que interesa a los fans del balompié? Noticias oficiales sobre la entidad, calendario de próximos partidos, resultados anteriores, venta de entradas, estadísticas, plantilla... Ese tipo de cosas son las que busca el internauta que entra en la web de un club de fútbol. El Barcelona es, según el estudio, el que mejor ha sabido identificarlas.

Habla claro

La metáfora futbolística es de lo más apropiada en este caso. “No hay rival pequeño”, “el fútbol es así”, “son once contra once”, “tenemos que ir partido a partido”... Estamos hartos de escuchar tópicos como estos, que demuestran que la comunicación no es uno de los fuertes de los protagonistas del fútbol. Sin embargo, debería ser una cuestión clave, sobre todo en la web. “No es un medio, no es un blog, no es un jugador... Es un club que debe comunicar con un tono muy concreto”, recuerdan los autores del estudio. ¿Y cuál es ese tono?

Para empezar, aunque esto sea muy fácil decirlo y muy difícil hacerlo, deben hablar el mismo lenguaje que sus usuarios. Los típicos textos de las agencias de comunicación no son lo más indicado. Los contenidos de una web de este tipo deben ser frescos, dinámicos, atractivos y tienen que aportar valor al lector. Además, es importante mantener la máxima imparcialidad posible, sin por ello dejar de defender los valores de la empresa. En realidad con no faltar a la verdad sería suficiente.

Tomemos el ejemplo que nos proponen los autores del estudio: los fichajes de David Villa y Gareth Bale. Como podéis comprobar, la web del Barça es la que emplea el lenguaje más cercano, insertando incluso las declaraciones del jugador por medio de tuits, y también la que más detalles aporta (condiciones del acuerdo, palmarés del jugador, primer partido que disputará con la elástica rojiblanca...) Mientras tanto, la web del Real Madrid ofrece un solo párrafo de información, con el estilo encorsetado y formal típico de una nota de prensa. La del Atlético de Madrid, por su parte, podría ser un ejemplo a medio camino.

No caigas en la anarquía

Sobre el terreno de juego, cada jugador debe conocer perfectamente su papel y moverse dentro de su posición, participando en las jugadas de forma coordinada con sus compañeros de equipo. De nada sirve que tres jugadores corran a la vez a por el mismo balón o que vayan varios hombres a defender al mismo atacante dejando a otros rivales desmarcados. La colocación, aprovechar los huecos... Todo influye y una buena estrategia de juego debe evitar el caos en todo momento.

Una vez más, con las webs sucede lo mismo. Hay que huir de la sobrecarga informativa, del ruido, y jerarquizar la información de la forma más natural posible. Procura que la interfaz de tu página sea limpia, con espacios en blanco (que no tienen por qué ser necesariamente de color blanco) para que el contenido 'respire' y el lector pueda descansar la vista.

Trata de organizar el contenido para que la web no sea demasiado larga (cuanto menos 'scroll', mejor), utiliza la tipografía, los tamaños de letra y los colores para establecer una jerarquía clara y destacar la información más relevante. Fíjate en la web del Atlético, que es la mejor parada en el estudio, y trata de no cometer los mismos errores que el Madrid.

La estética también es importante y, no, no nos referimos al nuevo 'look gafapasta' de Cristiano Ronaldo. Intenta combinar los colores y el resto de elementos de diseño con elegancia, sin estridencias, buscando transmitir la sensación de una página limpia y organizada.

Piensa en el futuro

Hay un error que cometen todas las webs de los clubes españoles analizados (y muchos de los extranjeros) y que deberían corregir cuanto antes: la ausencia de un diseño 'responsive' (adaptativo) que permita una visualización óptima de la página independientemente del tamaño de la pantalla del usuario. Es fundamental porque cada vez son más los internautas que navegan desde tabletas o teléfonos inteligentes.

Ya no se trata de tener una versión móvil o una aplicación aparte, sino de que la misma web corporativa se adapte en tiempo real a las dimensiones del dispositivo en que se está visualizando, reorganizando y redimensionando los elementos que aparecen en pantalla.

Salir a ganar

Si quieres que tu web esté a la altura de los mejores no puedes descuidar ninguno de estos aspectos. Al igual que sucede en un equipo de fútbol, nada puede dejarse a la improvisación. Cualquier detalle puede marcar la diferencia entre jugar la Champions o asomarte al abismo del descenso. Cada visita es un partido que se juega con el usuario en la grada, pendiente de cada movimiento. Pon todo tu empeño en ofrecerles una experiencia irrepetible, porque al final son ellos los que pagan la entrada.

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