¿Salen las cuentas? Estas son la cara y la cruz de las cifras de Twitter antes de su estreno en el parqué
La salida a bolsa de Twitter parece estar muy próxima. Si hace menos de un mes la red social confirmaba su futura incursión bursátil y evitaba hacer públicos los detalles, hoy se conocen ya las cifras que la empresa ha remitido al regulador de la bolsa estadounidense, la Securities and Exchange Comission (SEC por sus siglás en ingles). La intención de la firma de 'microblogging' es obtener 1.000 millones de dólares con su puesta en escena en el parqué.
En pocas semanas, posiblemente a finales de octubre o comienzos de noviembre, todos los amantes de la tecnología estaremos atentos al valor que acompañe a las cuatro letras “TWTR” en el 'ticker' de la bolsa. De momento, gracias a la oferta pública presentada ante la SEC podemos conocer algunas cifras sobre el presente, el pasado y el futuro de Twitter que hasta hoy habían sido un misterio.
¿Cuántos somos?
Cada vez hay más usuarios en Twitter, sí. Pero, ¿cuántos hay exactamente? ¿Cuántos de ellos son activos? Según la red social, al finalizar el primer semestre de 2013 había más de 218 millones de usuarios activos mensuales y 100 millones de usuarios activos al día. Entre todos publicaban diariamente 500 millones de tuits.
El 75% de estos más de 218 millones de usuarios accedió a Twitter a través de dispositivos móviles, lo que convierte a la plataforma de los 140 caracteres, sin lugar a dudas, en una empresa eminentemente móvil. Tanto es así que el 65% de los ingresos por publicidad vienen de los anuncios para estos terminales. Y son perfectamente conscientes de ello. “El móvil se ha convertido en el principal motor de nuestro negocio”, se puede leer en el informe.
Todas estas cifras de audiencia tienen en cuenta a aquellos que acceden a la red social a través de páginas web o aplicaciones de terceros y que, en lo que respecta a los anuncios, son usuarios “ciegos”. En efecto, esos también son usuarios activos de Twitter, pero no a efectos de negocio, ya que en este tipo de aplicaciones no aparecen los anuncios, que, a día de hoy, son la mayor fuente de ingresos de la empresa.
Sin embargo, hay datos que no ofrecen y que tal vez los potenciales inversores quieren conocer. ¿Cuántos usuarios hay en total? ¿Qué proporción representan los usuarios activos dentro de ese total? ¿Cuántos usuarios abandonan Twitter? Ese tipo de cosas. Y luego está el tema del 'spam', que según la firma representa aproximadamente un 5% de los usuarios (aunque esta estimación se basa en una muestra y podría no ajustarse del todo a la realidad).
¿Qué hay del dinero?
Uno de los grandes problemas de Twitter es el dinero. Más de 218 millones de usuarios equivalen a cero dólares por ingresos directos. Cero. Entonces, ¿cuál es el negocio? De momento, ninguno. La propia Twitter reconoce que no es rentable, pero habla a los futuros inversores de creación de valor a través de los contenidos.
Siguiendo con las cuentas, en el primer semestre de 2013 el pájaro azul ingresó más de 250 millones de dólares, un 107% más que el mismo período del año anterior, y no obstante cerró con unas pérdidas netas de casi 70 millones de dólares. Sin embargo, al contrario de lo que podrías pensar, estas cifras reflejan crecimiento si nos ponemos a comparar con el pasado ya que, según Twitter, en el período comprendido entre 2011 y 2012 ingresaron 316 millones de dólares y sufrieron pérdidas por un valor de casi 80 millones de dólares. Eso estuvo peor. La estimación ahora es que en el presente año se puedan alcanzar ingresos por un valor de 580 millones de dólares.
En cuanto al accionariado de la red social, Evans Williams es el máximo propietario con un 12% del total. Además, Williams tiene todos los derechos de voto de otro de los cofundadores de Twitter, Jack Dorsey, dueño de casi un 5%. Por su parte, el actual CEO, Dick Costolo, posee el 1,6%. ¡Ah! Y es bastante probable que el eterno olvidado Noah Glass esté pasando hoy un mal día tras conocer las cifras de la que también debería ser su empresa...
¿Qué ofreces, Twitter?
Dejando los números a un lado, Twitter quiere vender la imagen de un lugar abierto al público - a diferencia de Facebook y su obsesión por la privacidad - en el que se crea constantemente contenido de valor. Así definen la empresa sus propios responsables en el formulario S-1 presentado para de cara a la salida a bolsa:
Por si no quedaba claro, en su oferta pública Twitter recuerda a los futuros inversores los grandes momentos vividos por la red social, como la victoria de Obama en las elecciones de 2012, la retransmisión de la captura de Bin Laden que, sin saberlo, hizo vía Twitter un usuario paquistaní; o el torrente de información generada en la red social tras el terremoto y posterior tsunami de Japón.
Como decíamos antes, ante la ausencia de ingresos directos, Twitter ofrece un círculo vicioso de creación de valor: a más usuarios, más contenidos, lo que atraerá a más usuarios. Todo ello, claro está, teniendo en cuenta que a más usuarios, más ingresos por publicidad y por lo tanto más tuits promocionados.
¿Es oro todo lo que reluce?
Obviamente, Twitter reconoce los riesgos que conlleva una inversión en la red social. El primer riesgo es su alta dependencia del número de usuarios, de su participación y, por supuesto, de los anunciantes. Ese circulo vicioso del que hablábamos puede suponer la muerte de la plataforma: el día que deje de haber contenidos interesantes o cuando los usuarios se cansen, los anunciantes desaparecerán y, con ellos, el dinero.
El mayor riesgo asociado a esta situación es que la firma no puede controlar cuántos usuarios hay o qué contenidos crean. Es algo que está fuera de su alcance, como el hecho de depender de sistemas operativos, redes y navegadores cuya gestión no está en manos de la propia empresa. Todo esto hace que los resultados sean difíciles de predecir.
Otro de los riesgos es el propio éxito. Cuantos más usuarios tenga, el crecimiento será menor, ya que todo tiene un límite. Podría tocar techo, como algunos ya aventuran que le está sucediendo a Facebook en los países occidentales. Una vez que la expansión de Twitter se vea frenada, ¿morirá de éxito? ¿Los nuevos productos que vayan desarrollando para alargar la vida del negocio serán bien recibidos por los usuarios?
Además, reconocen que el pago de los impuestos derivados de su salida a bolsa puede generar “un efecto negativo en su situación financiera y, por último, advierten a los futuros accionistas de que los actuales propietarios seguirán teniendo los mismos porcentajes de la empresa, por lo que tener acciones de Twitter no dará capacidad de decisión. Ahí no tienen pensado tocar nada.