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Vint Cerf vuelve a ser 'padre' (de internet): así se mandarán los WhatsApp interplanetarios

Internet ya es una realidad en el espacio (Imagen: NASA)

Álvaro Hernández

Imagínate que, en un alarde de valentía, solicitas formar parte del proyecto ‘Mars One’ para ser uno de los primeros habitantes del planeta rojo en el aún lejano año 2023. Piénsalo. Puedes formar parte de un momento histórico y, aunque ya no volverás nunca a la Tierra, vivirías como el protagonista de una película de ciencia ficción colonizando Marte.

Ya que te pones a imaginar, valora la posibilidad de que, al ser seleccionado para viajar al planeta vecino descubras que Steve Wozniak, cofundador de Apple, sea uno de tus compañeros de viaje. No sería de extrañar, ya que él mismo ha afirmado que no le importaría formar parte de la expedición marciana.

Y ahora llega la pregunta del millón. ¿Te imaginas a Wozniak aislado sin poder conectarse a internet?

Internet en el espacio

Si el no tener conexión a internet te disuade de postularte candidato para viajar sin retorno al planeta rojo, ya no tienes que darle más vueltas. Internet ha llegado al espacio gracias a Vinton Cerf. ¿Quién iba a sacar internet de nuestro planeta si no lo hacía uno de sus 'padres'?

El vicepresidente de Google y creador del conjunto de protocolos TCP/IP por los que se rige actualmente internet se planteó en 1997 qué necesitaría el mundo en un plazo de 25 años. “Llegamos a la conclusión de que necesitábamos una conexión mucho más rica que la que estaba disponible para la NASA en ese momento”, afirmaba Cerf en una entrevista a Wired a finales del pasado año.

La diferencia entre un internet terrestre y una red espacial no es pequeña. Son muchas las dificultades que se deben superar para establecer una comunicación similar a la de internet y que, además, sea eficiente.

Por una parte, dependiendo de en qué punto de sus respectivas órbitas se encuentre cada planeta, una comunicación entre la Tierra y Marte puede tardar entre 3 y 22 minutos. Esto quiere decir que tú, colono recién llegado a Marte, le mandarías un mensaje de Whatsapp a tu madre para decirle que has llegado bien y a ella le llegaría dentro de un buen rato. En el mejor de los casos, tú podrías leer su respuesta dentro de 6 minutos y, en el peor de los casos, en casi tres cuartos de hora. Eso contando con que te responda en cuanto le llega tu mensaje, claro.

“Las cosas son mucho más lejanas en el espacio. Las distancias entre los planetas son literalmente astronómicas, por lo que el retardo a la velocidad de la luz es muy elevado en comparación con el que se produce en la Tierra. Así que los métodos que utilizamos para Internet terrestre no sirven si los usamos en una distancia interplanetaria, por lo que tenemos que diseñar un nuevo conjunto de protocolos de comunicación”, afirma Cerf.

Además de la lentitud causada por la distancia, existe un problema derivado de los problemas de conectividad. El hecho de que la señal pueda chocar con un obstáculo o verse afectada por interferencias provocadas por una tormenta solar es bastante probable, con lo que la información se perdería. En definitiva, era necesario crear internet desde cero.

Cerf ha trabajado los últimos diez años junto a la NASA en esta especie de internet interplanetario. Y ya es una realidad. Su nombre es DTN (Disruption Tolerant Networking). El DTN permite que, si una ruta de destino no se encuentra, los paquetes de datos no se descarten. En su lugar, cada nodo de la red mantiene la información el tiempo que sea necesario hasta que pueda comunicarse con seguridad con otro nodo. Este método permite la entrega fiable de la información para el usuario final, ya que tolera interrupciones en la comunicación.

En octubre del pasado año, la Agencia Espacial Europea (ESA por sus siglas en inglés) y la NASA llevaron a cabo la primera gran prueba con DTN. La astronauta estadounidense Sunita Williams controló desde la Estación Espacial Internacional un robot fabricado con piezas de Lego que se encontraba en el Centro de Operaciones Espaciales de la ESA, situado en Darmstadt, Alemania.

Más allá de su posible uso en las futuristas colonias humanas en Marte, DTN supone un nuevo método de comunicación entre recursos robóticos situados en la superficie de los planetas y naves que estén en sus órbitas, o incluso entre las naves y los centros de control terrestres, dejando atrás la comunicación por radio.

En los próximos años, este ‘internet interplanetario’ podría permitir innovar en lo que a métodos de exploración se refiere. Si bien el poner a un ser humano sobre la superficie de un planeta o de la luna es complicado, el hecho de que los astronautas puedan controlar en tiempo real un robot en una de esas superficies facilita las futuras misiones de investigación espaciales.

Al mejorar la transmisión de datos, “se reducen los riesgos y los costes, se aumenta la seguridad de la tripulación y se mejora la ciencia”, según la NASA.

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