Desde hace unos años, se habla de la impresión 3D como la tecnología que ha inaugurado la tercera revolución industrial, una nueva era en la que la fabricación digital es y será cada vez más fácil, rápida y barata.
Los 'makers' se han puesto a la cabeza diseñando sus propias creaciones y cada vez más empresas e instituciones utilizan esta tecnología con los más variopintos propósitos. Una empresa china fabrica ya impresoras 3D para construir casas, la Armada de Estados Unidos planea emplearlas en la fabricación de drones para sus misiones y hasta las obras de la Sagrada Familia se han visto beneficiadas porque estas impresoras encajan a la perfección con la arquitectura tridimensional de Gaudí.
Según un reciente estudio de IDC, el 90% de las empresas que utilizan impresoras 3D están muy satisfechas con la experiencia. Además, si se cumplen las previsiones de la consultora Gartner, solo en 2016 se venderán casi medio millón de máquinas, prácticamente el doble que este año.
Por un precio de entre 1.000 y 2.000 eurosentre 1.000 y 2.000 euros, puedes encontrar ya en el mercado impresoras de las marcas más conocidas (Makerbot, Cubify o la española EntresD), a lo que has de sumar el coste de los plásticos (generalmente, ABS o PLA). La estereolitografía y el DLP, dos técnicas que trabajan con resinas, son más precisas pero al mismo tiempo más caras.
Ahora bien, ¿deben todas las empresas sumarse a esta tendencia TI que ha llegado para quedarse? Te contamos algunas ventajas que la fabricación aditiva puede proporcionar al universo corporativo.
Impresión 3D, desde el I+D hasta el 'marketing'
La firma Tech Pro Research encuestó hace unos meses a 624 compañías de diferentes sectores empresariales y el 60% afirmaba estar utilizando o evaluando emplear la impresión 3D.
Sin embargo, para la mayoría de empresas que ya contaban con estas máquinas, la fabricación del producto final no era lo más importante. Frente a un 19% que lo utilizaba con este fin, un 73% lo hacía para probar ideas y conceptos y un 67% para armar prototipos en la fase de I+D. Este es precisamente uno de los puntos fuertes de esta tecnología: permite hacerse una idea realista de cómo será un producto en pocas horas.
La impresión 3D permite crear productos personalizados y posibilita que los diseñadores tengan un mayor control sobre el proceso de fabricación, ya que pueden probar por sí mismos hasta conseguir lo que desean.
Este método puede beneficiar a todo tipo de empresas, desde el estudio de arquitectura que necesita elaborar maquetas e irlas adaptando hasta el joyero que ahorra dinero testando primero con plástico o el dentista que fabrica protésis de prueba.
Para muchas empresas, las piezas impresas en 3D no son exclusivamente prototipos, sino que forman parte ya de los productos finales. La multinacional Boeing acaba de solicitar una patente de su propio sistema de impresión y los conductos de aire acondicionado de sus aviones ya se fabrican con esta tecnología. Nike utiliza la impresión 3D para fabricar sus deportivas, y también acaba de patentar su propio sistema de impresión.
Esta tecnología también crea nuevas oportunidades para las pequeñas y medianas fábricas: no hace falta invertir mucho dinero en estas máquinas, por lo pueden librarse de las tradicionales limitaciones de las economías de escala.
Las compañías dedicadas a la fabricación de recambios también pueden beneficiarse. Si una fábrica necesita reparar la pieza concreta de una máquina, o un particular la de un electrodoméstico, una compañía podrá diseñársela a medida ya que el proceso es ahora mucho más sencillo y económico. Al igual que muchos 'makers' están fabricando ya sus propias piezas para arreglar su lavadora, también las empresas pueden personalizar los recambios.
La fabricación aditiva está revolucionando incluso sectores para los que no estaba destinada en un principio. Ya hay empresas que apuestan por la impresión 3D de alimentos y compañías como Organovo pretenden imprimir órganos humanos en un futuro.
La impresión 3D se ha convertido incluso en una herramienta de 'marketing'. Ford usa esta tecnología tanto para el desarrollo de sus nuevos vehículos como para su comercialización. Acaba de abrir la Ford 3D Store, una tienda virtual en la que los apasionados del automóvil pueden descargarse sus diseños o pedir sus vehículos favoritos impresos a pequeña escala.
Otro sector que podría tener auge son los servicios de impresión 3D. Shapeways es un caso de éxito en este sentido. Esta plataforma ofrece diseños y prototipos de joyas, drones o componentes mecánicos, pero además se encarga de imprimirlos para aquel que lo desee.
Hay quien va todavía más allá y decide que la impresión 3D llegue a la sede de su empresa en un sentido literal. En Dubái, se erigirá próximamente el primer edificio de oficinas íntegramente construido gracias a esta tecnología, muebles incluidos.
En este sentido, las plataformas de diseños CAD gratuitas como Thingiverse pueden servir para que los empleados se acerquen a este mundo imprimiendo su propio mobiliario de oficinaimprimiendo su propio mobiliario de oficina. El 'do it yourself' que promueve la impresión en 3D ayuda a estimular la creatividad de los trabajadores.
La imaginación es la clave para desarrollar nuevos proyectos con ayuda de una impresora y muchos metros de filamentos de plástico. Así que cualquier CIO debe comenzar ya a analizar qué ventajas podría tener la impresión 3D para su empresa.
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Las imágenes de este artículo son propiedad, por orden de aparición, de Wikimedia Commons, John Abella, Creative Tools y U.S. Army Materiel Command
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