Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
La izquierda busca reconstruirse ante el nuevo ciclo político
El PP de Ayuso bloquea la investigación de los negocios de su pareja
Opinión - 'Un español cuenta algo muy sorprendente', por Isaac Rosa

La edad de oro de las llamadas internacionales: de los locutorios a las tarifas de un céntimo el minuto

De una u otra forma, lo importante es hablar con nuestros seres queridos (Foto: M.Peinado en Flickr)

Raúl Masa

El ser humano es social por naturaleza y siempre ha sentido la necesidad de comunicarse. Por eso, con la distancia y la lejanía llega el desasosiego y la sensación de que algo no va bien. Afortunadamente, las personas también son capaces de evolucionar y, gracias a la tecnología, los kilómetros de por medio han dejado de ser un inconveniente. Así, personas que viven separadas, en países distintos o incluso en continentes diferentes, tienen ahora la oportunidad de conectarse mediante una simple llamada. Suena obvio, pero hemos recorrido un largo camino para llegar hasta aquí y es conveniente que hagamos memoria.

Cuando España salió de la crisis de principios de los noventa, se convirtió en un país económicamente fuerte y con grandes expectativas profesionales y laborales. Todo un rayo de esperanza para muchas personas de fuera, que encontraron en nuestro país una segunda oportunidad para alcanzar un nivel de vida digno, a menudo impensable en sus lugares de origen. Lo más difícil era dar el paso, dejar atrás a la familia, pero la tecnología móvil había evolucionado y, afortunadamente, ya no tenían que pasar mucho tiempo sin hablar con sus seres queridos.

Echemos la vista atrás. ¿Cómo se ha producido esa evolución durante la última década? ¿Qué torres han caído y cuáles se han levantado sobre sus ruinas? ¿Qué nos deparará el futuro?

Los locutorios como medio social

Ahora mismo no pasan por su mejor momento - como casi nada en España -, pero los locutorios han sido durante años los principales referentes de la comunicación transfronteriza, sobre todo para los inmigrantes.

Como explica Sandra Rodríguez, presidenta de ASOCELOM, la asociación que agrupa los locutorios de la Comunidad de Madrid, en 2013 se han cerrado un 40% de los establecimientos que había en la capital y ahora mismo apenas sobreviven unos 800. Como Madrid es una de las regiones con mayor número de inmigrantes, huelga decir que en otros lugares de España el drama ha sido aún mayor. En lo que va de año, según Rodríguez, se han llegado a cerrar hasta tres locutorios por semana.

Las causas son las de siempre: crisis y falta de trabajo, agravadas porque un gran número de inmigrantes han decidido regresar a su país ante la ausencia de oportunidades laborales. En lo que antes se hacían tres o cuatro llamadas a la familia, ahora se hacen como mucho un par de ellas. Así de negro ve el panorama la presidenta de ASOCELOM.

Según Sandra Rodríguez, los locutorios han tenido una década de muy buenos resultados, tanto económicos como de servicio real a las personas, ya que no solamente eran lugares para realizar una llamada, sino auténticos hervideros sociales donde se compartían historias, anécdotas y la gente se apoyaba en la difícil tarea de encontrar empleo.

Sin embargo, los buenos tiempos han llegado a su fin, los locutorios han perdido su papel protagonista y han dejado de ser el principal instrumento para realizar llamadas internacionales, tanto para los inmigrantes como para las personas que de cuando en cuando las realizan por una u otra circunstancia. Además, han perdido gran parte de su valor y, según Rodríguez, ahora mismo se están traspasando negocios por apenas 3.000 euros, que es lo que antes se gastaban solo en licencias para tener en regla el establecimiento.

Parece que las cuentas salen solas, pero hay un factor que todavía no hemos analizado: si los locutorios apenas son una sombra de lo que eran, ¿cómo se hacen ahora las llamadas internacionales? Alguien ha tenido que salir beneficiado de toda esta historia.

Internet y el cambio de paradigma

Si a alguno de vosotros internet no le ha cambiado la vida, que levante la mano. No vamos a entrar en si ha sido para bien o para mal, pero la realidad es esa, que la Red ha suscitado un cambio en los usos y costumbres de aquellos que hacen llamadas internacionales con asiduidad. ¿Quién no conoce o incluso ha utilizado Skype alguna vez? Pues aquí tenemos a uno de los principales enemigos de los locutorios. Bueno, no tiene por qué ser un enemigo... En realidad es simplemente un paso más en la evolución lógica de nuestra forma de comunicarnos.

ASOCELOM es consciente del potencial de internet para la comunicación entre personas de distintos países y, además, es realista con respecto a la aplicación de estas tecnologías los locutorios. Entre que su funcionamiento en estos lugares deja bastante que desear, por culpa de las conexiones, y que cualquiera puede tener en su casa un buen equipo y una conexión decente a buen precio, ya tenemos resuelta gran parte de la ecuación.

Pero no es lo único. Las webs que permiten realizar llamadas VoIP también han supuesto un cambio importante. Todavía son un fenómeno incipiente, pero poco a poco empiezan a descubrirlas los usuarios que no están tan familiarizados con las nuevas tecnologías y, a buen seguro, en un futuro no muy lejano, cuando mejoren las conexiones, se convertirán en una de las alternativas más utilizadas a nivel individual.

Los nuevos actores

Pasar de la cabina de un locutorio a las videollamadas o la voz sobre IP es un paso demasiado largo para mucha gente, que todavía prefiere la opción tradicional. Por eso numerosos operadores de telefonía han comenzado a ofrecer servicios relacionados con las llamadas internacionales. Van a la caza de un mercado que estaba por explotar y al que todavía pueden llegar con ventaja.

Una de las compañías que ha apostado de forma muy directa por este negocio es Orange. “El 20% de la población se comunica de manera habitual con el extranjero”, nos cuenta su responsable de 'roaming', Angélica Sánchez Plaza. “Por eso tenemos una oferta muy completa y adaptada a los distintos segmentos de clientes”. En este sentido, han tratado de incluir en su catálogo soluciones tanto para el cliente más intensivo como para el que, ocasionalmente, necesita comunicarse con el extranjero.

Además, Sánchez Plaza introduce un nuevo elemento al debate sobre los locutorios y su desplazamiento con el auge de internet. “El mercado de OMVs étnicos de prepago se ha desarrollado y crecido de manera exponencial”, afirma, y esa ha sido una de las razones para que ellos mismos se hayan sumado a la carrera por este mercado con Mundo Orange.

Lebara, Layca Mobile, la ya extinguida Ortel, Digimobil… Han sido muchos los operadores móviles virtuales que se han especializado en las llamadas internacionales. Además, al igual que ha sucedido en el mercado convencional, la guerra de precios entre 'telecos' ha acabado por beneficiar al usuario, que en estos momentos tiene acceso a tarifas realmente competitivas.

¿Cuáles son esos precios? ¿Con qué operadores? Pues los tres grandes del mercado nacional tienen ofertas tanto de prepago como de contrato, con precios que arrancan siempre de 1 céntimo por minuto y aumentan en función del destino. Pero no está ahí la principal variación, sino en el coste del establecimiento de llamada, que va desde los 15 céntimos de Orange a los 30 céntimos de Vodafone o Movistar en sus tarifas prepago. En cuanto a los OMV, la línea que siguen es la misma: llamadas desde un céntimo por minuto e incrementos según el destino, con establecimientos que van desde los 6 céntimos de Digimobil hasta los 30 céntimos de Lebara.

Y así termina nuestro viaje por el mundo de las llamadas internaciones y su evolución desde finales de los noventa, cuando los locutorios empezaban a asomar la cabeza. Luego llegó Skype, los operadores entraron al trapo... Bueno, ya lo habéis leído. Podéis estar seguros de que la evolución seguirá su curso y cada vez tendremos a nuestra disposición más formas de salvar las distancias. Todo por esa ancestral necesidad humana de mantener viva la llama de la comunicación.

Etiquetas
stats