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Ciudadanos del mundo: hacia un pasaporte universal basado en la tecnología de Bitcoin

'BlockchainID' quiere ser un pasaporte diferente cuyo único límite sea interpuesto por la tecnología

Lucía El Asri

Christopher Ellis es uno de esos soñadores que aspiran a borrar las fronteras con la ayuda de internet. Ellis imagina un futuro digital, globalizado y descentralizado. Un lugar que se olvide de las identidades “nacionalistas” y que fomente el deseo de convertirnos en “ciudadanos universales”. Los límites territoriales ya no importan: vivimos en un mundo, afirma, en el que “la geografía ya no es la característica que define nuestra identidad”.

Pero, más allá de esa geografía, un trocito de papel sigue teniendo mucho que ver con el sentimiento de pertenencia de los ciudadanos. Hablamos del pasaporte, claro. Ellis lo sabe y ha querido unir sus anhelos y su amor por la tecnología que hace posible la moneda virtual Bitcoin. ¿Su finalidad? Crear un pasaporte distinto, cuyos límites los pongan solo la tecnología y el propio ciudadano.

Un pasaporte que la comunidad de ‘bitcoiners’, según explica Ellis a HojaDeRouter.com, ha bautizado como BlockchainID. Un pasaporte para aquellos que no se sienten ni de aquí ni de allí, sino de cualquier lugar.

Esas personas, las que no quieren limitar su vida a unos kilómetros de tierra, pueden desarrollar ya su propio pasaporte universal utilizando las herramientas de cifrado más comunes - aunque Ellis advierte que este proyecto aún es un experimento, un “ejercicio de aprendizaje” - y siguiendo los pasos que el 'hacker' ha publicado en Github.

Un homenaje a la tecnología Bitcoin

Varios ordenadores, una cámara web, el 'software' de cifrado PGP, un monedero Bitcoin, una impresora y una plastificadora es todo lo necesario para fabricar el pasaporte. También algo de maña en cuestiones de diseño (o un amigo artista) para elaborar un esbozo de lo que será tu nueva tarjeta de identidad universal.

Una vez 'dibujada' esa tarjeta, solo hay que arrastrar el documento hasta la plataforma Proof of Existence para que quede registrado, y para obtener un número de identificación cifrado (ese que asegurará que una persona es quien dice ser). Ese número garantizará que el documento pertenece a un único usuario: será su huella digital.

Para obtener tu número identificativo, la aplicación exige un pago de 0.005 bitcoines (algo más de 1 euro). En este caso, utilizando Proof of Existence, es la propia herramienta la que cifra el número de identificación, pero también es posible utilizar otras que no lo hacen, como Cryptograffiti. Si opta por esta alternativa, el propio usuario tendrá que ejecutar el programa de cifrado PGP.

En el documento final aparecerán, entre otras cosas, el número de identificación público, la fecha en la que fue creado el pasaporte, el nombre de la persona y su foto (aunque esto último no es obligatorio).

Los pasaportes serán almacenados en el “libro de contabilidad” público que hace posible la tecnología Blockchain, la misma que permite almacenar las transacciones de bitcoines. Por seguridad, lo que allí se publica no puede ser alterado más tarde.

Ciudadano del mundo, ciudadano de tu mundo

Ellis justifica su invención por la necesidad de conseguir un pasaporte “seguro y centralizado”. Cuando cientos de países emiten sus propios pasaportes con sistemas de seguridad muy diferentes unos de otros, se hace imposible mantener un verdadero control sobre ellos, sobre los ciudadanos y sobre su circulación. Además, ni siquiera los pasaportes con muchas capas de seguridad consiguen poner fin a uno de los principales quebraderos de cabeza de las aduanas: las falsificaciones.

El que propone este 'hacker' es un pasaporte único, que no difiere en función del país, controlado de forma descentralizada (por todos y por nadie) gracias a a la tecnología de Bitcoin.

Un documento que, además de ser muy barato, impedirá la falsificación gracias a ese control y a que matemáticamente (por el cifrado) es casi imposible de duplicar. “Las matemáticas son demostrables y comprobables en cualquier parte del mundo. No mienten”.

Al tratarse de un pasaporte descentralizado, que no puede caer bajo el control de una sola autoridad o país, razones no le faltan a su creador para pensar que será difícil que los estados acepten este mecanismo (al igual que pocos aceptan la criptomoneda).

Sin embargo, el documento sirve no solo para convertir a su portador en ciudadano del mundo, sino también para hacer que sea ciudadano de una comunidad concreta creada por un grupo de personas con las que ese ciudadano convive. Una nueva “nacionalidad” a la carta, a pequeña escala. Personas que se reúnen en torno a un objetivo común, en torno a un club, a un grupo de amigos... y que quieren construir una red de seguridad robusta y de confianza“, explica Ellis.

La seguridad y la confianza son, por tanto, los pilares de esta tecnología. “Tú y un grupo grande de vecinos, por ejemplo, podéis utilizar este método para entrar unos en las casas de los otros con permiso y libertad”. ¿Eres capaz de imaginar este escenario?

Evidentemente, este pasaporte aún no es algo generalizado. Janina Lowisz, compañera de proyecto de Ellis, es la primera persona en el mundo con pasaporte universal. Aún quedan muchos desafíos por resolver, pero el camino ha comenzado.

Algunos son desafíos técnicos - el trabajo actual se centra en mejorar los datos que aseguran que el pasaporte es emitido por la persona correspondiente -, pero también son desafíos éticos: al ser Blockchain un registro público, la información que se publica siempre será pública. “Una vez que ponemos algo allí, no podemos sacarlo”, y todo lo que tiene que ver con información personal es sensible. Es algo sobre lo que tienen que reflexionar.

A Ellis le gusta pensar que todos esos retos pueden ser superados, a pesar de la desconfianza de los poderes políticos, si se comienza a construir una internet que funcione como “la guía que nos ayude a tomar mejores decisiones en el mundo físico”. Una guía, también, que se olvide de las fronteras dibujadas por conflictos históricos, y que se adapte a las únicas exigencias de una comunidad en línea. Un pasaporte que no discrimine por cuestión de origen y que sea incapaz de distinguir el color de piel.

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Las fotografías utilizadas para este artículo son propiedad de Chris Ellis (2) y Prooofexistence.com

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