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¿Internet en el avión? Claro que sí, pero instalarlo es más difícil de lo que parece

No es tan fácil poner wifi en un avión

Pilar Chacón

Esto de apagar móviles y tabletas cada vez que se suben al avión resulta, para algunos, de lo más tedioso. Menos mal que, una vez superado el despegue y hasta el momento del aterrizaje, permiten al menos escuchar música o echar una partida al Candy Crush. De hablar por Whatsapp o asomarnos a Twitter y Facebook, eso sí, nada de nada. Al menos de momento.

Resulta increíble, teniendo en cuenta lo rápido que progresan las telecomunicaciones. O, al menos, avanzan a toda velocidad en tierra, porque en el aire seguimos sin disfrutar de las ventajas de internet.

No será por falta de interés. Aunque no todas las compañías han equipado sus aviones para ofrecer wifi, algunas como Iberia cuentan ya con una flota de aeronaves que ofrecen al pasajero la posibilidad de conectarse. Como se lee en la web de la compañía, sus aviones de largo radio cuentan con redes wifi y GSM. O, lo que es lo mismo, ofrecen la posibilidad de navegar por internet y llamar por teléfono durante el vuelo.

A la aerolínea no le ha resultado nada fácil. Que no te engañe el vídeo que te mostramos a continuación, en el que verás cómo equipan un Boeing 737 con wifi, porque instalarlo es algo más complicado de lo que parece. ¿Quieres saber por qué?

Cuestión de tiempo...

En el minuto que dura el vídeo, podemos ver cómo se coloca la antena que necesita el avión para conectarse a la Red. Una antena que, como explica Carlos Bueno, ingeniero aeronáutico de Airbus, permite utilizar satélites que nos proporcionan el ancho de banda necesario para conectarnos.

La colocación de la antena no requiere mucho tiempo. Lo que alarga el proceso - como mínimo, un año - es el diseño del sistema wifi y su certificación una vez que se ha instalado. “Este sistema tiene que demostrar que no afecta a la seguridad del vuelo, no produce interferencias electromagnéticas a otros equipos del avión, y que no esté conectado con las redes informáticas del avión, [que] permitan un ataque remoto”.

Pero empecemos desde el principio. Para que cualquier pasajero pueda tener internet durante el vuelo, el avión puede conectarse a la Red de dos formas diferentes: por tierra o por satélite.

Según Sergio Bleda, profesor de ingeniería de telecomunicaciones en la Universidad de Alicante, conectarse a internet por tierra es bastante parecido a cómo lo hace nuestro móvil. Como se muestra en el vídeo, la antena se coloca en la parte inferior del avión, mientras que, en tierra, se despliegan una serie de estaciones a las que se irá conectando la aeronave al sobrevolarlas.

“El problema está en que en el océano perderemos la cobertura, no podemos poner estaciones bases en el mar, y además, las conexiones no es que sean precisamente muy estables”.

Este tipo de conexión se utiliza en Estados Unidos. En Europa, sin embargo, la conexión es por satélite. En vez de recibir la señal de las estaciones que hay en tierra, la toma de los satélites que orbitan alrededor del planeta. La conexión resulta algo más lenta, pero tenemos cobertura mundial por encima de los 3.000 metros.

No obstante, que el wifi del avión se conecte a la red de satélites para acceder a internet no es algo sencillo. De acuerdo con Víctor Herrero, uno de los ingenieros que equiparon la flota de Iberia, el principal requisito para colocar wifi es que todos los sistemas del avión deben estar actualizados.

“Hay un montón de equipos que tienes que actualizar o que tienes que llevar a la última versión disponible para que no se vean en ningún caso afectados. Hay muchísimas pruebas a este respecto, y la regulación es muy dura para asegurar que ningún móvil puedan interferir en estos sistemas”.

...y de dinero

Tres son los elementos necesarios para hacer posible la conexión a la Red: un ordenador que se comunica con el satélite mediante una antena, los ordenadores propios del avión y antenas a lo largo de la cabina. Componentes que, junto con otros detalles, hacen que instalar wifi en el aeroplano suponga un gran desembolso.

Este gasto, la mayor parte de las veces, lo asumen las empresas de telecomunicaciones. Por eso, si un pasajero desea tener internet mientras viaja, tendrá que pagar por el servicio a su operadora y no a la compañía aérea. Así nos lo cuenta Herrero: “Hay compañías que están llegando a acuerdos para instalar en esos aviones el wifi, prácticamente gratuito, y luego la compañía que factura al cliente el wifi se encarga de todo el coste”, incluido el de modificar el avión para instalarlo.

Aún así, este servicio es bastante innovador y, como nos cuenta Carlos Bueno, si no se ha hecho antes es porque “todo tiene que estar bien certificado”. Será el tiempo quien nos diga si el resto de aerolíneas se suman a ofrecer un servicio con el que, de momento, cuentan sólo Iberia y Vueling.

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Las imágenes de este artículo son propiedad, por orden de aparición, de Chris, Kai Hendry, Ahmad Kanaan y Andi Narvaez

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