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El PP mantendrá el nombre de la sindicalista que Vox quería borrar del callejero porque no salía en Google Maps

Margalida Roig y su marido Josep Bonet, miembro del PCE y prisionero en el campo de concentración de Formentera.

Pablo Sierra del Sol

Eivissa —
19 de diciembre de 2023 20:53 h

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El alcalde del municipio ibicenco de Sant Josep de sa Talaia, Vicent Roig (PP), ha anunciado este martes que, finalmente, mantendrá el nombre de Margalida Roig, Llogat -una de las líderes del movimiento obrero durante la II República y represaliada de la dictadura franquista- en una de las calles de la localidad. Tras varias semanas de polémica, el primer edil ha reculado respecto a la moción que, a propuesta de Vox, defendió y aprobó el equipo de gobierno en el último pleno para retirar el nombre de la sindicalista. El primer edil justifica su cambio de postura “en aras de no tener una problemática más allá de la que causa el cambio de nombre”.

El alcalde ha señalado, además, que ha decidido cambiar de opinión después de escuchar a los vecinos de la calle (cuarenta y cinco firmaron para pedir que se devolvieran los nombres y números que tuvieron sus casas hasta septiembre de 2020), a los abogados y técnicos del Ajuntament y a la familia Roig.

Los hijos y las nietas de esta líder sindicalista y feminista que fue encarcelada y desposeída de sus bienes por los golpistas en 1936 enviaron a la prensa un comunicado el pasado viernes donde se leía: “Nos parece una falta de respeto muy grande por parte del equipo de gobierno y de las regidoras del grupo Vox que hayan acordado retirar la calle que lleva el nombre de nuestra madre y de nuestra abuela por motivos políticos, porque nadie con dos dedos de frente puede creerse las razones que se dieron al pleno. (...) Lo que creemos y al mismo tiempo lamentamos es que la historia y el ejemplo de Margalida Llogat todavía hace daño a ojos a mucha gente, a pesar de que han pasado más de cincuenta años de su muerte”.

“Aliviados y satisfechos”

“Nos hemos quedado aliviados y satisfechos por esta modificación”, afirma por teléfono Marina Bonet. La nieta de la sindicalista cuenta que, como explicó el alcalde, tuvieron una reunión con el equipo de gobierno tras el último pleno. Y que en ese encuentro se les propuso mudar a Margalida Llogat a la plaza de Sant Jordi, la parroquia donde está ubicada la calle que honra la figura de esta hija ilustre del municipio, o a un puente que está por construir y cruzará la autovía que acaba a un quilómetro del aeropuerto.

“Lugares incluso más relevantes que la calle actual”, según Vicent Roig. No convencieron. Los familiares no daban su brazo a torcer. “No era el lugar, era el hecho de cambiarlo. No veíamos justificado que se le quitara aquella calle en concreto, después de que se hubiera aprobado por unanimidad”, dice Marina.

Después de que varios lectores de elDiario.es se movilizaran para solicitar a Google Maps que el Carrer Sindicalista Margalida Llogat apareciera en la aplicación (lo consiguió, después de decenas de solicitudes Mónica Fernández, concejala de Unidas Podemos en Sant Josep), desapareció uno de los principales argumentos que había usado el Grupo Popular en el pleno para enmendar una moción presentada Vox –que proponía la eliminación de la sindicalista del callejero municipal– y aprobar la alternativa que se le presentó a la familia de la represaliada. No fue el último movimiento contrario al cambio de nombre que se produjo en los últimos días. Los tres grupos políticos de izquierda que tienen representantes en Sant Josep anunciaron que llevarían una moción para evitarlo.

Tras este giro de guion, PSOE, Unidas Podemos y ARA Eivissa han decidido retirarla. Temporalmente: en enero tienen previsto presentar una propuesta para colocar paneles informativos en el pueblo de Sant Jordi que informen a la ciudadanía sobre los méritos de la única mujer que da nombre a una calle en un municipio que tiene 23.000 habitantes y es el más extenso de Eivissa. Además, las asociaciones que forman el Colectivo 8M en la isla convocaron una protesta frente al Ajuntament coincidiendo con el último pleno del año, celebrado este martes. La concentración se mantendrá pese al cambio de parecer del equipo de gobierno y colectivos como Dones Progressistes y Emprendada Feminista animan a los asistentes a entrar al salón de plenos para seguir la sesión.

Vox: “El PP está fallando a la ciudadanía”

Para Vox, la decisión del PP “es una manera de claudicar ante los violentos” que muestra “la debilidad” del alcalde. “Frente a la extrema izquierda hinca la rodilla en el suelo. Los vecinos han sido los que han querido ese cambio. [El PP] le está fallando a la ciudadanía. Se ha dejado asustar, no tenemos que olvidarlo, por asociaciones feministas regadas con dinero público. Es militancia subvencionada”, dicen desde la agrupación local del partido de ultraderecha.

Según Vox, la imagen que las asociaciones feministas han distribuido para convocar la protesta “no transmite que sea un cartel de gente pacífica”. En el cartel aparece una foto de unas manifestantes con la boca abierta, que exhiben eslóganes y enarbolan una bandera con un puño rodeado por el símbolo de Venus. Los ultraderechistas consideran que esta concentración “no respeta el juego democrático por entrar en una asamblea municipal a hacer su apología feminista”, pese a que el reglamento de cualquier pleno permite la asistencia de ciudadanos (y su intervención en el turno de ruegos y preguntas) y la Constitución ampara el derecho a reunirse de forma pacífica sin autorización previa.

“Creemos que se ha impuesto el sentido común. El equipo de gobierno se ha metido en un despropósito que no tenía ningún sentido. Pronto deberían emprenderse actuaciones para que el pueblo de Sant Josep conociera el valor y los méritos de sus hijos ilustres. Eso ha quedado de manifiesto con esta polémica”, dice Josep Antoni Prats, concejal de ARA Eivissa. Para Pilar Ribas, lo sucedido se debe “al pago de un tributo”.

“Así el PP se aseguró de que Vox aprobase los presupuestos sin problemas en el pleno extraordinario del 5 de diciembre, igual que acaban de hacer en el Parlament balear. Estamos muy contentos de que el actual equipo de gobierno haya recapacitado. Quizás pensaron que no tendría tanta consecuencia social ni habría tantas muestras en contra por parte de colectivos feministas y sindicalistas”, argumenta la portavoz socialista en el Ajuntament. Los ultraderechistas lo niegan y el alcalde, en su intervención ante los medios, volvió a calificar la situación de “problema administrativo” que tratarán de solucionar financiando –no determinaron todavía la cantidad– los costes que hayan tenido que pagar los propietarios que hayan escriturado una vivienda o recibido una herencia desde que la calle se llama Margalida Llogat.

El alcalde asegura que “no es un problema político”

“No es un problema político. Eso lo han creado ellos [la izquierda]. Obraron mal en la aplicación de algo que nos tiene que unir y no separar a los josepins como es la dignidad, y la obra y el nombre de Margalida Roig, Llogat. Nunca hemos querido ocultar su nombre sino ponerlo más en valor todavía. Es un problema administrativo el que estamos intentando arreglar. La problemática ha surgido por un cambio de nombre que se hizo por no consultar a los vecinos ni comunicarles este cambio”, defendió Vicent Roig.

Aunque el alcalde acusó al PSOE de no informar a la ciudadanía cuando se aprobó el cambio de nombre, justificó con “unos problemas de salud durante los días anteriores” no haber comunicado a la familia Llogat la postura del PP en el último pleno, donde apoyó, modificada, la moción de VOX. “Hablamos con la familia justo después del pleno. ¿Lo ideal hubiera sido hacerlo antes? Evidentemente”.

Roig, en 2019, siendo concejal en la oposición, votó a favor de concederle a la republicana el nombre a las calles que hasta entonces se llamaban Camèlies y Montblanc (y cambiar la numeración, lo que ha ocasionado que, según los vecinos afectados, cartas y paquetes no lleguen a su destino). Igual que Vicent Torres, entonces en el grupo municipal de Alternativa Insular, ahora compartiendo grupo municipal con el PP, el partido del que se escindió hace más de una década junto a otros descontentos.

El actual teniente de alcalde, que estuvo al lado de Roig durante la intervención, añadió: “Gracias quizás a esta actuación se sabe quién es Margalida Llogat. Hasta ahora la habían tenido tan escondida como la podríamos haber tenido nosotros. Aunque le hubieran puesto el nombre a la calle, en los últimos tres años no se había vuelto a hablar de ella ni se sabía quién era. Gracias quizás a esta movida, si me permitís decirlo de esta manera, ahora todo el mundo sabe quién fue y qué pasó”.

“Hay gente que no quiere conocer nada del pasado”

El historiador Luis Ruiz, presidente del Fòrum per sa Memòria d’Eivissa i Formentera, celebra que “los políticos reculen cuando meten la pata”, pero califica las palabras de Torres de “excusa increíble, muy mal buscada”. “No tiene sentido. Una calle dedicada al nombre de una persona ya es un recordatorio perpetuo. Se ha hablado de Margalida Llogat en jornadas de memoria histórica organizadas por el ayuntamiento. Quien quiere enterarse de la historia, la conoce porque es una figura muy conocida. Pero hay gente que no quiere saber nada del pasado”. Ruiz considera que gran parte de la polémica viene generada porque la palabra “sindicalista aparece en la placa”.

Precisamente, el número de caracteres –veintinueve– es algo que inquieta al PP “porque dificulta su localización en los buscadores”. Sin confirmarlo, el alcalde y su mano derecha dieron a entender en la comparecencia que, si es necesario acortar el nombre, podrían eliminar la palabra. Es algo que no preocupa a la familia Llogat.

“En el último pleno ya comentaron desde la oposición que a los otros hijos ilustres del municipio, todos hombres, no hacía falta identificarlos con el oficio o el cargo que habían tenido. Que aparezca la palabra sindicalista o no en la placa nos es indiferente. Lo que hubiéramos preferido es que este problema no hubiera siquiera comenzado. No nos ayuda a nosotros ni a la figura de nuestra abuela. Somos una familia discreta, pero hemos tenido que actuar, y lo volveríamos a hacer si se reabre la cuestión”. Por ese motivo, Marina, su hermana Neus y su padre, Joan, hijo de Margalida, no irán al pleno. El conflicto ya ha terminado para los Llogat.

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