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Una madre y su hija, acusadas de aborto ilegal en EEUU después de que Facebook entregase sus chats a la policía

Un chat de Facebook es usado como prueba en EE.UU. en una acusación de aborto

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Facebook ha entregado a la policía de Nebraska (Estados Unidos) las conversaciones por chat de una madre y su hija tras recibir una orden judicial relacionada con un caso de aborto. Las autoridades estatales investigaban a las dos mujeres por un caso de aborto ilegal y los mensajes intercambiados por madre e hija en la plataforma han servido finalmente para presentar la acusación contra ellas.

La investigación comenzó en abril en Nebraska, donde la interrupción voluntaria del embarazo es ilegal a partir de las 20 semanas, y no se vería afectada por la última sentencia del Tribunal Supremo, que el pasado mes de junio derogó la sentencia Roe v Wade, que desde 1973 reconocía el derecho a la interrupción del embarazo en el país.

Sin embargo, el caso sí puede hacer realidad uno de los mayores temores manifestados por los defensores del derecho al aborto desde el pronunciamiento del Supremo. Numerosas organizaciones han denunciado desde entonces que los historiales de búsqueda en Internet, así como las conversaciones mantenidas en redes sociales, pueden ser utilizados por las autoridades para incriminar a las mujeres que aborten.  

Las dos acusadas de Nebraska son Jessica Burgess, de 41 años, y su hija Celeste, que en el momento de abortar tenía 17. Según la Fiscalía, la madre compró y dio píldoras abortivas a la adolescente y después la ayudó a enterrar el feto. Las autoridades habían acusado a las dos mujeres inicialmente por intentar ocultar la muerte del feto —la joven declaró en un primero momento que nació muerto—, e intentar destruirlo antes de enterrarlo.

Los medios estadounidenses aseguran que se desconoce aún cómo consiguió la policía acceder al historial médico de la joven, lo que les permitió saber que estaba embarazada de 23 semanas en el momento de abortar. Según la orden judicial, las autoridades habían sido alertadas de que Celeste Burgess había dado a luz en su vivienda y que el bebé nació sin vida, por lo que procedieron a acusarles por deshacerse de los restos.

Además, enviaron una orden judicial a Facebook para obtener los mensajes intercambiados entre la madre y la hija. Facebook Messenger ofrece la posibilidad de mantener conversaciones codificadas que no pueden ser leídas ni por la plataforma ni por cualquier autoridad gubernamental que reclame esos chats, pero esa opción solo está disponible cuando la discusión se mantiene en la aplicación del teléfono móvil y se marca como secreta. De lo contrario, explica NBC News, la empresa conserva la mayor parte de la información de los usuarios en sus servidores, lo que significa que puede acceder a ella si se ve obligada a hacerlo por orden de un juez.

La petición de una orden judicial para registrar la vivienda de las sospechosas, obtenida por NBC News, incluye una lista con los objetos que buscaban las autoridades, tanto físicos como digitales:

  • “Dispositivos electrónicos como ordenadores, teléfonos y tabletas,
  • Dispositivos de almacenamiento externos para guardar información electrónica,
  • Medicamentos que se puedan utilizar con el objetivo de practicar un aborto,
  • Prueba de búsquedas electrónicas y/o compra de medicamentos que se puedan utilizar para practicar un aborto,
  • Mensajes sobre el uso de medicamentos que se puedan utilizar para practicar un aborto“.

El último elemento en la lista correspondería a las comunicaciones como las entregadas por Facebook posteriormente, una vez que recibió la orden judicial correspondiente. La investigación incluye dos páginas de una conversación mantenida en Facebook Messenger entre las dos acusadas el pasado 20 de abril sobre la compra y el uso de esas pastillas. “Una píldora frena las hormonas y luego tienes que esperar 24 horas para tomar la segunda”, le dice la madre a la joven, precisando antes que ya había recibido el encargo efectuado un mes antes.

“Acuérdate de que quemamos las pruebas cuando todo esté fuera”, le contesta Celeste, que poco después le expresa su alegría por poder volver a llevar pantalones vaqueros en breve.

La primera acusación hacía referencia a un delito por eliminación, ocuptación y abandono de un cuerpo humano, así como dos cargos adicionales por ocultar la muerte de otra persona y falso testimonio. Una vez obtenida la conversación en Facebook, la Fiscalía añadió los cargos de aborto ilegal y de practicar un aborto ilegalmente sin ser profesional médico.

A pesar de que el aborto es ilegal en Nebraska pasadas las 20 semanas de la fecundación, en el caso de la joven Burgess se trata de un aborto autoinducido, que no está prohibido específiciamente en la legislación estatal. Tanto la madre como la hija, en libertad bajo fianza, se han declarado “no culpables” ante las acusaciones de la Fiscalía.

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