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Sobre este blog

Interferencia (Wikipedia): “fenómeno en el que dos o más ondas se superponen para formar una onda resultante de mayor o menor amplitud”.

Interferencias es un blog de Amador Fernández-Savater y Stéphane M. Grueso (@fanetin), donde también participan Felipe G. Gil, Silvia Nanclares, Guillermo Zapata y Mayo Fuster. Palabras e imágenes para contarnos de otra manera, porque somos lo que nos contamos que somos.

¿Es el momento de militar en un partido?

Stéphane M. Grueso

Vamos camino de los tres años del 15M. Tres años ya del despertar político de muchos de nosotros o, mejor dicho, del “despertar activo”. Del comenzar a hacer cosas. Con la crisis ya tocándonos personalmente o a alguien próximo y las Europeas en el horizonte como primera posibilidad de algún tipo de cambio sensible en el bipartidismo. Con nuestro tradicional ecosistema bipartidista tal vez amenazado por pequeñas nuevas organizaciones que se van colando por las rendijas, me pregunto: ¿ha llegado el momento de hacer algo desde alguna de esas organizaciones?, ¿debería trabajar además (no me veo dejando la calle ni mi “organización unipersonal” #DemocraciaRealYo!!) desde una de ellas?

Para intentar aclararme con esto, y dado mi total desconocimiento de las organizaciones políticas, más allá que el roce con gentes que militan, hace unas semanas propuse una encuesta anónima a gentes que militan en partidos de todo el espectro ideológico. Gente que conocía y gente que no.

La idea era recoger sus experiencias y que ello me ayudara a pensar. Ahora me gustaría compartir con vosotros algunas de estas reflexiones. Aquí tenéis el formulario que usé. En “las reglas” que propuse estaba el destruir lo recibido una vez hecho este post, cosa que he cumplido, y también el mantener el anonimato. Abajo os copio ordenado bajo las preguntas efectuadas algunos extractos del feedback que he recibido. En total han sido contribuciones de una cincuentena de personas. Unas 30 de gente que conozco.

Os dejo aquí algunos extractos de la encuesta:

¿Por qué crees que es bueno/necesario militar en un partido político?

“Creo que es necesario porque en el actual sistema democrático militar en un partido te acerca un poquito más al control o a la influencia sobre la representación institucional (tanto en su designación como en su ejercicio). Tampoco es que te acerque un locurón, pero algo te acerca y, si hubiera más gente afiliada, seguramente se podría lograr más; si milita poca gente, entonces queda el ”pastel“ sólo para unos pocos, por eso es necesario”.

“Si el poder de cambiar las leyes está en el legislativo, tenemos que alcanzar el poder legislativo. Si el poder de gestionar las decisiones políticas en un sentido u otro está en el ejecutivo, tendremos que alcanzar el poder ejecutivo”.

“Para mí es bueno, ya que creo que dentro del sistema es más fácil romperlo”.

“Creo que todos los frentes (la calle, el juzgado, los medios, el frente sindical, la cultura) son campos de batallas que hay que dar. El frente político-institucional es uno de ellos. Uno importante, pero uno de ellos. No me imagino participando en él sólo ”religiosamente“: votando y teniendo fe en mis votados. Militando en un partido participo también cotidianamente y participo con más o menos intensidad y acierto en la gestión de aquel voto que deposité en una urna. Quiero participar también en el frente político-institucional y no de forma religiosa”.

¿Qué puedes encontrar en un partido que no te proporcione la actividad en movimientos sociales?

“Únicamente estar, además, en las instituciones, pero donde hay que estar es en los barrios con la gente. Un partido no tendría que ser otra cosa que un movimiento social que se presenta a las elecciones”.

“Me da la opción, si me lo propusiera y si obtuviera el apoyo de mis compañeros y del electorado, de poder participar activamente en las instituciones, que es donde se ejerce un poder político real”.

“Lo cierto es que sí creo que en determinadas luchas el asamblearismo es demasiado lento. En una organización política, vertical y democrática, el proceso de trabajo es más ágil”.

“El asociacionismo civil es también imprescindible, como control precisamente a los partidos. Pero a mí me gusta más participar directamente del poder legislativo que influir en favor de un colectivo (por amplio que sea)”.

“Un partido político, al contrario que ONGs, movimientos sociopolíticos, etc., aspira a tener un análisis global y un conjunto de respuestas/propuestas integral a los retos de la sociedad mientras que los primeros suelen ser de carácter sectorial en torno a una causa concreta. Son dos formas de activismo igualmente válidas y complementarias”.

¿Que crítica le harías a esta forma de militancia desordenada, en nodos o pequeños grupos cambiantes, que en parte hace lo que se viene denominando como 'Movimiento 15M'?

“Por ejemplo, que luchaban contra el bipartidismo como origen de todos los males y han conseguido que ya sólo haya un partido hegemónico que precisamente está haciendo todo lo contrario de lo que se pretendía conseguir”.

“Para mí es negativa la dispersión de propuestas sin un plan de acción conjunta. Me suelen ilusionar todas las propuestas que conozco, pero cada una de ellas por separado, no ayudan a organizar la resistencia”.

“No he percibido que sean fenómenos inclusivos. Se mira mucho el pedigrí y la pureza ideológica de quien se intenta acercar a ellos. Son excesivamente simbólicos y autorreferenciales: las acciones más exitosas y socialmente respaldadas hunden sus raíces en el activismo clásico (okupación > Miles de Viviendas > PAH). El #15M en Sol supuso una convergencia, una medida de las fuerzas, incluso una nomenklatura. Con las mismas, se consolidaron ciertas referencias (lemas, mitología, reduccionismo, personalismos) que creo que suponen un grave lastre para el futuro: sobre todo las consignas de bipartidismo, y la búsqueda de soluciones ingenuas, ajenas a los sentimientos de clase, más propias de la antipolítica y el totalitarismo (UPyD, Ciutadans, el grillismo italiano)”.

“La falta de cultura de la historia y fundamentos de política más básicos, e incluso su desprecio de toda la política anterior, como si hubiesen inventado algo. Lo único nuevo que ha inventado el 15M es la capacidad de organización, comunicación y movilización on-line. Punto. Pero eso es solamente técnica. La política de verdad no es cómo tomas una decisión sino qué decisión tomas. Y el 90% de lo que propone y defiende el 15M es puramente de izquierdas, socialista marxista. Pero se niegan a aceptarlo. La transparencia, la gestión pública, denunciar la deuda odiosa, la banca pública, educación y sanidad públicas, representatividad social, feminismo, ecología... Todo eso es de izquierdas. El 15M está descubriendo el marxismo, el comunismo... pero se niegan a aceptarlo. Tarde o temprano descubrirán que sólo la unión –incluso aunque nadie esté al 100% de acuerdo pero sí todos al 75%– puede conseguir algo de verdad. Y que no tiene sentido discutir con la gente con la que compartes el 80% cuando enfrente tienes un enemigo que te considera enemigo al 100%”.

¿Crees que hacer política pasa necesariamente por las instituciones? ¿Por qué?

“Política es también nuestra forma de adquirir bienes de consumo, nuestra forma de relacionarnos con la vecindad o incluso los contenidos que compartimos en redes sociales, que, desde lo pequeño, desde un ámbito cuasi íntimo, inciden, en conjunto, en la sociedad en que vivimos”.

“Las instituciones deberíamos ser los ciudadanos, si no participamos en ellas, dejamos el poder en manos de unos pocos”.

“No, la política está en todo, de hecho las instituciones sólo son, a mi manera de ver, la manera menos mala que hemos encontrado hasta el momento de administrarnos, y, por desgracia, necesarias mientras no aumente la cultura de la sociedad”.

“No”.

“¿Necesariamente? No. No hay ningún frente que sea ”el necesario“. Si acaso el frente laboral, pero con nuestros índices de paro, precariedad y fraccionamiento del mundo laboral no lo tengo tan claro. Lo que no sé es por qué tenemos que dejar de pelear también ese frente quienes no renunciamos ni siquiera al frente judicial (15MpaRato). Creo que el frente institucional es un frente necesario porque creo que todos lo son. No cambiaremos las relaciones de poder sin tomar las instituciones. Ni cambiaremos las relaciones de poder tomando sólo las instituciones”.

Unos comentarios finales (propios)

Pues nada categórico, claro. Nunca estoy seguro de nada, y en estos temas, menos. En este momento donde las opciones se multiplican y nuevas formaciones van surgiendo, Partido X, Podemos, Ciudadanos-Partido de la Ciudadanía, VOX, etc., y, claro, los tradicionales se reinventan… #ejem (elecciones, sí, ya…), pues en mi caso no lo tengo nada claro.

Me leo las webs y papeles que van sacando y me veo los streamings de sus charlas, pero no me veo yo ahí. Hace un tiempo (muchos meses, ya) que en “mis círculos” se viene hablando de la necesidad de atacar el problema de la política como cualquier otro de los problemas a los que se les ha intentado meter mano. Como los desahucios o la banca. Y no me parece mal. El 15M (lo que sea que es o lo que haya quedado de él. Sus mutaciones, rescoldos, derivaciones, forks...) no es apolítico, como se ha venido intentando malinformar desde el principio. Tampoco es apartidista. Si acaso es a (estos) partidista, si me entendéis.

Conozco a gente que milita en partidos. Los conozco de encontrármelos en las calles y de participar con ellos en otros espacios. También conozco a algunos que sólo hacen política desde su partido. Y respeto mucho eso. Respeto a todo el mundo que trabaja por lo común. Confieso que me gustaría dejarme seducir por el grupo. Dejarme arropar y empujar desde una de sus estructuras. De hecho lo estoy como deseando. Pero siempre me suena una alerta o algo.

No sé. En las mismas estructuras de “aquello que se viene denominando como el 15M” me pasa igualmente. Por otra parte me resulta cada día más frustrante ver cómo gran parte de la sociedad, incluidos algunos partidos (o mejor dicho, algún sector o algunas gentes de algunos partidos), queremos lo mismo, y como decía un comentario de la encuesta: “el enemigo te considera enemigo 100%”.

En cuanto a la efectividad de los esfuerzos. A dónde empujar para conseguir algo. Si me paro fríamente a pensar en ello, creo que políticamente soy también más útil fuera de un partido que dentro de la estructura de alguno. Haciendo ruido, informando, haciendo vídeos, moviendo información al extranjero, conectando gente... 'haciendo el fanetín', vamos. Así que me temo que por un tiempo me toca seguir sintiendo ese fresquito de no estar bajo ningún manto de siglas, y también la absoluta libertad de hacer lo que te plazca y hablar SÓLO por ti que ello trae, oye, que no es todo malo.

Seguiré como hasta ahora, haciendo lo que puedo, participando en alguna estructura, alguna que otra asamblea, dispositivos, colaborando con gente, y sí, también gente de partidos, y en lo de todos: ganar a los malos (disculpadme por lo simple e infantil de esta última frase, pero estamos llegando a un nivel de horror donde comienza ya a ser ajustada a una fiel descripción de la realidad y de nuestra obligada tarea).

Bueno, espero no haberos aburrido demasiado con mis cavilaciones. Sólo quería compartir con vosotros el desconcierto en el que me encuentro en este momento de tantas opciones y donde todo el mundo está como tomando partido o encuentra su dirección. Pues yo, estoy más despistado que nunca.

Eso sí: #Seguimos.

P.D.: La última pregunta de la encuesta era: ¿algún otro comentario? Y esa me la guardo para mí. Gracias.

P.D.2: Mil gracias a la gente, amigos, conocidos y desconocidos que han participado en la encuesta. Como quedamos, a la hora de publicar este post, el documento ha sido borrado. Gracias por vuestra confianza y sinceridad.

P.D.3: Otra estructura en la que no participo, y que no es un partido pero que hace política, y que vale la pena echarle un vistazo: enred.

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