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Sudamérica, cada vez más violenta e insegura

Protestas contra el aumento del precio de los autobuses en Brasil. /EFE

Natalia Chientaroli

Buenos Aires —

Colombia está cada vez más cerca de Siria que de Islandia. El conflicto armado con las FARC, entre otros factores, lastran a este país sudamericano a la cola del Índice Global de Paz (IGP) que elabora el Instituto para la Economía y la Paz (IEP) y que en su edición de 2015 sitúa a tres países latinoamericanos entre los 25 más violentos de la Tierra. México (144) y Venezuela (142) se suman a Colombia (146) entre los peor situados del ranking, que cierra Siria en el puesto 162. De hecho, el informe del IEP publicado este miércoles, destaca el retroceso de la región en materia de seguridad.

“Sudamérica vio un deterioro en su puntuación impulsada por incrementos en protestas populares y un aumento en las percepciones de criminalidad”, detalla el estudio, que mide el nivel de paz para 162 países. Para ello recoge una veintena de indicadores agrupados en tres temas generales: el nivel de seguridad y protección de una sociedad, el número de conflictos internacionales y domésticos y el grado de militarización. En general, el índice muestra ese año “un mundo dividido” entre regiones cada vez más pacíficas –sobre todo Europa y Norteamérica, aunque el África Subsahariana y América Central experimentaron mejoras– y otras, como Oriente Próximo, en las que el deterioro es cada vez más acuciante.

Sudamérica, que pasa a formar parte de este último pelotón, repite el esquema general. Chile, por ejemplo, retiene este año el puesto 29, lo que lo sitúa como el país más pacífico de la región y el segundo del hemisferio occidental, después de Canadá. Sin embargo, los índices empeoran sensiblemente en países como Venezuela, Brasil e incluso Uruguay. En el caso del país rioplatense, el cambio se debe mayormente al aumento de la percepción de inseguridad y del número de agentes policiales.

De Brasil, en cambio, destaca la “inestabilidad política”, que ha derivado en violentas protestas callejeras. “El país ha sufrido un estancamiento económico y una inflación creciente, lo que ha generado gran descontento social”. Además, menciona las manifestaciones contra la corrupción.

En el caso de Venezuela, el IGP también destaca el aumento de las tensiones internas y las manifestaciones violentas, pero da más relevancia al hecho de que el país está construyendo “uno de los arsenales militares más modernos del continente”, fundamentalmente con “el apoyo armamentístico de Rusia”.

Un continente 'en guerra'

El panorama se ensombrece aún más al entrar al detalle de uno de los indicadores, el de homicidios. El estudio aclara que los porcentajes son históricamente altos en el África subsahariana y en el Caribe, pero destaca la presencia de varios países sudamericanos en el ranking que encabeza este año Honduras, con 90,4 homicidios cada 100.000 habitantes. Le siguen Venezuela, con 53,7; El Salvador (41,2), Guatemala (39,9) y Jamaica (39,3). La lista continúa con Lesoto, Suazilandia y Sudáfrica para volver a Latinoamérica: Colombia, Trinidad y Tobago, Brasil, República Dominicana y México acaparan los primeros puestos, en los que se intercalan Ruanda y la República Democrática del Congo. De los 15 países con más homicidios por habitante, 10 son latinoamericanos.    

“América Latina es una de las regiones con la tasa de homicidios más altas del mundo, muchos de ellos se deben al crimen organizado y esto algo que merece atención. Se necesita aquí enfocarse más en la cooperación regional, en fortalecer el estado de derecho a nivel nacional, subnacional y regional de una manera transparente y coordinada para mejorar esta situación”, subrayaba Michelle Breslauer, del Instituto para la Economía y la Paz en la presentación del informe anterior. Este año la situación es aún peor.

“Los importantes avances que en materia de desarrollo han logrado en años recientes los países de América Latina y sus impactos positivos en la juventud, hoy conviven, paradójicamente, con aumentos de los índices de violencia en la región, que enfrentan a las poblaciones en general, pero sobre todo a los jóvenes”, analiza un estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

En el Latinobarómetro de 2013, más del 40% de los jóvenes de 18 países latinoamericanos indicaron que ellos mismos o algún familiar fueron víctimas de algún delito durante el último año, y la mayoría señala que fue con violencia.

“La violencia que se registra hoy en día no se debe particularmente a enfrentamientos políticos, sino que parece causada cada vez más por motivos relacionados con la obtención de otras ventajas, incluso a través de actividades ilícitas como el tráfico de drogas”, aseguró el presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja en una conferencia ofrecida en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en abril pasado. Según Maurer, estas tendencias han provocado que entren en juego nuevos actores, mezclándose “los intereses políticos, criminales y comerciales en estructuras amorfas”. Y destaca que las consecuencias pueden ser “similares a las de las formas de violencia más tradicionales” como los conflictos armados y los disturbios internacionales.

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