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Los agricultores de Gaza acceden a sus tierras por primera vez en 12 años

Los agricultores de Gaza acceden a sus tierras por primera vez en 12 años

EFE

Gaza —

Agricultores de la franja de Gaza, accedieron esta semana con ayuda del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) a sus tierras en la zona fronteriza con Israel, donde no habían podido entrar en los últimos doce años, por las restricciones impuestas por ese país.

La cara de Anwar Dabari se llenó de felicidad cuando por primera vez pisó su terreno, en el poblado de Shoka, al este de Rafah, en el sureste del territorio, acompañado del personal del CICR.

“Estoy feliz porque finalmente puedo estar en mi granja y trabajar aquí después de años de mirarla desde la distancia”, expresa a un grupo de periodistas este palestino de unos 40 años.

Según diversas instituciones en Gaza, Israel ha vetado el acceso al 35 por ciento de la tierra agrícola cercana a la frontera.

Esta zona era hace años el centro de la producción de verduras y frutas para el enclave, pero en 2006 quedó destrozada por las incursiones militares, según los propietarios, que posteriormente no pudieron seguir accediendo a ellas para cultivarlas.

La granja de Dabari se encuentra a apenas 300 metros de la línea divisoria, desde la que soldados israelíes impiden que alguien se acerque a la zona, declarada área militar cerrada.

“Dentro de tres meses regresaremos para recolectar el trigo y luego convertirlo en harina para nuestro uso particular, y un poco para venderlo y sacar algo de dinero”, cuenta ilusionado este hombre, que saca adelante una familia de diez miembros.

Plantan trigo porque su crecimiento depende de la lluvia y no requiere una presencia permanente.

Dabari denuncia que Israel taló los árboles frutales que obstruían la visión, para poder controlar el movimiento y las amenazas, y afirma que la pérdida del acceso a su tierra le obligó a cultivar las de otros por un jornal durante la última década.

Ahora, espera que con la mediación de las agencias internacionales pueda trabajar de nuevo en su terreno.

Pero la zona es peligrosa y a menudo se producen tiroteos cuando el Ejército israelí considera que alguien se ha introducido en la zona prohibida, lo que ha supuesto heridas en incluso la muerte a varios agricultores palestinos en los últimos años.

Gihad, de 30 años, ve en esta pequeña apertura una oportunidad laboral, y ayer se ofrecía a los granjeros para trabajar ayudándoles a plantar, aunque fuese solo por un jornal de varias horas.

“Es una de las pocas oportunidades laborales en Gaza”, señaló a los periodistas, optimista.

La Franja está sometida a un férreo bloqueo israelí apoyado por Egipto desde que el movimiento islamista Hamás tomó en 2007 el control del territorio, pero ahora está devolviendo el poder gradualmente a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) a raíz de un pacto de reconciliación firmado el pasado octubre.

El CICR lleva meses trabajando en el proyecto, en coordinación con las autoridades israelíes y los ministerios de Agricultura e Interior en Gaza para facilitar el acceso en seis zonas fronterizas: Beit Hanun, en el norte; Wadi Salqa, Khazaa, Abasan y Qarara, en el este de Jan Yunis; y Al Shoka, en el sur del territorio costero palestino.

Según este organismo internacional, desde 2014 se han rehabilitado y recuperado para el uso mil hectáreas de tierra agrícola, un trabajo que pasa primero por limpiarlas de restos bélicos.

Recuperar las tierras fronterizas poco a poco, señala el oficial del programa agrícola del CICR Osama al Mujtalati, “es importante porque estas son una cesta de alimentos para Gaza”.

De momento, explica, los granjeros cuentan con el acompañamiento y apoyo de su organización, pero poco a poco podrán volver a trabajar su tierra solos.

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