La Comisión Europea afirma que trabaja “en una respuesta a la amenaza de la violencia de la extrema derecha”

Un joven neonazi mataba a dos personas en un ataque contra un bar gay de Eslovaquia el pasado 14 de octubre. Mientras tanto, la extrema derecha apoya el Gobierno conservador de Suecia y encabezará el Ejecutivo de Italia. En ese contexto, se ha celebrado un debate en el Parlamento Europeo sobre la extrema derecha y el blanqueamiento que de ella está haciendo la derecha, y la vicepresidenta europea de Valores y Transparencia, Vera Jourová, ha sido tajante: “La Comisión Europea está trabajando con los Estados miembros para intentar dar una respuesta a esta amenaza de esos violentos de extrema derecha en la UE a través de Europol, que tiene contacto con los Estados miembros y las agencias públicas para continuar trabajando en todo esto y para intercambiar información y hacer acopio de la inteligencia para evaluar evaluaciones de los extremistas de derechas”.

“El extremismo político afecta a nuestras sociedades”, ha dicho Jourová, “y puede llegar incluso a asesinatos como hemos visto la semana pasada en Eslovaquia. La agresión militar rusa contra Ucrania está dando a los movimientos extremistas una oportunidad para crear esas narrativas y explotarlas con el objetivo de llevar adelante ese sentimiento antieuropeo”.

Jourová ha proseguido: “Conocemos el apoyo de Rusia a los supremacistas blancos y otros grupos extremistas de extrema derecha a nivel mundial. Lo han hecho, les han alentado con propaganda, han instrumentalizado sus discursos y, además, han sembrado polarización entre las sociedades europeas”.

“El discurso de odio y el extremismo político pueden afectar a la seguridad, la radicalización y el extremismo”, ha defendido Jourová: “Hay que seguir luchando contra los discursos de odio”.

“La guerra ha tenido un impacto también en la izquierda extrema y en el anarquismo”, ha asegurado la comisaria checa: “Sus narrativas están teniendo atención de militantes no violentos y se están centrando en temas clave que tienen que ver con la naturaleza de la guerra”.

La presidenta de los socialistas europeos en la Eurocámara, Iratxe García, proponente del debate, ha señalado, por su parte, la responsabilidad de los partidos conservadores tradicionales: “Algunos en la Unión Europea están normalizando el deterioro diario de nuestros sistemas democráticos, la separación de poderes y la libertad de prensa. Estas alianzas de gobierno que estamos viendo entre partidos conservadores y ahora también liberales, con partidos de extrema derecha, blanquean unas actitudes que traspasan cualquier línea roja. El problema no es que sean partidos ultraconservadores, eso entra dentro del pluralismo político. El problema es que los populismos de extrema derecha socavan las instituciones, utilizan la democracia para debilitar las libertades y los derechos”.

“Se puede ser muy conservador respetando unos principios”, ha dicho García: “Esta debería de ser nuestra línea roja. Y lo era hasta que el PPE y Renew [liberales] decidieron abrir las puertas a partidos como Vox, los Demócratas Suecos. Alternativa por Alemania, la Lega y Hermanos de Italia. Podemos llamarlos como queramos, neofascistas o fascistas populistas de extrema derecha. El nombre es lo de menos. Todos sabemos a lo que nos referimos, aunque algunos no lo quieran ver”.