El Gobierno dice que los implicados en las protestas violentas buscan el caos en Ecuador

El vicepresidente de Ecuador, Otto Sonnenholzner, aseguró este viernes que las autoridades conocen quiénes están detrás las movilizaciones violentas contra de las políticas de ajuste económico del Gobierno y los señaló de querer sumir al “país en el caos”.

“Estos son días importantes para el país. Hoy ya tenemos claro quiénes somos realmente los que queremos cambiar al Ecuador y quiénes son los que quieren sumir al país en el caos”, declaró el vicepresidente en una comparecencia en el Palacio de Gobierno en Quito.

El presidente Lenín Moreno apuntó en la víspera que la intención de los manifestantes que protagonizaron disturbios con las fuerzas de seguridad y bloqueado calles y vías del país era “desestabilizar el Gobierno”.

Sus afirmaciones se produjeron poco después de que legisladores leales al expresidente ecuatoriano Rafael Correa (2007-2017) pidieran un adelanto electoral y una sesión extraordinaria en la Asamblea Nacional (Parlamento) para exigir la destitución de Moreno a raíz de la situación que vive el país.

Sin ofrecer nombres, ni precisar más detalles, Sonnenholzner añadió: “hoy, ya tenemos claro y podemos identificar claramente quiénes son los que realmente quieren defender el medioambiente”, en alusión a la eliminación del subsidio a los carburantes decidida por el Ejecutivo y foco de las protestas.

Aclaró que esa “es una de las medidas más importantes que ha tomado el país en beneficio de la reducción de gases de carbono” y censuró que los elementos que estarían avivando el fuego de la protesta cuentan con “una fachada para hacer política bajo un discurso ambientalista”.

Los transportistas iniciaron el jueves un paro abierto, protesta a la que se sumaron otros sectores como indígenas, sindicatos y grupos de universitarios, para censurar las recientes medidas económicas adoptadas por el Gobierno, en el marco de un acuerdo crediticio con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Además de bloqueos en vías y carreteras de todo el país, se produjeron altercados y violentos choques en Quito entre manifestantes y la Policía, así como saqueos en Guayaquil, que llevaron al Ejecutivo a decretar el estado de excepción a nivel nacional, con una duración de 60 días.

La ministra del Interior, María Paula Romo, informó hoy que 350 personas fueron detenidas en los incidentes, la mayoría en Guayaquil (suroeste).

Al respecto de estos sucesos, Sonnenholzner pidió a la ciudadanía: “No confundamos protesta con vandalismo”, e insistió en que “el Gobierno en pleno rechaza la violencia”.

Confirmó que la Policía y Fuerzas Armadas han logrado restablecer el orden el algunos lugares del país, y que “la población anhela retomar la normalidad”.

Distintos miembros del gabinete han subrayado que el diálogo con los representantes del transporte se mantiene abierto.

Sonnenholzer añadió que se han tomado “decisiones que pueden ser difíciles, pero son necesarias y vienen acompañadas de una serie de beneficios”.

Resaltó que numerosos ciudadanos, gremios, instituciones y asociaciones en todo el país le habían transmitido su rechazo a la violencia y su esperanza de que se recupere la paz social.

“El derecho a protestar termina donde inician los derechos de los ecuatorianos a trabajar, a vivir en paz, a movilizarse libremente”, aclaró el vicepresidente.