Un hombre mata a cuatro fieles en una catedral en Brasil y se suicida frente al altar
Un hombre de 49 años ha matado este martes a tiros a cuatro personas –y herido a otras cuatro, una de ellas de gravedad– que estaban en misa en la Catedral Metropolitana de Campinas, importante ciudad en el interior del estado brasileño de Sao Paulo. Tras ello, se ha suicidado frente al altar, según informaron fuentes oficiales.
Los hechos han ocurrido cuando, poco después del mediodía, un hombre ha entrado en la iglesia armado con una pistola y un revólver, disparando indiscriminadamente contra varias personas que asistían a una misa para luego suicidarse.
“No sabemos el motivo. Él no dijo nada. No sabemos quién es”, ha afirmado el mayor Paulo Monteiro, oficial del Cuerpo de Bomberos, acerca de un suceso que se produjo dentro de la catedral, en pleno centro de Campinas, ciudad a 100 kilómetros de Sao Paulo.
El autor estaba armado con una pistola 9 milímetros y un revólver calibre 38, con los que efectuó al menos 20 disparos contra las personas que estaban terminando sus oraciones.
Varios agentes de policía que estaban en la plaza exterior entraron al templo cuando escucharon los primeros tiros y “llegaron a alcanzar” al agresor, quien acto seguido se suicidó con “un disparo en la cabeza”, según declaró Adriano Augusto, comandante de la Policía Militarizada.
“Era una persona fuera de cualquier sospecha”
La Policía brasileña ha abierto una investigación para esclarecer la motivos que llevaron al autor, identificado como Euler Fernando Grandolpho y de profesión informático, a cometer tal crimen, explicó en rueda de prensa el comisario José Henrique Ventura, encargado del caso. De acuerdo con la investigación preliminar, el agresor no tenía antecedentes penales y actuó solo: “Era una persona fuera de cualquier sospecha en circunstancias normales”.
Según las autoridades, Grandolpho usó dos cargadores y tenía en su poder otros dos llenos de municiones. Asimismo, “la forma en que manipulaba el arma indica que tenía algún conocimiento” previo sobre su uso, ha destacado el comandante.
En el momento del ataque, el número de fieles que aún estaba dentro del tempo era reducido porque hacía pocos minutos que la misa había terminado, si bien algunos aún permanecían en su interior.
Una mujer de 75 años ha comentado a Efe que estaba comprando una pulseras dentro de la catedral cuando empezaron los disparos: “Salí corriendo por las escaleras y salté tres escalones de una vez (...) Me escondí en una tienda y pedí que cerraran todas las puertas. Nunca había visto algo así, alguien disparando a otras personas, matando gente así”.
El secretario de Seguridad de Campinas, Luiz Augusto Baggio, ha confirmado a la prensa que el hombre “no tenía ningún motivo específico que no fuese su propia locura”. Vecinos de Campinas comenzaron a concentrarse alrededor de la catedral con carteles que rezaban “Campinas de luto”, “Basta de violencia” o “Más amor al prójimo”, entre otros.
El estado de Sao Paulo, el más poblado e industrializado de Brasil, es considerado uno de los más seguros de Brasil, un país que de media registra 60.000 muertes violentas por año.
Según el último informe Atlas de la Violencia, elaborado por Ipea, instituto vinculado al Gobierno, y el Fórum Brasileño de Seguridad Pública, el estado de Sao Paulo tuvo en 2016 una tasa de 10,9 homicidios por cada 100.000 habitantes, la más baja de todo Brasil, cuya media fue de 30,3 en la misma proporción.
Sin embargo, Sao Paulo no está exento de episodios violentos como el vivido este martes o el ocurrido hace casi un año también en Campinas, cuando un hombre irrumpió en una fiesta de fin de año y mató a tiros a once personas, entre ellas su exposa y su hijo de nueve años, y luego se suicidó.
