La policía eleva a doce el número de muertos en el incendio de una torre residencial en Londres

Al menos doce personas han muerto y decenas han resultado heridas a causa del incendio de una torre residencial de 24 plantas, en el centro-oeste de Londres, que todavía sigue activo. Scotland Yard informó de que temen que la cifra de víctimas mortales se incremente durante la operación de rescate que durará, adelantan, varios días. En cuanto a los heridos, 64 han sido trasladados a seis hospitales de la capital británica. De ellos, 20 están en estado crítico.

El fuego, de enormes dimensiones, se desató a las 02:15 en los pisos superiores de la Torre Grenfell, en el barrio de Kensington, donde han llegado a trabajar unos 200 bomberos y 40 camiones autombombas, informaron a Efe fuentes de la Brigada de Bomberos de la capital británica.

Numerosas ambulancias fueron enviadas a las inmediaciones del inmueble siniestrado, que ha sido acordonado, y que cuenta con 120 apartamentos en los que se estima habitan unas 600 personas, muchas de ellas familias jóvenes, puntualizaron los residentes que pudieron huir del siniestro.

Las primeras imágenes del incendio mostraron a gente con linternas que se movía por los pasillos del bloque, algunas lanzando señales de socorro, a las que les resultaba imposible abandonar la torre envuelta en llamas.

En un primer momento, la policía desalojó a las personas que se aglutinaron alrededor del edificio porque se temía que pudiera derrumbarse. Finalmente, según ha informado el Jefe de Bomberos, un ingeniero ha verificado que su estructura no se ha visto comprometida, autorizando la entrada de varios equipos que han podido llegar hasta el piso 21.

Fallos en el sistema de seguridad

Residentes de la torre y testigos que presenciaron cómo el edificio comenzó a arder de madrugada revelaron a medios locales que la alarma de incendios “no sonó” en el edificio y que temieron que el incendio fuera producto de un “atentado terrorista”.

Paul Munakr, un vecino del bloque siniestrado que vive en el séptimo piso, logró escapar de las llamas y señaló en la BBC que no escuchó en el interior del edificio “la alarma antiincencios” en el momento en que se desató el fuego.

“Mientras yo bajaba por las escaleras, ya había bomberos, verdaderamente increíbles, que subían hacia el fuego, intentado sacar del edificio al mayor número de personas posible”, dijo ese ciudadano a la cadena pública. Relató que lo que le alertó fueron las sirenas de los bomberos y las personas que, desde la calle, gritaban: “No salten, no salten”.

Muna Ali, otro vecino del bloque incendiado, reconoció que al comienzo del incendio temió que pudiera tratarse de un “atentado terrorista”, pues el fuego le trajo vivos recuerdos del ataque perpetrado contra las Torres Gemelas de Nueva York en 2003.

“Las llamas, nunca he visto nada así, me recordó al 11 de septiembre. El fuego comenzó en los pisos de arriba y se extendió con muchísima rapidez, se había extendido del todo en media hora”, explicó. Además reveló que a pesar de los avisos de fuego, algunas personas no abrieron sus puertas guiadas por los consejos de seguridad.

Numerosas advertencias vecinales

Desde 2013 una agrupación ciudadana llevaba alertando tanto al Ayuntamiento como a los administradores de la finca del riesgo de que se desencadenara un incendio ante el “pobre” sistema de seguridad del edificio. Incluso señalaron que por esas fechas se llegó a evitar un importante fuego en su interior provocado por varias subidas de tensión a causa del cableado defectuoso.

Además denunciaron que ningún inquilino había recibido instrucciones adecuadas contra un hipotético fuego. Y es que les habían aconsejado a través de un cartel temporal expuesto en el ascensor que lo mejor que se podía hacer ante tal situación era permanecer dentro de las viviendas, si éstas no estaban incendiadas.

'Grupo de Acción de Grenfell', como así se llama la asociación, ha publicado un post tras el incendio en el que se lamenta de que todas sus advertencias “hayan caído en saco roto” y enumeran los avisos que desde hace años llevan realizado sin que nadie de la Organización de gestión de residentes de Kensington y Chelsea se haya preocupado. “Predijimos que una catástrofe como ésta era inevitable y solo cuestión de tiempo”, sentencia.

La torre, construida en 1974, comenzó a ser reformada en 2014, finalizando las obras el año pasado. Aún así, varios vecinos han calificado como un “desastre” la remodelación que incluyó la instalación de un revestimiento exterior aislante, nuevas ventanas de doble cristal y un nuevo sistema central de calefacción, pero que no resolvió los problemas de seguridad.

Las autoridades ya investigan el origen del fuego

La policía ha cortado las calles adyacentes y ya investiga cómo se inició un fuego, que devoró rápidamente el bloque de apartamentos. Algunos vecinos han asegurado que fue el revestimiento de las paredes lo que provocó que las llamas se propagasen en menos de media hora por todo el edificio.

El alcalde de Londres, Sadiq Khan, ha asegurado que esta cuestión como “todas las preguntas” sobre el origen del incendio serán respondidas y calificó de “grave incidente” el suceso. Misma valoración han hecho desde Downing Street, donde la primera ministra británica, Theresa May, ha pospuesto el anuncio del pacto con el Partido Democrático Unionista (DUP) norirlandés que estaba previsto para este miércoles.

El Ministerio de Asuntos Exteriores ha informado que por el momento no hay constancia de españoles afectados en el incendio, aunque se está verificando con Emergencias. En cambio, autoridades portuguesas han comunicado que una familia se encuentra hospitalizada. Se trata de un matrimonio y sus dos hijas menores de edad.