Los dos sospechosos del atentado de Boston son de origen ruso
La investigación del atentado de Boston ha cobrado un giro inesperado con la identificación de los dos sospechosos, uno ya muerto, que han sido perseguidos por la policía en las últimas horas. Fuentes de las fuerzas de seguridad los han identificado como Dzhokhar Tsarnaev, de 19 años, que aún no ha sido detenido, y su hermano, Tamerlan Tsarnaev, de 26.
La agencia Associated Press identificó a ambos como estudiantes chechenos con residencia legal en EEUU desde hace un año. Otros medios afirman que llevaban dos años en EEUU. Una lista de becados de universidad en Cambridge, Massachusett, incluye el nombre de Dzhokhar Tsarnaev en 2011.
La red social rusa VKontakte cuenta con una página de Dzhokhar, en la que aparece como residente en Boston y estudiante en la Cambridge Rindge & Latin School. Hay una referencia a un colegio en Makhachkala, capital de la república rusa de Daguestán, fronteriza con Chechenia, donde el joven estudió entre 1999 y 2001. Dzhokhar dice en su perfil hablar ruso, inglés y checheno.
La identidad de ambos hermanos como chechenos es un asunto discutible. Dzhokhar Tsarnaev nació en Kirguizistán o en la república rusa de Daguestán, por lo que es posible que nunca llegara a vivir en Chechenia.
Esa es la versión que se ha apresurado a difundir el Gobierno prorruso de Checenia. “Los individuos sospechosos de haber perpetrado el crimen en Boston no tienen ninguna relación con Chechenia”, ha asegurado Alvi Karímov, portavoz del líder checheno, Ramzán Kadírov. “La familia Tsarnáev hace muchos años que se trasladó de Chechenia a otra región”.
“Durante largo tiempo vivió en (la república centroasiática de) Kazajistán y desde allí emigraron a Estados Unidos, donde los miembros de la familia recibieron permiso de residencia”, explicó el portavoz.
Una ciudad fantasma
Boston amaneció convertida en una ciudad desierta en la que no funcionaba el transporte público. Las calles se encontraban vacías como si se tratara de un día festivo. La policía ordenó la cancelación hasta nueva orden del transporte en metro y autobús, así como de los servicios de taxi.
En realidad, la búsqueda se concentró en una zona residencial de clase alta en Watertown que ocupa unas 20 manzanas. Allí la policía fue examinando casa por casa a la vez que pedía a los habitantes que se mantuvieran dentro de sus casas y que sólo abrieran la puerta a agentes de las fuerzas de seguridad debidamente identificados.
