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Análisis Apocalypse: Owners of Universe

Apocalypse: Owners of Universe

Daniel Moreno

Estás tirado por casa sin saber qué hacer o quizás en el Metro camino de la universidad o del curro, echas mano del teléfono móvil para ver si puedes entretenerte con algo, te metes como siempre en ese inescrutable universo de propuestas que es Google Play y, ¿qué te encuentras? Efectivamente, un torrente de juegos ante el cual te sientes irremediablemente perdido.

Esta situación tan cotidiana puede llegar a convertirse en frustrante si, como suele ocurrir, nos da por descargar el primer juego que vemos sólo porque aparece en lo más alto de la lista de recomendados o por el sencillo hecho de que su ‘carátula’ nos ha llamado la atención. Al final lo instalamos con ilusión, pensando que con ello vamos a poner fin al aburrimiento, y nos topamos con un auténtico peñazo a medio hacer, repleto de fallos y que para colmo no deja de pedirnos dinero a nada que tocamos la pantalla.

Por eso desde Juegoreviews queremos arrojar algo de luz sobre todo ese batiburrillo de juegos que pueblan la store de Android, buscando títulos que nos parecen interesantes tanto para matar los ratos muertos como para echarles horas y horas. Entre todos ellos hoy destacamos uno en concreto, Apocalypse: Owners of Universe, cuyas virtudes y defectos desgranaremos en el siguiente análisis.

Estamos ante el nuevo videojuego del estudio AyO Games, responsables de otros títulos para dispositivos móviles como ‘Supremacy: Guerra Espacial 3D’ e ‘Impossible Rabbit Run’. Apocalypse: Owners of Universe viene a ser un entretenido juego de acción en tercera persona en el que controlamos a un poderoso robot personalizable contra diferentes enemigos, siguiendo un esquema de niveles que, pese a resultar bastante clásico, no por ello deja de funcionar a la perfección consiguiendo que el jugador se pique cada vez más.

Nada más empezar a jugar nos encontramos con la narración de la historia. Si bien es cierto que no está muy elaborada, resulta más que suficiente para meternos en el papel pudiendo entender contra quién luchamos. Pero como decimos, esto básicamente es un shooter, así que tampoco esperábamos un trasfondo profundo y una rica narrativa en plan Blade Runner, que aquí lo que importa es divertirse.

Resumiendo la historia, somos un habitante del planeta Akron. Nuestra gente ha decidido imponer su supremacía en todo el universo conocido por aquello de que somos más chulos que Clint Eastwood en El Sargento de Hierro, y para ello se ha embarcado en una cruenta guerra de exterminio contra todo aquel que ha tenido el valor de plantar cara. Es decir, somos por así decirlo ‘los malos’ y eso mola, porque juegos en los que hay que salvar la Tierra ya hay muchos y nunca está de más poder descargar adrenalina invadiendo otros planetas para machacar (virtualmente) a las especies que los pueblan. Si todo esto lo hacemos con un poderoso robot armado hasta los dientes, pues mejor que mejor.

Tenemos tres mundos que conquistar, cada uno de ellos con características propias y poblados por enemigos diferentes. Está el planeta Rocksmond dominado por los Cyberidos, una mezcla de insectos y máquinas; el planeta Symag habitado por una inteligencia artificial avanzada y poderosos robots bastante duros de pelar y, tal y como era de esperar, la Tierra, poblada como bien sabéis por humanos no muy resistentes ni fuertes pero apoyados por su tecnología bélica.

Podemos elegir libremente el planeta en el que comenzar a luchar, pudiendo abandonarlo para acudir a otro en cualquier momento. La acción se resume básicamente en saltar a dicho planeta y acabar con una oleada determinada de enemigos. Una vez completado dicho reto pasamos al siguiente nivel, en el cual tendremos que vérnoslas con enemigos más poderosos y así sucesivamente.

Teniendo en cuenta la dificultad progresiva de la que hace gala el juego, ¿cómo podemos hacer frente a enemigos cada vez más fuertes? Pues gracias a que podemos adquirir mejoras con las que potenciar la capacidad ofensiva y defensiva de nuestro robot. Por un lado tenemos las mejoras básicas, que consisten en aumentar nuestra velocidad de movimientos y el nivel de los escudos; mientras que por el otro podemos acceder a nuevas armas a cada cual más destructiva.

Vale, hablamos de un título free to play, por lo que aquí más de uno podrá decir que seguro que hay micropagos injustos que te fastidian la experiencia. Pues bien, por suerte no es el caso, en parte porque se trata de un título para un solo jugador y no puede darse aquello tan común y que tanta rabia da de que cualquier otro usuario sólo por invertir más pasta pueda adquirir mejor equipo y machacarte; mientras que por el otro lado todas las mejoras y armas del juego pueden conseguirse con dinero virtual, el cual obtenemos superando tanto los niveles básicos como las misiones diarias, un reto por tiempo limitado gracias al cual podemos recibir una gran bonificación. Además si queremos conseguir dinero de forma rápida siempre podemos invitar a cualquier amigo de Facebook o tragarnos un par de anuncios cortos.

Hemos dicho que es un título para un solo jugador, sin embargo también cuenta con un ranking mundial que nos permite comparar nuestras puntuaciones con el resto de jugadores del mundo y, por supuesto, con la de nuestros amigos, de forma que podemos picarnos a conciencia con ellos tratando de superarles día a día.

¿Qué más podemos contar de Apocalypse: Owners of Universe? Toca destacar que el sistema de control está bastante bien implementado, resultando cómodo y sencillo de dominar. Con el lado derecho de la pantalla controlamos la cámara, de forma que el disparo se ejecuta automáticamente al apuntar a los enemigos; mientras que con el lado izquierdo de la pantalla movemos a nuestro robot con un joystick virtual. Se trata de una fórmula sencilla que funciona, aunque dado que nuestro robot cuenta con dos armas principales, una en cada brazo, resulta un poco extraño no poder usar las dos armas a la vez o la que más nos convenga en cada situación al tener cada una su propia cruceta de disparo. Es decir, es imposible apuntar con ambas armas a un solo objetivo, aunque bien es cierto que te acabas acostumbrando y termina por ser un hándicap más a superar.

Nos queda hablar del apartado audiovisual. La música resulta un tanto machacona, no se puede negar, aunque bien es cierto que pega con la estética del juego y con su género. Por otro lado nos encontramos con un apartado visual al que no le podemos poner demasiadas pegas tratándose de un título para móviles, ofreciendo un buen nivel diseño de personajes y una sólida fluidez de imagen incluso en un dispositivo ya un tanto machacado como es el Sony Xperia Z original en el que lo hemos probado.

En conclusión nos encontramos ante un título ameno que consigue enganchar. No reinventa la rueda ni arriesga demasiado en términos jugables, pero tiene lo que hay que tener para permitirte pasar buenos ratos, contando además con un sistema de micropagos que no resulta abusivo ni intrusivo, algo que se agradece enormemente en los tiempos que corren.

Es visualmente atractivo, y ya sólo eso puede ser un reclamo de peso para un buen número de jugadores, mientras que su sistema de personalización y progresión nos invita a invertir horas y horas para desbloquear ese pedazo de arma que tanto anhelamos. ¿Le pediríamos más? Por supuesto. Pediríamos una mayor variedad de mapas y quizás algún que otro nivel diferente en el que cambiara ligeramente el objetivo de la partida, teniendo por ejemplo que sobrevivir el mayor tiempo posible o defender cierta posición frente a una oleada de enemigos; pero en definitiva podemos decir que estamos ante un buen título, todo un paso adelante para AyO Games hacia un futuro prometedor.

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