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Análisis Escape Dead Island, supervivencia estilo cartoon

Escape Dead Island

Daniel Moreno

En el mundillo de los videojuegos es fácil saber cuándo un título cuenta con todo el apoyo y la confianza de su editora y estudio responsable para ofrecer algo distinto a los jugadores y cuando está siendo desarrollado con el objetivo primordial de explotar un nombre de éxito o una fórmula que triunfa entre el gran público. Así es como nacen los DLCs, las secuelas, las precuelas, los spin-off y derivados, resultando ser, por norma, productos cuya intención no es ni sorprender ni innovar en absoluto. Aunque a veces hay excepciones o intentos de.

Con todo esto en mente no nos extraña un pelo que desde Deep Silver hayan decidido sacar más jugo a Dead Island, una de las franquicias de zombis más famosas de los últimos tiempos gracias sobre todo a una primera entrega que, pese a contar con sus defectos, supo ganarse el respeto de un buen número de jugadores. De ahí nació el decepcionante Riptide, así como un Dead Island 2 que están desarrollando los chicos de Yager mientras que los responsables originales de la franquicia, Techland, se han fugado a Warner para dar a luz a Dying Light.

¿Y qué es Escape Dead Island? Pues la otra baza de Deep Silver para conseguir que no nos olvidemos de que esta franquicia de zombis es capaz de dar mucha guerra, sirviendo de aperitivo antes de la llegada de Dead Island 2 a mediados de 2015. Desarrollado por Fatshark, este spin-off cuenta con la particularidad de introducir un giro de tuerca a la serie apostando por un desarrollo en tercera persona con toques de aventura y gráficos cel-shading, algo que sonaba realmente prometedor para los fans de la franquicia.

Una experiencia zombi… ¿diferente?

Hemos hablado al principio de este análisis de los videojuegos desarrollados para explotar una marca, reconociendo que, de vez en cuando, algunos de estos productos pueden resultar originales, divertidos o dignos de mención pese a que las motivaciones para iniciar su desarrollo no fueran las ideales. Ahí están por ejemplo Batman: Arkham Origins Blackgate o Lara Croft and the Guardian of Light. Y de este Escape Dead Island esperábamos algo similar, una propuesta refrescante para una franquicia que respetamos.

Porque de juegos de zombis están las tiendas llenas, y Dead Island fue refrescante en su momento pero se estancó con Riptide. Por eso el saber que llegaría a nosotros un título en tercera persona con el que podríamos sumergirnos aún más en esta franquicia sonaba prometedor, aunque ya os avisamos de que el resultado, pese a no ser horrible, podría haber sido mucho mejor.

Escape Dead Island nos sitúa en la piel de un joven que va camino de las islas de Banoi para investigar junto a dos amigos la supuesta masacre zombi sucedida en el título original, contando con un desarrollo un tanto lento y una narración confusa, con momentos que sobran, personajes irritantes 100% olvidables, diálogos poco inspirados y caídas agudas en el ritmo. Ya de entrada sabemos que hay una corporación mala malísima detrás de todo este caos (para variar), que el ‘accidente fue más bien provocado, y que lo que iba a ser un muy poco recomendable trabajo de investigación periodística se convierte en una lucha por sobrevivir.

Dejando a un lado el hecho de que tanto la trama como su desarrollo podrían haber estado mejor trabajados, el problema principal de Escape Dead Island es que no ofrece nada que no hayamos visto ya en decenas de juegos desde finales de los 90. En otras palabras, nos permitirá recorrer una serie de escenarios repletos de enemigos que funcionan por scripts (si volvemos atrás reaparecerán en su sitio como si nada) mientras tratamos de evitarlos o nos enfrentamos a ellos, con objetivos poco inspirados como ira tal punto, recoger cierto objeto, sobrevivir a una oleada de enemigos y poco más.

Al final ejerceremos como en tantos otros juegos hoy en día de meros recaderos, teniendo que buscar siempre la llave de entrada a una nueva área. El problema es que nos pasaremos la mitad de las horas recorriendo una y otra vez los mismos escenarios, algo cansino por aquello de que los zombis reaparezcan tal cual y tengamos que volver a matarles. ¿Acaso brotan de la tierra? Vale que enfrentarnos a escenarios vacíos es a un peor, pero no estaría de más que al menos los zombis cambiaran de sitio. Al final se podría decir que lo más llamativo de todo el desarrollo del juego es un prólogo protagonizado por un ninja en el que se nos enseña prácticamente todo lo que veremos después sin tener que volver marcha atrás una sola vez.

Los combates contra los zombis resultan un tanto tediosos dadas las escasas posibilidades de acción. Debido a una acuciante escasez de munición, algo que no debería ser malo en este tipo de juegos, nos vemos obligados a luchar más de lo que nos gustaría cuerpo a cuerpo, y digo más de lo que nos gustaría porque a diferencia de los tiroteos este tipo de combate no está bien medido, resultando torpe e incluso excesivamente complicado en ciertos puntos. Podremos realizar un ataque básico, uno más lento pero poderoso, y un movimiento de esquiva, pero realmente poco más, dando la sensación de que nuestro personaje es torpe como él solo. Por desgracia, aunque en ciertos puntos podemos utilizar el entorno electrocutando zombis o disparando a barriles rojos, estos casos son los menos.

Los enemigos por su parte son tan idiotas como cualquier zombi. Tenemos de varios tipos, como los básicos, unos que escupen a distancia y otros capaces de darnos caza gracias a su velocidad, algo que por supuesto se agradece, ya que nos obliga a reservar el uso de las armas de fuego para los rivales más peligrosos. Como decimos también podremos evitar ciertos combates utilizando un sigilo que suele funcionar más o menos bien, aunque también echamos en falta una agilidad mayor en el protagonista para recorrer los escenarios dado que no es capaz ni de saltar un triste escalón, como si anduviera por ahí con botas de plomo.

A nivel visual destacar el uso del cel-shading, técnica con la que se consigue dar un toque cartoon. Sin embargo el nivel es muy inferior a lo visto en muchos otros títulos del estilo, como por ejemplo la saga Borderlands, ofreciendo un apartado que se queda en vistoso sin más, con ciertos fallos y carencias más que evidentes incluso en la versión de PC, donde nos encontramos con bugs mayúsculos. También abundan los escenarios planos, con elementos genéricos que se repiten demasiadas veces.

Experimentando con Dead Island

En definitiva nos encontramos ante un título que podría haber dado para mucho más. El planteamiento era original, con una propuesta un tanto diferente a lo visto en la saga. Pero a la hora de aplicar estas ideas ha faltado cierta gracia e ingenio, dando lugar a secuencias recicladas, combates pobres y tediosos, y la continua sensación de que falta algo. Y eso es muy duro para todo aquel que coge un juego con ciertas ganas.

Dead Island es sinónimo de locura, de acción, de lucha, de frenetismo, de supervivencia. Pero Escape Dead Island no se acerca a nada de eso debido a la torpeza de su protagonista, a su falta de habilidad para desenvolverse por los escenarios y sobre todo debido a la acuciante falta de variedad de situaciones. Matar enemigos a tiros o golpes en tercera persona es algo que llevamos haciendo toda la vida, y a no ser que dicha mecánica esté muy bien insertada en el juego, que no es el caso, es lógico pensar que se necesita de algo más para resaltar entre la media.

Y como decimos, no es el caso de Escape Dead Island, que se queda como un producto anecdótico, algo más llamativo para los fans de la serie que para el resto, pero igual de intranscendente para todos.

Lo mejor:

  • Se trata de otro punto de vista para la franquicia. La acción en tercera persona y el toque cel-shading podrá entusiasmar a algunos.

Lo peor:

  • La trama podría haber estado mejor trabajada. Los personajes protagonistas son planos… y un poco irritantes.
  • El desarrollo resulta muy repetitivo y falto de inspiración. Le habrían sentado bien algunas mecánicas plataformeras y mayor agilidad por parte del protagonista.
  • El sistema de combate hace aguas, dando lugar a enfrentamientos tediosos en los que llevamos las de perder por lo limitado de las acciones a desarrollar.
  • Cuenta con un apartado visual que cumple sin más, y no faltan los bugs en la versión de PC.
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