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Análisis de Warface. Ir a la guerra de forma gratuita

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Álvaro Alonso

Acción desmedida, tiroteos, campos de batalla y zonas de todo el mundo asoladas por la guerra. Son características que comparten cientos de shooters que han visto la luz hasta la fecha, una fórmula sencilla y tradicional, que sin embargo sigue contando con auténticas legiones de seguidores. Lo que no hemos visto tan a menudo es que nos ofrezcan todo eso de forma gratuita, al menos hasta hace unos meses.

Warface, el FPS multijugador de Crytek, es uno de los pocos títulos que nos ofrecen una auténtica experiencia AAA free-to-play. Aunque salió a la venta en octubre de 2013, el juego todavía sigue dando que hablar, y hoy protagoniza nuestra sección de Análisis gracias a su nueva actualización, con la que recibe un auténtico lavado de cara, nuevos mapas cooperativos y varias características con las que busca atraer a los usuarios que han ido dejándolo durante este año y medio. ¿Qué ofrece el nuevo Warface?

Soldado listo para el combate

Soldado listo para el combateLa premisa de Warface no destaca por su originalidad. Nos encontramos con dos fuerzas de élite enfrentadas, por un lado el grupo Warface, formado por varias unidades que luchan por la pacificación mundial y contra las organizaciones corruptas, y por otro con Blackwood, los típicos “malos” que defienden los lobbys y luchan por dinero, y que utilizan maquinaria avanzada como Mechas.

Cuando empezamos a jugar se nos permite escoger la apariencia de nuestro personaje entre las disponibles, un paso simbólico ya que no tendremos ocasión de ver la cara de nuestro soldado durante el juego, al tratarse de un FPS puro y duro. Mucho más importante es nuestra clase, que podemos elegir entre cuatro disponibles: Rifleman, Médico, Ingeniero y Sniper.

El primero, Rifleman, nos convierte en un soldado de asalto cargado con un rifle y un arsenal pesado, siendo nuestra mejor defensa el ataque. Tenemos ventaja en el fuego a media distancia, así que nuestra misión es ir “abriendo el camino” en el campo de batalla.

Como Médico podemos ayudar a nuestros compañeros de misión cuando estén heridos. Por supuesto, como ocurre en estos casos, también vamos armados, aunque nuestra potencia de fuego no es comparable a la del resto de clases.

El Ingeniero se encarga de dar soporte, mejorar las armaduras de los compañeros y utiliza todo tipo de herramientas en la batalla, incluidos dispositivos que causan daño de gran alcance.

Por último, el Sniper es el francotirador que no podía faltar, experto en el fuego a distancia. Su papel es mantenerse en la retaguardia, vigilando que el avance de los compañeros vaya según los previsto y cubriéndoles. Si hay algún objetivo difícil o inalcanzable, ahí está el francotirador para deshacerse de él desde una distancia segura.

Para completar las misiones de la mejor forma posible, las cuatro clases tendrán que cooperar, utilizando sus habilidades específicas para dar apoyo al resto de compañeros. En definitiva, una jugabilidad clásica que ya hemos visto en muchos juegos de acción, pero que en Warface se cumple de forma brillante.

Guerra abierta, cooperación, supervivencia

Guerra abierta, cooperación, supervivenciaTenemos tres grandes modos de juego, acordes a los gustos de todos los usuarios. En primer lugar contamos con el modo Cooperativo, que podría considerarse el “Modo Campaña” del juego. Nos sueltan en distintos mapas con otros jugadores, con los que tendremos que colaborar para hacer frente a un enemigo común controlado por la inteligencia artificial del juego.

Cada día este modo se actualiza con nuevas misiones, situadas en diferentes escenarios. La gran actualización de Warface se centra en este modo, con mapas situados en África y nuevos objetivos, principalmente liberar las zonas ocupadas por Blackwood. El funcionamiento de todas las misiones es similar: el helicóptero nos deja en un punto del mapa, y tendremos que llegar a un punto de extracción arrasando con todos los enemigos que se nos crucen.

Durante el camino tendremos que desbloquear puertas, despejar rutas, sabotear tecnología enemiga y un largo etcétera, es decir, el tipo de objetivos que nos suelen presentar en las campañas principales de muchos juegos de acción. La diferencia está en que contaremos con ayuda para completarlos.

El modo Cooperativo es el más sencillo de los tres que posee el juego, perfecto para iniciarnos, ya que sólo lucharemos contra la IA, algo mucho más simple que enfrentarnos directamente con otros jugadores. Eso sí, la colaboración con el resto de usuarios es algo vital, y no sólo una anécdota pasable. Muchas veces, para saltar muros o vallas, esquivar obstáculos o llegar a zonas más altas necesitaremos la ayuda de otros jugadores. También podremos compartir munición, armas y, en caso de ser médico, salvarlos cuando estén de capa caída.

El segundo gran modo de juego nos enfrenta a otros jugadores, ya sea por equipos o de forma individual, y está dividido en modos más pequeños que dan mucha variedad a estas luchas. Por ejemplo, podemos participar en el Deathmatch, en el que básicamente tendremos que derrotar al equipo contrario. En Dominación tendremos que imponernos sobre los rivales, haciéndonos con su territorio, y en Asalto a la Bandera tendremos que recrear el famoso juego infantil, con el añadido de los rifles y las granadas.

En Destrucción, los dos equipos compiten por una zona común que intentarán conquistar mientras luchan. Esa zona, elevada y perfecta para ataques aéreos, supone la victoria, y para hacernos con ella podemos recurrir a toda clase de combate. Eso sí, hay que darse prisa, porque si nadie toma el puesto en menos de 120 segundos la partida termina.

Por otro lado, en Plant the Bomb tenemos que infiltrarnos en la base enemiga y colocar una bomba que, al accionarse, destruya la zona. Para ello será importante trabajar con nuestro equipo, decidir los puntos donde irán los explosivos, etc. En definitiva, pura estrategia.

En Storm tenemos que hacernos con el control de distintos puntos en el mapa. Cuantos más consigamos, más puntuación. El equipo que tenga más puntos gana. Rápido y sencillo.

Por último contamos con el Modo Libre, en el que estamos solos contra el resto de jugadores, al más puro estilo “Los Juegos del Hambre”. Si quedamos entre los supervivientes venceremos, aunque obviamente eso parece más fácil de lo que es en realidad.

El tercer gran modo en Supervivencia, que al igual que el Modo Cooperativo cuenta con distintas misiones que se van actualizando. El objetivo específico puede variar de una a otra, pero en general debemos hacer lo mismo en todas: sobrevivir en un mapa donde los enemigos no superan en número.

Recompensas de guerra

Recompensas de guerraCada vez que completamos una misión ganamos experiencia, lo que equivale a dinero que podemos gastar en armas, armaduras y toda clase de equipamiento. Por supuesto, como en todo free-to-play, podemos saltarnos el paso de ganar la experiencia y comprar directamente ese equipamiento.

¿Lo malo? Que las armas, protecciones, etc., no son permanentes. Desaparecen al cabo de unos días, así que tendremos que volver a completar misiones para conseguir dinero con el que renovar nuestro “vestuario” armamentístico. Lo mismo ocurre para los que hayan pagado con dinero real, deberán volver a pagar para seguir como hasta ahora.

Como en todos los free-to-play, si decidimos avanzar sin gastar ni un euro podemos avanzar, aunque lo haremos mucho más lentamente. Sin embargo, parece la opción más agradecida si queremos mantener nuestros ahorros intactos.

Un apartado gráfico potente

Un apartado gráfico potenteTécnicamente, Warface cumple todas las expectativas. Eso sí, no esperéis una maravilla gráfica como los últimos títulos de PS4 y Xbox One, porque el juego está preparado para ser compatible con el mayor tipo de hardware posible, y eso supone que tenga algunas limitaciones. Eso sí, aún siendo un free-to-play, sus gráficos podrían competir con los de algunos juegos actuales que se califican como AAA, gracias en parte al gran uso que da al motor Cryengine con el que está realizado.

En general, el juego es muy realista, con unos escenarios detallados y unas animaciones que no chirrían en ningún momento. En general las texturas son de gran calidad, aunque se aprecia la diferencia entre armas y equipamiento y los objetos del escenario que no cumplen ninguna función más allá de decorar.

Un punto a tener en cuenta es su apartado sonoro, muy envolvente y realista. El sonido de los disparos, las explosiones y el clamor de la batalla nos hace sentir como si realmente estuviéramos allí, jugándonos la vida, y todo lo que sea inmersivo se agradece.

Lo mejor:

  • Gran variedad de modos de juegos, que aunque no brillan por su originalidad, sí varían los suficiente los unos de los otros.
  • La cooperación con otros usuarios es real y necesaria. En este juego no vale luchar por nuestra cuenta si tener en cuenta al resto de compañeros de partida. La compenetración es vital.
  • Técnicamente es un título muy conseguido para tratarse de un free-to-play.

Lo peor:

  • En general, no ofrece nada que lo desmarque de otros FPS. Las clases de soldados son comunes, los tipos de misiones...
  • Los objetos que hemos conseguido con el sudor de nuestra frente desaparecen al cabo de unos días. Eso desanima un poco. Si estamos unos días sin jugar nos costará volver, ya que al hacerlo no tendremos buen equipamiento y tendremos que “empezar de cero”.

Conclusiones

ConclusionesAnálisis de Warface. Ir a la guerra de forma gratuita

Warface es una gran alternativa para los amantes de la acción y los FPS que están cansados de dejarse los ahorros en los títulos más punteros que, antes o después, terminan. El juego de Crytek puede ganarse nuestro compromiso, ya que cada se actualiza con nuevas misiones y la variedad de modos nos permitirán jugar durante horas sin cansarnos.

Técnicamente el juego es muy completo, especialmente tratándose de un free-to-play. Además, es compatible con muchísimas configuraciones de PC, así que es bastante accesible para los usuarios.

Como punto negativo se encuentra una pequeña falta de originalidad. Nos encontramos el mismo sistema de juego que hemos visto en títulos multijugador de todo tipo, con las mismas clases de personajes, equipamientos, etc. Los que estén acostumbrados a darle a esta clase de juegos puede que no encuentren esa chispa que lo diferencie lo suficiente como para empezar a jugarlo.

Por: Álvaro Alonso

Análisis de Warface. Ir a la guerra de forma gratuita

06/02/2015

8 / 10 estrellas

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