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Impresiones Splatoon, la última sorpresa de Nintendo

Splatoon E3 2014

Jaime Pérez

Madrid —

Splatoon es uno de esos juegos que hace que uno se pregunte por qué a nadie se le ha ocurrido esto antes. En realidad, la idea en la que se basa no es completamente nueva, ya hemos visto conceptos similares en otros títulos aunque en forma de sencillo minijuego, pero hasta ahora nadie se había parado a profundizar hasta este punto en una idea tan divertida y seductora como una batalla de pintura.

El objetivo consiste en pintar el escenario del color de nuestro equipo. Cuando se acaba el tiempo, el equipo cuya pintura cubra más superficie del escenario gana, así de simple. Sin emabargo, bajo esta apariencia desenfada y accesible, se esconden un enorme abanico de posibilidades que hacen que Splatoon sea un juego capaz de ofrecer un componente táctico a la altura de muchos otros shooters más serios y realistas.

Para empezar contaremos una pistola de pintura, pero a medida que avance la partida, tendremos acceso otras armas especiales como rodillos o bombas de pintura capaces de cubrir una gran superficie del mapa, rifles de francotirador con los que acosar a los rivales, bazookas o incluso bombardeos orbitales de pintura. Aunque para nuestra sorpresa, la característica más peculiar y divertida de Splatoon no llega en forma de arma, sino como una habilidad común a todos los jugadores que además usaremos continuamente durante las batallas: convertirse en calamar.

Independientemente de lo excéntrico que pueda sonar, adoptar la forma de este escurridizo cefalópodo, nos abre un nuevo abanico de posibilidades y de movimientos diferentes a los que tenemos cuando nos mantenemos en nuestra versión bípeda. Una de las funciones principales es que podremos sumergirnos literalmente en la pintura de nuestro color que haya por el suelo para nadar y deslizarse a grandes velocidades, incluso en vertical si la pared está manchada de pintura, de hecho, habrá multitud de zonas en los mapas que sólo podremos alcanzar en “modo calamar”.

Al transformarnos, también podremos atravesar las rejillas metálicas que hay repartidas por los escenarios. Esto nos permite aún más libertad de movimiento al poder acceder a determinadas áreas, tomar atajos, o incluso realizar movimientos repentinos para sorprender a nuestros enemigos. Un buen ejemplo para ilustrar esta última posibilidad es ir andando sobre una de estas rejillas situada en un lugar elevado y dejarnos caer a través de ella simplemente con transformarnos durante un instante.

La última posibilidad que nos ofrece la forma de calamar es la de desplazarse mientras nos mantenemos sumergidos para que no se detecte nuestra presencia, o tender emboscadas a los enemigos desprevenidos, una treta especialmente útil para dar caza a un enemigo que se infiltra en nuestra zona del mapa para cambiar el color de la pintura.

Sin embargo, ser un calamar también tiene sus inconvenientes, como no poder disparar o ser bastante más vulnerable al fuego enemigo, lo que nos obliga a cambiar de forma continuamente para adaptarnos de la mejor forma posible a la situación.

Pero como decíamos, uno de los aspectos más llamativos de Splatoon, es su alto componente táctico, porque al final todas estas opciones están básicamente al servicio del juego en equipo y de plantear bien la estrategia para conseguir nuestro objetivo final, que no es otro que ensuciar más que el equipo contrario.

La forma de plantear cada enfrentamiento sólo depende de nosotros y de cómo nos organicemos con los otros tres miembros de nuestro equipo. Una estrategia bastante útil es dejar a uno de los integrantes del equipo en nuestra zona según comienza el combate, de esta forma podemos empezar a cubrir una buena parte del escenario con nuestra pintura mientras los otros tres acuden al “frente” o a las zonas de choque para intentar ganar terreno a nuestros rivales. Podremos enfrentarnos directamente, o infiltrarnos discretamente en la zona enemiga para cubrir su pintura por la nuestra, podremos ir juntos, separados, o en equipos de dos, adoptar una actitud ofensiva o simplemente mantener al enemigo a raya si llevamos ventaja, todo depende de la situación y de nuestro buen criterio a la hora de tomar decisiones. Además, hay que tener muy en cuenta en lugar donde nos encontramos en cada momento y si predomina nuestro color o el del equipo contrario, porque si nos encontramos en una zona repleta de nuestra pintura, nuestras opciones de movimiento se multiplican. Si por el contrario nos encontramos en una zona donde predomine la pintura del equipo contrario, veremos muy limitadas nuestras posibilidades, no sólo no podremos deslizarnos o sumergirnos en forma de calamar, también tendremos el problema añadido de que la pintura enemiga nos ralentiza hasta el punto de convertirnos en patitos de feria ante el fuego enemigo. Splatoon es un juego donde claramente prima la estrategia por encima de la pericia con el mando.

Otro aspecto a tener en cuenta es lo accesible e intuitivos que resultan los controles, a diferencia de otros shooters, no apuntaremos con el stick derecho, aquí únicamente nos servirá para mover la cámara. Para disparar a un lado y a otro utilizaremos el giroscopio del Gamepad, algo que de primeras puede sonar problemático, pero que funciona sorprendentemente bien, de hecho, resulta tan natural, que apenas se necesita un periodo de adaptación para acostumbrarse.

Todavía se desconocen muchos detalles del juego más allá de los combates multijugador 4v4, aunque sus responsables aseguran que están trabajando en modos de juego adicionales, como un modo para jugar en solitario, partidas locales sin necesidad de estar online, y multitud de opciones de personalización.

Seguiremos muy de cerca las novedades y los detalles que se vayan revelando. Nintendo una vez más, ha conseguido atraer nuestra atención con una propuesta original, divertida y sobre todo, prometedora.

Splatoon llegará en exclusiva para Wii U durante la primera mitad de 2015.

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