The Witness quiere ser un reto para el jugador más exigente
Durante la mismísima presentación en sociedad de PS4 allá por el lejano mes de febrero de 2013 ya se demostró que los videojuegos indie tendrían un papel crucial dentro del futuro catálogo de la nueva consola de Sony cuando Jonathan Blow, creador del mítico Braid, saltó a la palestra para presentar su nuevo juego, The Witness.
Se trata de un peculiar título de puzles con el que espera ofrecer horas y horas de sano entretenimiento para el jugador, tratando además de exprimir su habilidad con retos realmente duros de mascar. Blow ha querido volver a remarcar esta idea asegurando en su blog oficial que “al menos hay un puzle que será imposible para la mayoría, sólo el 1% de los jugadores serán capaces de resolverlo”. Es decir, tan sólo el 1% de los que lo prueben serán capaces de completar The Witness al 100%.
En cuando a su complejidad en líneas generales y de desarrollo, Blow ha asegurado que “es el mejor videojuego que sé hacer ahora mismo. He llevado mis habilidades de diseño y organización al límite. Es un título muy complicado con montones de cosas, y no se trata de elementos independientes. Hay referencias a unos y otros rompecabezas por todas partes, así que no puedes trabajar en ellos por separado. Todo esto hace que trabajar en un juego de este título sea un auténtico desafío”.
