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Opinión - Vivir sobre un polvorín. Por Rosa María Artal

Yoshi no se llama “Yoshi”, Mario no es italiano y Bowser no es Malo.

Yoshi

Alberto de la Vara

Como probablemente nos pasará a todos, tenemos nuestro imaginario de personajes consoleros sin cuestionarse el origen o ni tan siquiera su verdadero nombre, dando por hecho que nacieron así y punto…

Pues resulta que recientemente y gracias a la investigación del escritor Blake J.Harris, autor del libro Console Wars el cual se centra en los entresijos y trapos sucios que se dieron en la guerra de las consolas: Nintendo VS Sega en la década de los noventa sabemos, entre otros datos curiosos, que el “verdadero” nombre del adorable Yoshi es T. Yoshisaur Munchakoopas según nos revelaba Harris en un Tweet el pasado 5 de Agosto:

“Yoshi, conocido como T. Yoshisaur Munchakoopas, estuvo atrapado en un huevo hasta que Mario (homo nintendonus) llegó y lo rescató. Instantáneamente, el joven dinosaurio y el plomero se hicieron amigos. Decidieron viajar juntos y rescatar a los amigos dinosaurios de Yoshi de la maldad de Bowser.”

No sólo este dato ha sido revelado y los siguientes pueden dejar patidifuso a más de uno:

También tendremos que romper con la leyenda urbana de que Mario es un bigotudo italiano e incluso con la que el origen de su existencia sea darwiniana ya que su especie figura como “homo nintendonus”homo nintendonus. Resulta que nació en Brooklyn y ya tenía en su ADN la pasión por arreglar y reparar tuberías y demás chapuzas hasta que decidió tirarse a la aventura.

¿Quién nunca se ha manchado con un chorretón de misteriosas salsas mientras mordía con ansia un delicioso Kebab? A la princesa Peach jamás le pasaría ya que gracias a sus superpoderes nunca mancha su ropa y la mantiene divina y de punta en blanco.

Además compadezcámonos de Bowser ya que al final del texto se revela que no se trataría de un malvado por definición. Se trata de un fóbico social sin amigos, lo que le llevó a no soportar ver la felicidad en los demás hongos y tortugas con espinas. Además el resultado de su séquito sería fruto del miedo y no de la admiración por el malvado Bowser.

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