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La polémica en torno a la nota de The Order: 1886

The Order 1886

Daniel Moreno

Ya está entre nosotros The Order: 1886, sin lugar a dudas uno de los juegos exclusivos de Playstation 4 más esperados del año gracias al impacto generado por cada uno de sus tráilers y demostraciones gameplay en diferentes ferias y eventos, por no hablar de la campaña de promoción realizada por Sony para darle el mayor bombo posible.

Sinceramente, no pocos esperábamos con ansias este momento, y cuando el juego cayó en nuestras manos lo introdujimos en la consola con la mayor emoción del mundo, pese a ser conscientes de que había no pocas sombras al acecho capaces de tirar por tierra buena parte de nuestro entusiasmo; porque ya habíamos catado una demo en su día, y aunque nos pareció sencillamente impactante dejándonos con ganas de mucho más, intuíamos una falta de libertad brutal a la hora de jugar. Finalmente así ha sido, The Order es un juego de acción en tercera persona muy rígido en términos jugables, y por ello casi impropio de los tiempos que corren.

Este hecho le ha llevado a ganarse no pocas críticas durísimas, con análisis que no superan siquiera el aprobado, algo casi impensable para una superproducción de tal calibre y que sin lugar a dudas habrá provocado un fuerte debate interno en Ready at Dawn, su estudio responsable, y la propia Sony Worldwide Studios. Otros sin embargo (los menos) no han dudado a la hora de darle un notable alto o inclusive un sobresaliente; aludiendo que se trata de una propuesta cinematográfica que no debe ser juzgada por el mismo rasero de títulos como Gears of War. Pero si nos fijamos en Metacritic, báscula empleada por la propia Sony para decidir qué juegos son ‘dignos’ de ser ofrecidos a los suscriptores de PS Plus, The Order no sería uno de ellos al quedarse en un 65 sobre 100, cuando lo mínimo que se pide es un 70.

¿Por qué existe esta disparidad de crítica tan abrupta? ¿Se han cebado injustamente ciertos medios con el juego? El propio estudio de desarrollo asume su culpa afirmando que no fueron capaces de transmitir como es debido la idea central que tenían para él, llegando a generar unas expectativas que quizás no eran las apropiadas; pero también se han excusado alegando las dificultades para sacar adelante una nueva IP en un sector como este, en el que existe una comunidad muy activa dispuesta a poner a parir los juegos sin conocerlos. Vaya, será casualidad que buena parte de las críticas supuestamente infundadas hayan terminado por hacerse realidad.

¿Es The Order una nueva víctima del hype? Sinceramente creemos que no, dado que a diferencia de títulos como Watch Dogs o Destiny, no es que no ofrezca todo lo que esperábamos, si no que ofrece algo completamente distinto. Debido a la cantidad de escenas cinemáticas, al alto número de diálogos, a todas esas situaciones scriptadas que nos obligan a tirar de QTE para superarlas, The Order: 1886 se acerca peligrosamente a propuestas tan singulares como Beyond: Dos Almas, y decimos peligrosamente porque a diferencia de éste pide a gritos una jugabilidad más activa, dinámica y cercana a lo que todos entendemos que debe ofrecer cualquier juego de acción hoy en día. Por supuesto que tiene ciertas cosas que funcionan, pero baila entre dos aguas sin llegar a mojarse del todo en ninguna; y lo que es peor, permite que el toque cinematográfico y el excesivo peso de la narrativa, en vez de estar ahí para enriquecer la experiencia, terminen por echar por tierra la diversión.

The Order consigue que te sumerjas dentro de la experiencia, y eso es algo muy bueno. Y sí, es innegable que ofrece un espectáculo audivisual sin parangón, pero mientras juegas siempre tienes la sensación de que existe un ser supremo llamado ‘diseñadores’ que está hay poniendo límites incomprensibles a lo que realmente te gustaría hacer, impidiendo que puedas pensar en otra cosa más allá de en lo realmente bueno que podría haber sido este juego si se hubiera planteado de forma un poco diferente. Y eso por no mencionar la cantidad de buenas ideas desaprovechadas.

Como veis nosotros somos más de la opinión de que un juego, ante todo, tiene que ser divertido. Por supuesto que eso es algo subjetivo, y entendemos perfectamente que puede ser tan divertido un The Wolf Among Us como un Hearts of Irons pasando por el último Halo. En relación a The Order existen juegos tan cinematográficos o más, como por ejemplo los Metal Gear Solid, y vale que muchos les odien por sus cinemáticas y sus interminables diálogos metafísicos, pero nadie podrá negar que consiguieron revolucionar la jugabilidad apostando por el sigilo y mecánicas nunca antes vistas. Jamás pedimos a The Order que inventara la rueda, tan sólo que no descuidara el gameplay, que a fin de cuentas es sobre lo que debe sustentarse cualquier videojuego.

Por supuesto dependiendo de la review que leáis llegaréis a pensar que es maravilloso o una auténtica bazofia. Si queréis saber de él por la opinión directa de los jugadores, pronto os veréis inmersos en una lucha sucia entre fanboys de Playstation y fanboys de Xbox, diciendo los primeros que no es tan malo y los segundos que es justo tan malo como su Ryse: Son of Rome. Por este motivo, como siempre, depende de vosotros decidir si The Order: 1886 ha sido machacado injustamente o no, si realmente se trata de un juego que merezca estar en vuestra estantería, o si no pasa de ser un ambicioso experimento que no ha sabido dar en el clavo.

Después de todo los críticos somos caprichosos, soberbios y tan humanos como cualquiera. ¿Pasarás de nuestras palabras o te esperarás a leer mejores reseñas de la más que previsible secuela de The Order: 1886?

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