Cocinas de Pueblo: gastronomía, tradición y naturaleza se dan la mano en Daroca de Rioja
Hacer alta cocina en un pueblo de apenas 50 habitantes es posible y sucede a escasos 18 kilómetros de Logroño. Hace más de un cuarto de siglo que los hermanos Carlos e Ignacio Echapresto se lanzaron a la aventura abriendo las puertas de Venta Moncalvillo, un nombre más que conocido ya en la gastronomía española. Sin embargo, ambos tienen claro que su labor no se puede quedar en los fogones y la sala sino que tiene que ir más allá.
Así nació en 2019 Cocinas de Pueblo, un encuentro en el que buscaban poner en valor la tradición en la que se basa tanto su cocina como su modelo de negocio. Con la llegada de la pandemia, el proyecto quedó en suspenso durante dos años pero, en todo ese tiempo en el que la sociedad se detenía, la naturaleza seguía su ritmo con más fuerza que nunca al librarse de la contaminación humana.
La observación de esta realidad hizo que los hermanos Echapresto dieran una nueva vuelta de tuerca a su proyecto para relanzar ahora una segunda edición de Cocinas de Pueblo. En todo este tiempo se ha visto cómo los pueblos han recuperado vida, siendo la vía de escape de muchas familias no sólo durante los fines de semana. Se ha producido también una vuelta a los orígenes en el mundo de la cocina, con lo natural y lo elemental recuperando protagonismo.
En esta segunda edición, Cocinas de Pueblo ha querido mirar a esa segunda capa de las cocinas que miran a sus tradiciones, sus productos, sus productores y sus costumbres. A lo largo de toda la jornada, cocineros rurales, productores y artesanos han ido relatando sus experiencias y presentando interesantes proyectos basados en el valor de lo natural y el respeto en los procesos, fijando además con todo ello población en la “mal llamada” España vaciada.
Charlas, debates y una comida popular en torno a un buen rancho elaborado por los vecinos más veteranos de Daroca de Rioja para una jornada con entrada totalmente libre y mucho sabor a pueblo.
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