El Calahorra se estrena a domicilio a lo grande
El Calahorra salió escaldado de El Sardinero, pero aprendió la lección para dos semanas después resarcirse de esa goleada y demostrar que los rojillos también saben y pueden ganar como visitantes. El escenario, Lasesarre, y el rival, Barakaldo, no eran los más indicados, pero el bloque riojano confirmó que el bache de resultados de las últimas jornadas ya es pasado. Los tantos de Ubis y Goñi, además de la actuación de Gonzalo, principal novedad en la alineación rojilla, además de la vuelta de Javi Barrio al centro de la zaga, permitieron al Calahorra lograr su primer triunfo a domicilio. Puntos necesarios para que los pupilos de Miguel Sola insistan en no enquistarse y miren a la tabla con orgullo, además de tranquilidad para continuar trabajando en aras de conseguir la permanencia lo antes posible.
El Calahorra salió convencido a Lasesarre. Cierto que el Barakaldo impuso su fútbol, dominó territorialmente en los primeros minutos, pero los rojillos fueron consistentes y capaces de no quedarse en su campo. No en vano, a los 4 minutos marcaba Rodrigo tras una falta lateral, pero el navarro estaba en fuera de juego. Fue un aviso de lo que le podía suceder al cuadro fabril de no estar concentrado. A los de Larrazabal no les hacía falta elaborar. El juego directo era suficiente para estar lejos de Viorel y confiar en que el conjunto riojano bajara con el discurrir del tiempo.
Sin embargo, el equipo dirigido por Miguel Sola fue firme y fue a más. Comenzó a tener un poco la pelota, a encadenar pases seguidos y obligar a los locales a retroceder. Eso no quita para Dopico fuera el jugador más incisivo de los suyos con varios tiros, algunos de ellos rechazados por Gonzalo -la principal novedad en el once de los riojabajeños- y otros desbaratados por la zaga visitante.
Entonces apareció el hombre gol de los calagurritanos para estar más cerca de dar la sorpresa. Ubis se revolvía para fusilar a Viorel y, pasada la media hora de encuentro, generar dudas a un Barakaldo que venía de perder ante el Cultural de Durango. No se echó atrás el Calahorra, como por ejemplo sucedió hace siete días en La Planilla tras marcar, aunque el bloque fabril, más por empuje que por fútbol buscó a Gonzalo con continuidad.
Tras el paso por los vestuarios, el cuadro local salió con una marcha más. Dos faltas casi seguidas ayudaron a embotellar a los rojillos que tenían que oxigenarse para evitar el asedio territorial. Los pupilos de Aitor Larrazabal insistían en un juego más vertical donde predominaban las segundas jugadas y el estar concentrados y ordenados. Por si acaso, Sola dio aire fresco con la presencia de Barcina por Barace a la hora de partido.
Debió sentarle bien porque después de que Gonzalo evitara el empate a renglón seguido Goñi dio un zarpazo mortal para encauzar el primer triunfo a domicilio del Calahorra. Todavía restaban veinte minutos, pero la sensación era de que sólo el cuadro riojano podía echar al traste el gran resultado obtenido hasta ese momento. Gonzalo se erigió en protagonista angular durante los últimos minutos con varias intervenciones de mérito. También contó con la fortuna de un larguero que podía haber cuestionado el triunfo. No en vano, ya en el minuto 90 vino el premio de los fabriles al esfuerzo realizado. El tanto de Marc puso nervios en las filas rojillas, pero apenas hubo tiempo para temer por los 3 puntos, los primeros de una tacada a domicilio. Sin duda, una victoria que debe reforzar la moral y el juego del Calahorra, además de dejarlo noveno con 18 puntos.
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