El IER ya tiene “el libro más bello” de Logroño
La biblioteca del IER tiene entre sus fines esenciales la adquisición del patrimonio bibliográfico y documental riojano. En sus depósitos, repletos de cientos de libros y documentos, se encuentran verdaderas joyas, pero todavía no existía un ejemplar de ‘La Crónica del rey don Juan el Segundo’, cuya localización ha sido fruto de años de búsqueda e investigación por parte de su bibliotecario responsable, José Ignacio Peso. Con el logro de su adquisición ahora, el Instituto conmemora la celebración del Día del Libro, este viernes día 23.
Esta obra fue editada en el Logroño del siglo XVI, en una época en la que en Logroño residía uno de los mejores impresores de su siglo: Arnao Guillén de Brocar, impresor de origen francés que estuvo activo desde 1490 hasta 1523.
Esta Crónica está considerada como el libro más bello salido de las prensas de Brocar en Logroño. Fue un encargo del emperador Carlos V, y uno de los libros más importantes de la imprenta española del siglo XVI. Los ejemplares completos de esta obra son escasos en todo el mundo, siendo este ejemplar una gran pieza para cualquier biblioteca especializada como es la del IER.
Una auténtica obra de arte
El texto se atribuye a Fernán Pérez de Guzmán y la corrección a Lorenzo Galíndez de Carvajal. Fue prologada por Alvar García de Santamaría. En el título se señala que se imprimió “por mandado del católico rey don Carlos su visnieto” (sic) y con privilegio otorgado por Cisneros en 1515, conformando una muestra excepcional de la revitalización de este género en época del emperador. Esta obra es especialmente rica en su decoración por la calidad de sus xilografías, su complejidad iconográfica y el número de imágenes.
Los grabados de Brocar superan el carácter artesanal y la rigidez tradicional de las imágenes. Probablemente dos de los grabados más excepcionales de su producción son la portada en la que representa al monarca y la imagen ecuestre del monarca localizada en una de las portadas interiores en las que Brocar incluye gran parte de los datos necesarios para la identificación.
Dentro de las imágenes regias ecuestres del conjunto de Crónicas, una de las más destacadas es la que aparece en esta Crónica de Juan II de 1517. Es una composición a folio completo: el monarca a caballo aparece bajo una tracería gótica y flanqueado por retratos de medio cuerpo en hornacinas, la mayoría de ellos bustos de familiares con un papel destacado en su vida. El monarca lleva armadura y corona, sostiene con una mano el bastón de mando y con la otra sujeta con firmeza las riendas de su caballo.
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