El impacto de la pandemia en los pacientes de Párkinson

La pandemia del coronavirus y las limitaciones sociales que hemos tenido que adoptar para contener su expansión han hecho mella en el ánimo y en la salud mental de muchas personas. Este impacto se ha reflejado de forma todavía más severa en los pacientes de Párkinson, una enfermedad con un componente social muy importante.

“Los síntomas se han agravado porque el paciente tiende a encerrarse, a sufrir ansiedad y depresión y es importante que socialice, pero con la pandemia no se podía y la incertidumbre que provocaba aceleraba estos síntomas”, señala César Ochoa, presidente de la Asociación Parkinson Rioja. Por ello, están recomendando a las personas afectadas por esta enfermedad llevar hábitos de vida saludables, desconectar de informaciones negativas y potenciar las relaciones con el círculo familiar más cercano.

El Estudio Covid&Parkinson que ha realizado la Fundación Curemos el Parkinson cuantifica que el 66% de los pacientes con esta enfermedad sufrió un empeoramiento de sus síntomas.

En La Rioja hay aproximadamente entre 1200 y 1300 personas diagnósticadas con párkinson, aunque la dificultad del diagnóstico hace que conseguirlo sea un camino muy largo, ya que comprende un espectro muy amplio.

Así, la visibilización y la sensibilización de la enfermedad es uno de los objetivos fundamentales de la asocación, que conmemora este domingo 11 de abril el Día Mundial del Párkinson. “No buscamos dar cobertura sanitaria porque eso debe hacerlo la sanidad pública, pero sí cuidar el entono del paciente y acompañarlos, darles consejos y apoyo directo”, explica Ochoa.

También quiere luchar contra el desconocimiento que existe de la enfermedad. “Primero que no solo afecta a personas mayores, porque hay pacientes de todas las edades, incluso niños”, afirma el presidente de la asociación, que explica que los problemas físicos llegan después de la depresión con la que la enfermedad debuta.

Tratan de divulgar entre los miembros los últimos avances para tratar la enfermedad, como la estrategia basada en ultrasonidos focales de alta intensidad, con la que se está probando que reduce el 80% de los síntomas. Antes de que la pandemia lo truncará habían organizado una charla con un neurocientífico que esperan retomar cuando sea posible. “No es la panacea porque no termina con la enfermedad pero sí que hay estudios que dicen que reduce bastante los síntomas”, apunta César Ochoa.

Porque para la Asociación Parkinson Rioja la reclamación más importante es la inversión para la investigación de enfermedades neuronales y el desarrollo de terapias para tratarlas.