La delegada del Gobierno pone en valor “la capacidad para adaptarse a los tiempos” de la Constitución Española

La delegada del Gobierno de La Rioja, Beatriz Arraiz, ha asegurado que la Constitución “sigue siendo el lazo que une a una sociedad diversa en su identidad, cultura y opiniones” a la vez que ha puesto en valor “la importancia de la Constitución Española” que “radica en su capacidad para adaptarse a los tiempos, manteniendo la estabilidad institucional mientras abraza el progreso”.

Por todo ello, ha afirmado, “debemos preservar la Constitución. Solo hay democracia dentro de ella; todo lo que se encuentre fuera es imposición y discrecionalidad”.

Beatriz Arraiz ha realizado estas declaraciones durante el acto celebrado en la Delegación de Gobierno con motivo de la conmemoración del XLV Aniversario de la Constitución Española. Además se ha llevado a cabo el acto de imposición de condecoraciones de la Orden de Isabel La Católica y del Mérito Civil. En concreto, Emilio Lázaro ha recibido la Cruz de Oficial de la Orden del Mérito Civil. Por su parte, la Policía Nacional, Luisa Rebollo, ha recibido la Cruz de la Orden de Isabel La Católica y Fernando San Millán, la Cruz de Oficial de la Orden del Mérito Civil.

Las condecoraciones han proseguido con la otorgada al subinspector, Eliseo Gómez, Cruz Oficial de la Orden de Isabel La Católica. Además, el Policía Nacional, Jesús Herránz, ha recibido le encomienda de la Orden del Mérito Civil y, por último, el coronel, José Antonio Cubel, la Encomienda de la Orden de Isabel La Católica.

“Un faro de estabilidad en tiempos de cambio”

Posteriormente, la delegada del Gobierno en La Rioja ha tomado la palabra para destacar que la Carta Magna es “un pilar sólido” que ha guiado nuestra nación “hacia la convivencia armoniosa y el respeto mutuo”. “Es -en palabras de Arraiz- un faro de estabilidad en tiempos de cambio, proporcionando un marco legal que garantiza la igualdad, la libertad y la justicia para todos”.

A través de sus principios “la Constitución fomenta la participación ciudadana, el diálogo y el respeto a la diversidad y nos insta a trabajar juntos en la construcción de un país donde todos tengan voz y oportunidades, independientemente de su origen, género u orientación”.

Por todo ello, ha afirmado la delegada, “la importancia de la Constitución Española radica en su capacidad para adaptarse a los tiempos, manteniendo la estabilidad institucional mientras abraza el progreso. Es un recordatorio constante de que, a pesar de nuestras diferencias, compartimos un compromiso común con los valores democráticos que nos unen como sociedad”.

Inspiración para el futuro

En vísperas del 6 de diciembre, “hoy celebramos la fortaleza de nuestra democracia y renovamos nuestro compromiso con la convivencia pacífica, la justicia y la igualdad”. Por tanto, ha añadido, “que este aniversario nos inspire a seguir construyendo un futuro en el que cada ciudadano se sienta parte integral de este gran país que es España. Desde su aprobación hace ya 45 años, los españoles y españolas hemos vivido un periodo de convivencia en libertad y democracia. Un periodo en los que el pueblo español ha sido el protagonista de su propia historia”.

Como ha recordado, “la Constitución Española no solo establece los cimientos legales de nuestro país sino que también refleja el compromiso con los valores democráticos y los derechos fundamentales de la ciudadanía. No podemos olvidar que es la norma fundamental que establece el marco legal y político de nuestra nación. La que asegura la unidad y coherencia del ordenamiento jurídico del Estado”.

“Es, en definitiva, la máxima expresión del pacto social y político que surgió tras un periodo de transición crucial en la historia de España. Actúa como un marco de referencia que permite la convivencia pacífica y la diversidad en un país que abarca diversas identidades culturales y regionales. Nuestra Constitución, la de todos, reconoce y ampara el pluralismo, la legitimidad de las opciones” y “configura el estado democrático de derecho mediante un sistema parlamentario reconocido en su artículo primero”, ha continuado.

Además, estructura “este gran e indisoluble país con el reconocimiento de las autonomías y nacionalidades y nos permite a los españoles la elección de nuestros representantes y los gobiernos en sus distintos ámbitos, como el nacional, autonómicos y municipales, en un marco jurídico definido e incuestionable, como así lo venimos haciendo desde 1978 y este año, en particular, en sucesivas convocatorias electorales”.

Pero, como afirma la delegada, “un sistema democrático no solo lo es por la elección de sus representantes o de sus gobernantes, a través de la soberanía nacional, sino también y, sobre todo, es democrático por el establecimiento de una arquitectura jurídica que permite y garantiza el libre ejercicio de los derechos y las libertades individuales”.

“Cumplir y respetarsin intereses propios”

“Las libertades con mayúsculas. Sin banalizar”, ha incidido la delegada. “No conviene banalizar sobre las libertades, ni pensar que siempre existieron, porque es precisamente la Constitución de 1978 el instrumento del que nos dotamos para garantizarlos”. Por todo ello, la delegada ha abogado por “cumplir y respetar” la Constitución “sin excepciones ni intereses propios”.

Finalmente, en este día, la delegada del Gobierno en La Rioja ha tenido unas palabras sobre nuestros símbolos nacionales, especialmente la bandera, “que deben ser emblemas que nos unen como nación, en lugar de dividirnos. La bandera y otros símbolos constitucionales son patrimonio de todos los españoles, y es imperativo recordar que su significado trasciende las diferencias partidistas”.

“Estos símbolos son el reflejo de nuestra unidad como nación y de los valores que compartimos como sociedad. No deben ser apropiados ni instrumentalizados”. Por ello -recuerda- “es esencial saber que la bandera representa la diversidad de opiniones y la riqueza de nuestras tradiciones, no solo los intereses de unos pocos. Todos somos custodios de estos emblemas nacionales”.

Así ha abogado por acatar la Constitución que “es el alma de nuestra democracia, la que nos apela a que permanezcamos unidos y regidos con el principio de la leal convivencia”.