La Rioja se resiste a quitarse la mascarilla en interiores
Las mascarillas, de momento, siguen en la vida de los riojanos y riojanas. Puede que sea por el mal tiempo, por precaución o simplemente por costumbre, pero la gente todavía sigue llevando la mascarilla en comercios y centros de trabajo, pese a que ya no es obligatorio llevar mascarilla en interiores desde este miércoles.
Un recorrido por varios establecimientos de Logroño nos muestra cómo prácticamente todos la plantilla que trabaja de cara al público sigue llevando mascarilla esta mañana. En algunos casos, ha sido una decisión propia, mientras que en otros la dirección les obliga a seguir llevando mascarilla durante unas semanas o, de momento, de forma indefinida.
En general, la consigna es esperar a ver cómo evoluciona la pandemia y también cómo reacciona la clientela antes de quitarse la mascarilla. “Yo me siento obligada a llevar mascarilla por cortesía con mis clientes”, explica una peluquera, mientras que una dependienta nos confiesa que hoy se la ha puesto por prudencia, ya que se sentía un poco acatarrada.
En cuanto a la clientela, todavía hay reticencias a deshacerse de la mascarilla y siguen poniéndosela al entrar en el comercio. “Es curioso cómo hasta ayer había que pedirle a la gente que se pusiera mascarilla y hoy la llevan sin problemas”, narra un comerciante que ha optado por no llevarla más.
Los bares, sin embargo, sí que han normalizado más el fin de la mascarilla. No en vano, eran numerosos los clientes que sólo se la ponían ya para entrar en el local o para pedir, con lo que la transición ha sido mucho más fácil.
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