Los accidentes laborales han aumentado un 7% en La Rioja en el último año

El 28 de abril se celebra el Día de la Salud Laboral. Desde la reforma laboral de 2012, los accidentes no han dejado de incrementarse, en concreto un 6,8% en La Rioja en el último año. Según CCOO, “dicha reforma rompió la tendencia en la reducción generalizada de la siniestralidad que se venía registrando desde el año 2000. El discurso oficial que asocia este incremento del número de accidentes de trabajo a la recuperación de la actividad económica y del empleo, es falso”.

Consideran que los daños a la salud derivados de la actividad laboral se han incrementado porque han aumentado la precariedad y la intensificación del trabajo y por la inaplicación de medidas preventivas. El 77,7% de los accidentes de trabajo en La Rioja se producen en los sectores más precarios, servicios y agricultura. Y solo el 4% se produce en la industria un sector más estable y con mayor presencia sindical.

Las mujeres tienen mayor probabilidad de sufrir una enfermedad laboral

Desde 2013 el número de partes comunicados de enfermedad profesional con baja en mujeres es superior en términos absolutos al de los hombres a pesar de ocupar un volumen menor de población empleada, y desde que en 2012 repuntó la siniestralidad, los incrementos de los accidentes de trabajo en mujeres son superiores que entre los hombres. Las condiciones de trabajo en los sectores y actividades más feminizados han sufrido con más rigor los efectos de la crisis y de las políticas de ajuste, lo que unido a la falta de políticas eficaces de igualdad de género y de conciliación en las empresas contribuye al deterioro de la salud de las trabajadoras.

Los jóvenes tienen más riesgo de sufrir un accidente laboral

Los índices de incidencia de accidentes de trabajo con baja en el año 2015 entre los menores de 30 años superan ampliamente la media del resto de las personas trabajadoras. La altísima tasa de desempleo que sufre el colectivo, y la precarización de sus empleos, condenan a nuestros jóvenes a unas condiciones de trabajo que ponen en riesgo su seguridad y salud.

La economía sumergida oculta los daños para la salud de las personas

La población migrante, las mujeres y los jóvenes se ven abocados en muchos casos a las actividades y sectores más precarizados y, lo que es todavía peor, a la economía sumergida. La prevención de riesgos en los trabajos “en negro” es inexistente y los daños ocasionados a la salud no se registran en estas situaciones de explotación.

Ante esta situación, CCOO exige que se recuperen las inversiones en prevención en las empresas y una mayor participación de los trabajadores y sus representantes como garantía para el ejercicio de derechos y para la protección de la salud. Que se establezca la figura del delegado de prevención territorial con el objetivo de asegurar el ejercicio al derecho a la salud y a la seguridad y los niveles de protección a todos los trabajadores. En La Rioja el 95% de las empresas son PYMES o MICROPIMES, más de 8.000 de empresas cuentan con menos de 6 trabajadores y por lo tanto no tienen derecho a elegir un representante en materia de prevención.

Plantean además que se dote con los suficientes medios económicos y humanos al Instituto Riojano de Salud Laboral, IRSAL, para que sea el referente en las políticas activas en materia de prevención. Piden también reforzar los mecanismos de control del cumplimiento de la legislación en materia de prevención en las empresas y de lucha contra el fraude laboral y la economía sumergida, a través de la Inspección de Trabajo.