Sobre este blog

Estudio Ciencia Política y Periodismo en la URJC. Algo que alterno con la observancia voluntaria de las bajas morales que despierta el quehacer político y, aún así, con la capacidad que tiene de ilusionar la ciencia que estudió Max Weber. Escribiré sobre eso, sobre la política. Eso sí, de forma clara, tolerante pero sobre todo crítica.

¿Qué pasa con la oposición en La Gomera?

Viñeta de Fontdevila

Aarón Rodríguez Ramos

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De los últimos termómetros electorales se deduce una conclusión principal: Casimiro Curbelo gana. Para bien o para mal, eso lo dejo a su criterio, pero lo cierto es que el presidente insular sigue teniendo el apoyo -al menos en tendencias- de los ciudadanos gomeros. Ahora, toca reflexionar a todos. Nos toca reflexionar sobre el porqué ocurre ésto. ¿Cuáles son los aciertos y los errores que cometen quienes aspiran sucesivamente a quitar el poder omnímodo que detenta desde hace décadas el PSOE en La Gomera?

Errores en la comunicación. Al ciudadano gomero no basta con convencerle de que se ha gobernado mal o de una forma poco ética -bajo su lupa- sino que además hay que convencerle de que quienes se presentan como alternativa tienen formas y modos de gobernar de forma transparente, sin la continua sospecha de la irregularidad ni mucho menos con la idea de andar en embrollos judiciales. Pero no se hace... o tampoco se puede hacer (veamos si no el caso de Javier Trujillo, por ejemplo).

Falta de liderazgo. Bueno, esto no es que abunde en el PSOE actual, pero lo cierto es que se sabe quien manda, queda claro un nombre que la gente conoce ya por costumbre, el trabajo de 3 décadas de campaña electoral casa por casa y por la mediatización del personaje. En la oposición gomera no hay liderazgo, ni entre las formaciones (el PP parece que va a desplomarse, a pesar de haber sido el líder en la última elección quitando el puesto a CC) ni en el seno de las propias formaciones políticas (en Sí Se Puede, por ejemplo, no está claro quien va a ser el candidato al Cabildo).

Excesivo carácter intelectual. La política atrae a dos tipos de personas: quienes quieren saber de ella y aprender, estudiar teorías políticas y participar de un modo casi utópico, o con la base ética por delante; y por otro lado, quienes aspiran a vivir de lo público, porque ven en la “función política” (analogía literaria de la función pública) un buen modo de vida y de mantener un status quo del que vivir sin preocupaciones y sin trabajar como un “currito”. ¿Choca esto contra la ética, la moralidad o la devota visión que algunos ilusionados tenemos de la actuación política? Pues sí, pero es lo que hay. Frente a esta situación, los gomeros mayoritariamente (como cualquier otro ciudadano en este país nuestro) no se barajan si sus políticos son de uno u otro de los dos grupos anteriormente mencionados sino si sus medidas van encaminadas a la resolución de los problemas que tienen o no. Es simple, no se trata de un menosprecio a la capacidad del debate político en la isla (si es de “mayor altura” o no) porque la realidad es que al final los de “mayor altura” son los más vacíos de contenidos, no. Se trata de que la política local tiene que ser útil, en La Gomera y en Navalmoral de la Mata.

Falta de consistencia y novedad en las propuestas. El punto anterior también está relacionado con el primero (Errores en la comunicación) y con éste y todos entre sí. El hecho de que se proyecte una “oposición criticona” (“Sí Se Puede denuncia que...”, “El PP exige que...”, “CC se queja de...”) es bueno en una parte ínfima porque se presenta como contrapoder, pero es malo para la propia oposición y para los vecinos que leen los diarios digitales. Me explico. Si usted ve el debate sobre un tema cualquiera (pongamos el picudo rojo en San Sebastián... o negro, el alcalde todavía lo anda buscando) verá que termina convirtiéndose en un cruce de acusaciones entre unos y otros, que cansa al lector, que le produce indiferencia en algunos casos o que termina por sentenciar al pobre partido político aspirante a renovar todo bajo la frase “todos son iguales”. ¡Pum! Demoledor, ahí ya ha fracasado la cosa. ¿Y qué hacer frente a esto? Pues novedades, propuestas y sobre todo crear titulares que cambien el eje. Que pasen del “Fulanito critica...” a “Fulanito presenta el proyecto X”. La gente, interesada por el tema, prestará atención y verá en las propuestas esa novedad que le falta a la política isleña. En las redes sociales se va viendo algo así, es el caso del candidato de CCN al ayuntamiento de San Sebastián, Antonio Luis Arteaga. Oposición no es sólo oposición, también es proposición.

Por supuesto, estas leves pinceladas las dejo para el análisis reflexivo e introspectivo de la oposición gomera que quiera llegar a tener influencia y ganar las elecciones el próximo 24 de mayo. Queda aún mucho por decir y estos puntos son susceptibles de debate, encantado estaría de mantenerlo con alguno de los que disienten de ellos. También cabe destacar otro punto importante y es que exagerar o profundizar en exceso para solucionar alguno de los problemas de los que hablo puede terminar convirtiendo al cordero en lobo y perder el sentido intrínseco con el que nació la “alternativa” cuando emplea los mismos mecanismos que de quien pretende desmarcarse/mostrarse como alternativa. Pero digamos, que para cambiar las cosas... hay que adaptarse y progresivamente ir reformando. La sociedad gomera ha decidido democráticamente (bueno, todo lo democrático que sería Schumpeter si resucitara) sus gobiernos insulares, cosa que obliga a que algunos se fijen más en en la base social y el fenómeno sociológico de La Gomera... que en el político.

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Estudio Ciencia Política y Periodismo en la URJC. Algo que alterno con la observancia voluntaria de las bajas morales que despierta el quehacer político y, aún así, con la capacidad que tiene de ilusionar la ciencia que estudió Max Weber. Escribiré sobre eso, sobre la política. Eso sí, de forma clara, tolerante pero sobre todo crítica.

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