“Invito a los jóvenes a que enramen cruces para mantener la tradición”

Chicho Marrero este martes junto a la Cruz de Miranda. Foto: LUZ RODRÍGUEZ.

Esther R. Medina

Breña Alta —

Quiere contribuir a la obra artística común que suponen Las Cruces de Mayo y se esfuerza por mantener viva esta arraigada y popular tradición. Chicho Marrero es mayordomo de la Cruz de Miranda, en Breña Alta, un municipio que celebra con especial brillantez esta festividad. Ha pasado toda la noche del lunes junto a la cruz. “Esto nos ha costado más de un mes de trabajo, porque aunque parezca sencillo, la tarea es muy laboriosa”, ha explicado a La Palma Ahora mientras contempla con satisfacción el efímero y colorista altar que ha levantado con la colaboración de sus vecinos. “Lleva muchas horas, porque hay que buscar semillas, preparar el material, combinar colores… Son muchas cosas”, insiste. “Este año, por ejemplo, ha sido muy difícil encontrar unas hojitas de helecho porque el tiempo ha venido malo”, añade.

Chicho, que lleva más de veinte años enramando la Cruz de Miranda, reconoce que “no soy religioso, pero me gusta hacer este trabajo para mantener viva la tradición”. Y muestra preocupación por la ausencia de relevo generacional. “La mayoría de mayordomos somos mayores, la juventud no quiere participar, y yo invito a los jóvenes a que se impliquen, a que enramen cruces para poder seguir contemplando estas obras cada 3 de Mayo”, señala.

Pero Chicho no se rinde ante las dificultades. “Hay que enramarla todos los años, sin falta; porque si un año no se hace, posiblemente el siguiente tampoco, y así desaparecen las tradiciones”. “Tenemos que adaptarnos a las circunstancias y hacer cada uno lo que puede, pero no dejarlo nunca”, subraya.

La Cruz de Miranda, con un llamativo diseño en esta edición, se suma al conjunto de santos maderos que el 3 de Mayo conforman un museo del arte popular más genuino.

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