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El Roque participó en el 2º hito científico de 2012

Martín Macho / Martín Macho

El Roque de Los Muchachos, en el campo de la exploración del universo, ha vuelto a demostrar que juega en la división de honor. El observatorio de La Palma, ubicado en las cumbres de Garafía, junto con los complejos estelares de Hawaii y Chile y el telescopio espacial Hubble, ha participado en la investigación sobre la evolución del cosmos seleccionada por la revista estadounidense Astronomy Magazine como el segundo hito científico de 2012 a nivel mundial. El trabajo, liderado por Jonay González Hernández, investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), determinó la causa del evento cósmico más brillante de la historia. En la citada clasificación de los diez descubrimientos de mayor impacto del pasado año realizada por la mencionada publicación, una de las más populares en este ámbito en la esfera internacional, figura en primer lugar el hallazgo del bosón de Higgs o partícula de Dios.

El astrofísico palmero Javier Méndez, miembro del consorcio Isaac Newton Group of Telescopes, también formó parte del equipo que, integrado por investigadores del IAC y de la Universidad de Barcelona (UB), desveló que el extraordinario destello originado por la explosión de la supernova SN 1006 se observó, en el año 1006, probablemente por la fusión de dos estrellas enanas blancas. El resultado de este trabajo, en septiembre de 2012, fue igualmente portada de la prestigiosa revista científica Nature.

Jonay Gonzélez explicó a LA PALMA AHORA que “la supernova SN 1006 es el evento estelar más brillante registrado por la humanidad”. Ocurrió entre el 30 de abril y 1 de mayo del año 1006. “Fue observada desde distintos puntos de la Tierra y descrita por astrónomos de chinos y árabes entre otros”, detalló. De acuerdo con textos de la antigüedad, dijo, “este evento astrónomico alcanzó un brillo mayor que el que tiene el planeta Venus y similar a una cuarta parte del brillo de la Luna”.

La SN 1006, abundó, “es un tipo de supernova que se produce en sistemas binarios estelares cuando la estrella primaria, en la última etapa de su vida (una estrella enana blanca), captura masa de la compañera 'normal' que suele ser una estrella algo evolucionada y de menos masa que la primaria”. Esta captura de material, añade, “se produce lentamente”. Cuando la enana blanca alcanza “una masa crítica de 1,4 veces la masa del Sol (denominada masa límite de Chandrasekhar), explota como supernova”. Estos estallidos liberan “una cantidad de energía enorme y eyectan el material de la estrella a gran velocidad al espacio que le rodea”.

La explosión, sintetizó, “impacta en la estrella compañera 'normal' y además ésta, que estaba orbitando en el sistema binario, sale eyectada a gran velocidad”. Estas características “asociadas a la estrella compañera nos permiten saber cómo rastrear el espacio en torno al lugar donde se produjo la explosión de supernova”. El remanente de la supernova SN 1006, precisó, se encuentra a una distancia de 7.000 años luz de la Tierra.

Al efecto, añadió, “hemos rastreado la región en torno al centro del remanente de la supernova SN 1006 y no hemos encontrado ninguna estrella que cumpla las condiciones para poder ser la compañera de la enana blanca que estalló como supernova”. Esto sugiere, comentó, “que la explosión se produjo por otra vía en la que el sistema binario se compone de dos enanas blancas”. Las mismas “se van acercando lentamente hasta que se fusionan y explotan como supernova”.

Energía oscura y expansión del universo

En este tipo de fenómenos celestes se basa el hallazgo de la energía oscura y la expansión del universo que, el año 2011, le valió al astrofísico norteamericano Saul Perlmutter la obtención del premio Nobel de Física.

Javier Méndez, que ha colaborado con Perlmutter, recuerda que, este prestigioso científico, en la década de los noventa, observó el universo desde los telescopios del Grupo Isacc Newton ubicados de El Roque de Los Muchachos.

Méndez señala que “hace aproximadamente 10 años decidimos iniciar un proyecto para investigar la naturaleza de las supernovas de tipo 'Ia', algo necesario teniendo en cuenta que uno de los mayores descubrimientos de la astrofísica reciente, la aceleración presente del universo (Premio Nóbel de Física 2011) se basa precisamente en el análisis de la luz proveniente de este tipo de supernovas y bajo la suposición de que son objetos cuasi-homogéneos, aunque nadie sepa con certeza en qué sistemas estelares se producen dichas explosiones.”

Para ello, apuntó, “se nos ocurrió intentar identificar los remanentes estelares tras una explosión de supernova de tipo 'Ia': si la estrella compañera de la que explota sobrevive, entonces debe seguir ahí y la podremos identificar, y su estudio nos podría llevar a discernir entre los posibles escenarios anteriores a la explosión. Si no la encontramos, también sería un resultado importante”. Sin embargo, subrayó, “esto sólo puede hacerse con las supernovas cercanas a la Tierra” ya que, argumenta, “a mayores distancias la identificación estelar se complica”.

En consecuencia, indicó, “podemos esperar a que ocurra una supernova cercana, o buscar en el pasado registros históricos que atestigüen dichas explosiones”. En este sentido, ponderó, “tenemos la enorme suerte de que siglos atrás los astrónomos registraron varios de estos sucesos, de tal manera que hemos podido identificar la edad, la posición y el tipo de supernova”. Concretamente, abundó, dos: las supernovas de Tycho en 1572 y la observada por los chinos en 1006 son de tipo 'Ia“.

En 2004, apostilló, “publicamos los resultados de la supernova de 1572 a partir de observaciones realizadas en su mayoría desde La Palma”. Encontraron, resaltó, “una estrella candidata a ser la compañera superviviente” y, el año pasado, dijo, “publicamos los resultados de la supernova de 1006”. Señaló que “allí no encontramos nada, lo cual es indicativo que la estrella compañera no sobrevive a la explosión, probablemente porque se fusiona con la principal antes de la explosión”. Es decir, continuó, “que estudiando en detalle sólo dos remanentes de supernova de tipo 'Ia' cercanos a la Tierra, encontramos que los dos escenarios ampliamente propuestos, en los que la compañera es una estrella evolucionada o una enana blanca, son posibles y que por lo tanto, esta posible diversidad de escenarios podría explicar la cuasi-homogeneidad de las curvas de luz analizadas por los equipos descubridores de la aceleración del universo”.

En esta investigación, indica, “hemos utilizado varios de los telescopios más potentes del mundo en La Palma, Hawaii, Chile y el telescopio espacial”. Los resultados, destacó, “han sido publicados en la revista Nature en sendos artículos”. En 2012, prosiguió, “nuestra publicación fue merecedora de la portada de la revista, un lugar reservado sólo para las grandes noticas científicas a nivel mundial” y también “fue seleccionado por la revista Astronomy, una de las publicaciones de astronomía más populares, como el segundo hito del año, tan solo superado por el descubrimiento del bosón de Higgs”.

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